‘Tranquilos y atentos como ranas’, un libro dedicado al mindfulness para niños

14 / 01 / 2019
POR Ángela García Acuña

Eline Snel presenta un método a través del cual, padres e hijos podrán compartir momentos de meditación que mejore su concentración y exposición al mundo que les rodea.

 


 
El mundo infantil visto desde fuera puede parecernos totalmente idílico, despreocupado y una fuente de felicidad. Sin embargo, los niños también tienen problemas, temas que les inquietan y situaciones de su entorno que les producen sentimientos de frustración.

El estrés puede afectar a cualquier persona de cualquier edad y los niños son muy sensibles a cualquier alteración de su entorno. Ellos necesitan una ambiente seguro y estable para un desarrollo sano como futuras personas adultas y en este momento entra en juego la importancia de los padres para construir este entorno que favorezca las condiciones optimas para conocerse y aceptarse, así como para enfrentar las adversidades de una vida común.

El Mindfulness es una herramienta que muchos expertos ya recomiendan en adultos y que ahora empieza a adaptarse a las necesidades de los niños., nunca es demasiado pronto para aprender a gestionar las emociones y meditar sobre uno mismo. Los beneficios de esta práctica son muy diversos y ya hay escuelas en las que comienzan a implantarla para que sus alumnos están más calmados y centrados en las clases.

Tranquilos y atentos como una rana es un libro de psicología infantil escrito por Eline Snel quien busca ayudar a través de historias y breves ejercicios a que los más pequeños sean capaces de relajarse, concentrarse y ser conscientes de lo que están viviendo y experimentando en todo momento. La práctica de este tipo de meditación hace que se despierte en el niño un interés por el mundo que le rodea, está más atento a lo que ve a su alrededor y consigue que sea más capaz de entender, controlar y canalizar esos sentimientos negativos.

El libro de Elin también viene acompañado por un CD con meditaciones guiadas dirigidas a niños y niñas entre los 5 y 12 años y la autora invita a los padres a participar de estas prácticas para que la meditación se convierta en un momento para compartir en familia.

 

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