Se cumple el centenario del nacimiento de la poeta madrileña
Hubo un tiempo en el que en televisión se le leía poesía a los niños. Quizá su voz cazallera o su eterno cigarro en mano, te harían pensar todo lo contrario pero Gloria Fuertes escribía para niños (y mayores). Desde que nos dejó en 1998, su nombre casi había caído en el olvido, pero gracias al centenario de su nacimiento, hoy está más viva que nunca. Exposiciones dedicadas a su vida, artículos en periódicos y nuevas ediciones de sus libros vuelven a traernos a la poeta, para disfrutarla y desencasillarla del mundo infantil.
El Centro Cultural Fernán Gómez alberga la exposición «viva y actual» que muestra su vida y legado a través de sus poemas autobiográficos, algunos inéditos, fotografías y objetos personales que contextualizan la obra de esta «poeta de guardia». «Ella misma cuenta aquí cómo era su vida, lo que pensaba, lo que sentía y lo que escribía», ha explicado hoy en la inauguración de Gloria Fuertes, centenario la comisaria de la exposición, Paloma Porpetta. Una muestra que sigue su vida a través de su obra, desde su más conocida poesía infantil hasta sus versos adultos, que se quieren reivindicar en este centenario.
El Ayuntamiento de Madrid, su ciudad, quiere sumarse al homenaje dedicándole una plazuela en Lavapiés, barrio donde nació y se crió. Las editoriales le rinden su particular homenaje publicando nuevas obras, algunas incluso con poemas inéditos. Es el caso de Blackie Books, El libro de Gloria Fuertes, con más de 300 poemas, algunos inéditos, 80 fotografías y dibujos y una pormenorizada investigación sobre su vida a cargo de Jorge de Cascante. También se suma Nórdica con la antología Geografía humana y otros poemas, con un prologo de su amigo el poeta Luis Antonio de Villena.
Por último, otra de nuestras recomendaciones para vivir a la Gloria Fuertes más actual es la publicación de Reservoir Books con otra antología, Me crece la barba, poemas para mayores y menores.
-“Lo mejor del olvido es el recuerdo”.
-“No basta defender a los explotados, hay que curar al explotador su tisis de egoísmo”.
-“Que se muera un ser querido no te asusta, te da un dolor tan fuerte que puedes ir detrás de él. Lo que sí me asusta es abrir el periódico y ver que muchos hombres están matándose en vez de amándose los unos a los otros, que es un slogan muy bonito”.
-“Dentro de mi poesía, aunque sean temas muy serios, nunca falta humor”.
-“A mis años ya me da casi igual, pero es que llamarme poetisa parece cosas de risa y muy cursilindo”.
-“Dios no es una esperanza, es un realidad para las personas que tenemos la gran suerte de tener fe. Yo lo siento. A lo mejor no lo comprendo del todo, pero lo siento y eso ya es mucho”.
-“El amor está en todo. Yo creo que en todos mis cientos o miles de poemas está, latiendo, el amor”.
-“Yo no trato a los niños como tontos, sino como muy inteligentes. Lo único que intento es que se lo pasen bien, que les gusten los libros”.
-“Sin la tragedia de la guerra quizá nunca hubiera escrito poesía”.
-“Lo único bueno que me dio la guerra civil fue que me hizo pacifista y me dejó un poco de metralla en el muslo”.
-“Se puede crear pintura, escultura y música abstracta, pero una casa, un amor y un poema no pueden ser abstractos”.
-“Es importante que los niños lean poesía. Y es más que importante, es necesario”.
-“Un niño con un libro de poesía en las manos nunca tendrá de mayor un arma entre ellas”.
