Desde el maquillaje futurista de Schiaparelli a los característicos pómulos repletos de highlitter de Chanel o los rostros glass que lucieron las modelos de Pat McGrath para Margiela. En #VEINDIGITAL repasamos las propuestas beauty más sorprendentes y arriesgadas que nos ha dejado la semana de alta costura parisina para la temporada primavera-verano 2024.

Jean Paul Gaultier / Margiela / Chanel

La semana de la alta costura es uno de los momentos más icónicos para los amantes de la moda, sin embargo, este año no solo nos ha permitido soñar con sus propuestas textiles, también el plano beauty ha capturado las ideas más virales de las redes, además de jugar con looks innovadores, fantasiosos y vanguardistas. Las grandes maisons de la moda han creado una colección primavera- verano con múltiples referencias a la naturaleza o temporalidad, conjugando el pasado y futuro de manera excepcional.

JEAN PAUL GAULTIER 

La nueva colección de Gaultier estaba capitaneada por la diseñadora Simone Rocha, reinterpretó los códigos estilísticos de la firma parisina y la llevó a lo más alto, bajo un estado de ensoñación gracias a la estética queer y resaltando la feminidad de los diseños. Entre las piezas más destacables encontramos corsés, miriñaques o tejidos como el tul, jugando así con una estética de lo más coquette que se compaginaba a la perfección con el acabado beauty. Las modelos lucían efecto wet en sus melenas con una raya centrada, que aportaba una imagen en el rostro firme y estructurado. El maquillaje fue la guinda del pastel, gracias a la lectura del profesional, Thomas de Kluyver que transformó de manera abrupta los cosméticos en un complemento más, utilizando pedrería para decorar ojos, labios y cejas. El rostro presentaba luminosidad, apoyado por contorno y colorete en tonos rosados, aplicado sobre el tabique nasal y pómulos, simulando efecto, sunkissed

MAISON MARGIELA

Maison Margiela y Pat McGrath han hecho de su último proyecto conjunto una autentica revolución. Mejillas coloridas, cejas finamente delineadas y arqueadas, ojos marcados en tonalidades azules, verdes y tierra, o lo más destacado, una piel tersa, pálida y con efecto cristal, que contrasta con el dramatismo de los ojos. En esta puesta en escena han transformado la estética de los años veinte y treinta en una ópera prima de inspiración en las fotografías de Brassaï. John Galliano ha creado un universo completo de teatralidad, conjugando elementos icónicos de comienzo del siglo pasado, como el maquillaje, la estructuración de las prendas o el pelo corto, mezclando toques futuristas y feminidad. El conjunto de todos estos elementos deja como resultado uno de los desfiles más esperados convertido en el más icónico hasta la fecha.

ARMANI PRIVÉ

Como si de un viaje a occidente se tratase, Armani ha sabido desafiar a la alta costura con su desfile y la fusión de estilos a través de su propia línea de maquillaje. Los looks de las modelos te trasladan a los años veinte, mezclando accesorios y prendas transportadas desde tierras lejanas. Con una estética rompedora y enfatizando la mirada, gracias a tonalidades azules, moradas o lilas, que resaltan el tono rosado aplicado en el inicio de las cejas. Por su parte, los labios en tonos rosados y anaranjados, crean una perfecta armonía en la colorimetría del maquillaje. El juego de volúmenes también fue protagonista no solo en las prendas que brillaban en la pasarela, sino en el rostro, con una base sencilla y jugando con tonos claros y oscuros, donde resaltan mentón, pómulos o arco de cupido. La conjunción del makeup refleja la vivacidad y origen de las prendas, mientras que el cabello está peinado bajo un efecto gel con flequillos laterales que resaltan las facciones, y en algunos casos los recogidos fueron acompañados de adornos en forma de trenza.

CHANEL 

El golpe de brillo lo trajo Chanel, con inspiración en el ballet, fue una de las propuestas más voluptuosas de la alta costura. Lo más destacado del look es el color y su posición en las mejillas, la maquilladora Lisa Butler aplicó el producto en forma de «c», subiendo el iluminador y depositando justo encima del arco de la ceja. Los tonos metalizados nos recuerdan a las tendencias más actuales como Y2K, además, el toque del rubor en la piel juega un papel muy importante, casi imperceptible y su aplicación esta centrada justo debajo de la ojera, lo que permite neutralizar el tono natural y evita sobrecargar producto en esa zona. Acostumbrados a contornos marcados, mostrando oscuridad, esta propuesta beauty va muy enlazada con la línea estilística de las prendas, no solo por el brillo del maquillaje que nos recuerda a bailarinas, sino por la utilización de tul y tejidos vaporosos para resaltar la feminidad y la influencia de la danza.

SCHIAPARELLI

Schiaparelli eclipsó con sus siluetas estructuradas y guiños futuristas, un diálogo entre pasado y futuro que transformó a las modelos en una fusión de estilos, enlazando los diseños con el maquillaje. Con una propuesta beauty vanguardista, cejas borradas y labios tridimensionales, sin demasiado color, Pat McGrath jugó con el marco del rostro como si de un lienzo se tratase, convirtiendo el visagismo en el centro la propuesta, puliendo la piel y marcando las facciones de manera sutil, además de iluminarlas, exponiendo al máximo la belleza natural. Por su parte, los ojos estaban maquillados en tonos neutros, aunque en algunos casos el lápiz blanco, aplicado en el lagrimal, protagonizó miradas de lo más iluminadas. El cabello fue cómplice del makeup, con moños enroscados en sí mismos para no eclipsar la estructura facial surrealista ni los complementos.

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