Nos colamos en los ensayos de la nueva pieza del artista que promete ser impactante y provocativa, toda una bomba de relojería que presentará el sábado 10 de Febrero en La Casa Encendida.
No hay nada más inspirador que los sentimientos más descarnados y enfebrecidos para inspirarse, para encontrar nuestro discurso y algo interesante que decir. Aunque a muchos les sorprenda una rave puede ser un sitio perfecto. Aquellos que nunca hayan disfrutado de una la encontraran turbia, peligrosa y vacía, pero los que se hayan fundido de verdad alguna vez con ese ambiente habrán podido encontrar pasiones desatadas, escondidas y hasta colectivas. Ese sentimiento de unión por lo candente y placentero, por lo sensual y lo musical, se plasma en la nueva performance del siempre polémico y divertido Alejandría, con su nueva propuesta llamada AFTER que verá la luz el próximo 10 de febrero en La Casa Encendida de Madrid. Una mezcla de danza, música, moda y visuales, que nos sumerge en un nuevo rinconcito del universo de Alejandría, siempre dispuesto a impactarnos, a revolverse, a despertar un torbellino de emociones. En Vein, nos hemos colado en los ensayos para ir desvelando algún que otro secreto de éste gran espectáculo que va a dar mucho que hablar.
El nuevo espectáculo se inspira en la escena club y por eso me gustaría saber, ¿cuál es tu primer recuerdo relacionado con este tipo de ambiente?
Las primeras raves a las que asistí fueron las de ABISMAL, colectivo autogestionado capitaneado por SLVJ, una dj super implicada con la escena underground que conocí en la facultad de Bellas Artes. Las raves de ABISMAL me abrieron un mundo de posibilidades a la hora de entender y vivir la cultura club. Aquella época en Madrid fue épica.
¿Por qué inspirarte en este tipo de escena?
Desde que me entendí como artista, la creación ha funcionado como un catalizador para comunicarme con el mundo y contar cómo veo y entiendo aquello que transito y me rodea. A la par que inicié mis estudios en Bellas Artes, comencé a trabajar en la noche, por lo que para mí resulta casi imposible separar ambos mundos. En mis proyectos constantemente lanzo puentes entre uno y otro. Cuando estoy en el estudio trabajando pienso en formas creativas de implementar mi club y dj sets y cuando estoy bailando en clubes, todo lo que ocurre alrededor de la pista de baile me seduce e inspira para hablar de ello desde el lenguaje del arte.
Que sean dos mundos separados es completamente arbitrario. Para mí debe haber fiesta en el arte y cultura en el club.
¿Qué evolución podemos notar en Alejandría en esta nueva performance?
Precisamente el próximo 10 de febrero se podrá ver muy claramente la evolución de mi trabajo desde que comencé mi labor como director de escena en 2017. La performance que estrenó en La Casa Encendida, AFTER, es un remake de mi primera pieza que fue el resultado de mi proyecto de Fin de Máster. En estos 7 años he podido establecer los cimientos de La Trilogía de la Noche, una saga de piezas escénicas inspiradas en la cultura club. En los próximos años me gustaría poder estrenar con mayor equipo y producción las tres performances acompañadas de los LPs de música electrónica que estoy produciendo. El estreno de AFTER en 2017 en Teatro Pradillo fue en un contexto académico en el que través de un solo de danza/performance de 50 minutos me permití experimentar con la provocación y lo políticamente incorrecto: repartí droga entre el público, proyecté en gigante un vídeo de 10min en el que salía pajeándome en una sucursal de un banco, me metí una linterna por el culo y hablaba de mi experiencia como chapero seropositivo. En La Casa Encendida presentó una pieza más madura y para ello me he rodeado de un equipo profesional de técnicos y creativos para jugar a hacer un simulacro de lo que en un futuro cercano me encantaría poder hacer: fundar una compañía.
¿Cómo describirías el lenguaje visual de este espectáculo?
El imaginario de la pieza está inspirado en la escena club actual, especialmente ligada a la música electrónica. Luces, vestuario, texto, y coreografía de la performance están diseñados en base a mi experiencia como dj y como clubkid. Obviamente este imaginario está filtrado y adaptado a un lenguaje escénico contemporáneo con la intención de crear una pieza de danza. Para ello estoy trabajando mano a mano con el coreógrafo Cristian González que se ha encargado de trasladar mi universo, música e ideas a un cuerpo de baile experimentando y estudiando la anatomía de la pista de baile. Con esta performance no busco recrear un ambiente ravero, sino nutrirme del imaginario del club para lanzar reflexiones que nos atraviesan como seres humanos.
¿Crees que tendemos a demonizar o a romantizar las raves?
