Niñas y niños diseñan nuestras ciudades

27 / 01 / 2020
POR Peña Fernández

Diferentes proyectos nos muestran cómo acogen e integran la opinión de los más pequeños en cuestiones de urbanismo y arquitectura.

Foto: cAnicca

Todos, en mayor o en menor medida, de niños, como parte del juego, hemos realizado algún tipo de construcción: de forma más rudimentaria, con cajas o con lo que nos íbamos encontrando, también con piezas Lego, y hay quienes se atrevían a acercarse a las escalas reales, con construcciones  de madera e incluso de ladrillos. Usando lo que han observado y con ayuda de la imaginación, los niños dan forma a sus ideas con estas creaciones.

Al crecer, sin embargo, solo en algunos casos esta vieja costumbre toma una salida profesional, la mayoría renuncia a este hábito y deja tales preocupaciones en manos de los profesionales del sector, de tal modo que su relación con la organización y creación de la ciudad es meramente pasiva, a pesar de ser un factor que condiciona la vida de todos.

No obstante, diferentes proyectos han decidido darle un nuevo rumbo a la forma de concebir los procesos urbanísticos e involucrar a la infancia desde un enfoque bilateral, llevando el urbanismo a los niños, como herramienta pedagógica, y aplicando las ideas de los niños a la configuración de la ciudad. Estas iniciativas están muy en sintonía con las ideas de Francesco Tonucci y “La ciudad de los niños”, que afirman que una ciudad realizada desde el punto de vista de los niños y niñas es una ciudad que abraza las necesidades de todos.

cAnicca, es un estudio de arquitectura, diseño y urbanismo que ha bebido de las ideas de Tonucci y las ha llevado a la práctica en forma de talleres de urbanismo e infancia en los que niños y niñas de entre 8 y 10 años de tres escuelas de Otxarkoaga y Txurdinaga aprenden, en primer lugar, los conceptos básicos de urbanismo para plasmar, más tarde, sus ideas, consensuadas previamente, en maquetas que son expuestas en lugares públicos o en el colegio.

Foto: cAnicca

Partiendo de la necesidad de acercar la arquitectura y el urbanismo a los ciudadanos, el estudio Urbanbat, que cuenta con experiencia en talleres de arquitectura e infancia, ha desarrollado el proyeto Arkitente enfocado en la pedagogía urbana en los colegios. Se trata de talleres que utilizan la ciudad como espacio de aprendizaje y a la vez fomentan la participación ciudadana. Otra de las prácticas englobadas en este proyecto ha sido la involucración de los niños en el diseño de la Plaza Maestro Mateo de Portugalete, en donde fueron trasladadas sus ideas de espacios inclusivos que tienen en cuenta las necesidades de todos los perfiles.

Foto:  Arkitente

Si observamos el patio de cualquier escuela, podemos ver que se produce una distribución de los espacios muy vinculada al género. El proyecto Elkartoki“ de la cooperativa Tipi parte de este presupuesto para, a través de procesos participativos del colectivo escolar (pero sobre todo de los alumnos), implementar una serie de cambios en este espacio tan importante de la vida en la escuela. Estos procesos se basan en cuatro aspectos: la perspectiva de género, la experimentación, la corresponsabilidad y la participación; y comprenden una fase de diagnóstico y de propuestas que, como dice Maddi Texeiro de Tipi, “cuando ven que va en serio y que sus propuestas tienen un impacto real, se crea un momento muy potente”. El aprendizaje derivado de esta experiencia, que hace que, a través de la reflexión crítica, el alumnado adquiera  unos valores, será recogido en un manual para las escuelas que quieran aplicar un proceso como este.

Foto: Wikitoki

Tipi también está coordinando el Consejo de la Infancia de Arrasate (Guipuzkoa), parte de la Red Vasca Haurren Hiria, compuesto por niños y niñas de primaria, representantes de todas las escuelas, que, realizando una labor de consulta, una vez al mes se reúnen para responder a una serie de cuestiones por parte de los técnicos del ayuntamiento. Las ideas de este consejo son tenidas en cuenta y se ven reflejadas en diferentes proyectos de espacios de la ciudad, como ya ha sucedido en dos parques de la ciudad o en la iniciativa del deporte en la calle.

Los niños tienen mucho que decir  y si, como ocurre en estos casos, escuchamos, podemos hacer de nuestra ciudad un lugar mejor para todos.