No creo que haya un consenso en esto. Es evidente que gran parte de la sociedad considera que las raves son agujeros negros a los que sólo acuden despojos humanos, y hay momentos y contextos en los que ciertamente es así. Pero la cultura rave tiene muchísimas aristas y lo que es innegable es que son espacios de comunión en los que fluye una energía espiritual muy potente que nos hace transcender. Si nos abstraemos e imaginamos cómo se estudiarán desde un futuro lejano las raves, creo que las definirán como una corriente de rituales religiosos. Desde el medio audiovisual está claro que hay una romantización de la cultura club y el consumo de drogas. Al final, en los clubs confluyen un montón de elementos muy atractivos para la pantalla y en producciones como Euphoria queda demostrado que se puede trabajar este material de una forma absolutamente bella e idealizada. Pero para mí lo interesante de trabajar estos materiales es precisamente enfrentar lo estético con lo repugnante que conviven en estos ambientes.
Hay varias marcas de ropa involucradas en el proyecto, ¿en qué te has basado para escoger a cada una de ellas?
Ha sido un proceso que ha ido creciendo de forma muy natural. El vestuario lo he diseñado en colaboración con el estilista del proyecto Cachorro Lozano. La propuesta inicial que le trasladé al estilista para empezar a imaginar las prendas, fue inspirarnos en mis looks como dj y llevarlos a un terreno más Moda, mezclando ropa técnica con piezas de diseñadores cuyas colecciones también tengan que ver con la escena club underground. El primer diseñador con el que hablé y que ha marcado la estética del vestuario ha sido Marcel Domínguez. Después fueron entrando otras marcas de la escena nacional emergente como EMEERREE STUDIO, CRACK STUDIO y NRD. Todos ellos son proyectos jóvenes que conozco muy de cerca y con los que me siento muy en sintonía.
¿Con qué luces y sombras te has encontrado en tus noches de rave?
Cuantos más años acumulo viviendo y trabajando en clubs, soy cada vez más consciente de los mecanismos que operan en la industria de la noche. Las luces cada vez son más ausentes y las sombras más evidentes, por lo que aprecio enormemente los proyectos de colectivos que luchan por renovar la escena aportando buena energía y amor por la música. La luz la encuentro en la pista de baile mientras bailo un temazo con un beat acompasado con el latido de mi corazón y una melodía melosa me anima a besarme con un desconocido. La luz la encuentro encerrada en una cabina de baño con mis amigas drogándonos y diciéndonos todo el rato lo maravilloso que es crecer y compartir momentos juntas. La luz la encuentro en una multitud eufórica bailando al mismo son conectando y dejándose llevar por el viaje que les está proponiendo el dj. Las sombras las encuentro en la decadencia de los cuerpos tras horas de maltrato y excesos que provocan desencuentros, violencias y algún que otro susto. Las sombras las encuentro en los equipos que trabajan en la mayoría de salas que estafan a los clubs independientes.
¿Cuál es la mejor rave en la que has estado?
Haciendo memoria, yo creo que la mejor rave en la que he estado fue durante el verano de 2018 en Montjuic con un Soundsystem increíble viendo el atardecer y el amanecer con unas vistas preciosas de todo Barcelona. Recuerdo ese viaje con mucho cariño.
¿Cual es el outfit perfecto para Alejandría en una noche de rave?
La clave está en llevar una buena riñonera atada a modo bandolera con el kit de supervivencia del ravero: colirio para los ojos, vaselina para los labios, crema solar para la cara, chicles, vaper, mechero para ligar, un mini-abanico y una cámara desechable. El resto del look hay que saber jugarlo: alguna chaqueta para el frío pero que luego no sea un engorro cargar con ella cuando entras en calor, gafas de sol SIEMPRE, gorrita, botas, camiseta de tirantes blanca y pantalón de vestir negro. ¡Elegante hasta en la rave!
¿Puedes contarme alguna anécdota inolvidable que hayas vivido en una rave?
Lo que pasa en la rave, se queda en la rave. Te doy alguna pista: rave queer en La Dragona, cocktail de sustancias ilegales y sexo gay en el Cementerio de la Almudena.
Esta performance sirve también para introducir al público en tu primer LP cuya música sonará durante el espectáculo. ¿Por qué has decidido estrenarlo de esta manera? ¿Puedes hablarnos un poco más de este primer gran trabajo musical?
Desde que empecé mi carrera como dj hace 10 años, empecé también mi formación en música. Creo que es fundamental que los djs tengamos estudios en música además de mucha cultura musical de diferentes estilos y bajarle dos puntos el ego. Comencé de manera autodidacta y aprendiendo con amigas, después haciendo cursos y actualmente estudio en conservatorio clásico. Pero mi formación base que me ha marcado mi forma de entender el mundo ha sido las Bellas Artes. Por ello, mi aproximación a la música es desde lo visual. Todas mis producciones están asociadas a proyectos escénicos ya que mi forma de componer música va íntimamente ligada a la construcción de narrativas e imágenes.
Lo que presento el próximo 10 de febrero en La Casa Encendida es un pequeño adelanto de uno de los 3 LPs que conforman la banda sonora de la saga de performances La Trilogía de la Noche compuesta por las piezas AFTER, CRUISING y K-HOLE. A la vez que van creciendo estas tres obras, los dj sets que lo acompañan van tomando más y más protagonismo hasta que algún día, funcionen de manera independiente y los publique en vinilo.
Fotografías por Gonza Gallego
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