5 claves para conocer a Aubrey Beardsley, el controvertido ilustrador del Art Nouveau

31 / 05 / 2021
POR María Leache

Onírico, irónico, erótico. Repasamos su breve -pero fructífera- carrera artística.

Diseño de portada para ‘Ali Baba’.

Aubrey Beardsley fue uno de los ilustradores londinenses más admirados -y polémicos- de la época victoriana tardía. Con un estilo que mezclaba erotismo con elegancia y humor con excentricidad, logró alcanzar el éxito con tan solo veinte años. Su apasionante, aunque fugaz, carrera artística -murió a los 25 enfermo de tuberculosis- estuvo marcada por dibujos en blanco y negro con los que representaba su satírica visión del mundo.

Algunas de sus ilustraciones más famosas son La Muerte de Arturo‘, ‘Lisístrata’ y ‘Salomé’. Además, se podrán admirar algunas de las obras de arte que más inspiraron al autor, como un pergamino japonés y acuarelas de Edward Burne-Jones y Gustave Moreau. Aubrey Beardsley fue un artista convertido en fenómeno que consiguió bautizar la la década de 1890 en el “Periodo Beardsley”. Estas son las claves para conocer su universo.

‘Cómo cuatro reinas encontraron a Lancelot durmiendo’.

· DEL PIANO AL PINCEL ·

Aubrey Beardsley nació en 1872 el seno de una familia acomodada afincada en Brighton. Desde muy pequeño, era considerado un “niño prodigio” por su destreza con el piano. Una pasión que heredaría de su madre y que le acompañó a lo largo de su vida. Con doce años, fruto de las dificultades financieras de su padre, él y su hermana, Mabel, se fueron a vivir con su abuela. Juntos pasaban muchas en una iglesia cercana a su casa en la que daban recitales musicales. Probablemente fui allí donde Aubrey se enamoró de las vidrieras prerrafaelitas y el dibujo. En 1888, su familia se mudó a Londres y él dejo la escuela para volver con ellos. Un año después encontraría trabajo en una compañía de seguros y más tarde en la oficina de un arquitecto. 

Manteniendo su pasión por el arte, el ilustrador disfrutaba de sus horas libres dibujando. Alfred Gurnet, conocido de la familia y coleccionista, fue quien le descubrió el arte del Renacimiento y los dibujos prerrafaelitas. Aubrey, quien ya había acumulado un gran portafolio, decidió probar suerte como artista y le mostró su trabajo al pintor Edward Burne-Jones. Este quedó impresionado y pronto se convertiría en su mentor, abriéndole camino en el círculo de artistas del Renacimiento como Sandro Botticelli y Andrea Mantegna. Tras estudiar en la Westminster School of Art de Londres, se convirtió en uno de los ilustradores ingleses más innovadores. A los veinte años, Beardsley recibió su primer encargo importante: la ilustración de ‘La Muerte de Arturo’ de Thomas Malory. Un proyecto para el que dibujó más de 360 diseños y que le permitió ganarse la vida como artista a partir de entonces. 

‘La recompensa del bailarín’.

· ESTILO GROTESCO Y TRANSGRESOR ·

Las ilustraciones de Aubrey Beardsley son, además de transgresoras, fácilmente reconocibles. El estilo del artista, influido por el simbolismo y el esteticismo, evolucionó del Renacimiento al estilo curvilíneo del Art Nouveau. Además, en muchos de ellos se observa una inspiración en la forma de plasmar el espacio de los grabados japoneses. Con todas sus obras, el artista busca representar la realidad tal y como él la veía. Siempre vinculada al humor crítico, el sarcasmo y la transgresión. Así, su trabajo ponía en jaque a la sociedad victoriana de la época y la decadencia implícita en ella. Revelaba sus tabúes, sus hipocresías y su, en ocasiones, dudosa moralidad. En cada una de sus ilustraciones predominaban los trazos y líneas curvas muy marcadas, incluso oníricas, sobre grandes superficies blancas y negras. El resultado eran dibujos de gran sensualidad que revelaban un universo misterioso, atrevido, erótico e inconformista que provocó grandes controversias. 

Las temáticas más habituales de sus ilustraciones eran el erotismo, la marginación y la expulsión social, así como la mitología y las caricaturas políticas. Siempre rodeadas de cierta atmósfera fatalista, eran consideradas por muchos como macabras. Entre sus obras más famosas están las representaciones de ‘Salomé’ de Oscar Wilde y, por su erotismo más explícito, ‘Lisístrata de Aristófanes.

‘Lisístrata defendiendo el Acrópolis’.
‘Los embajadores de Lacedemonia’

· ARTISTA TRANSFORMADO EN FENÓMENO ·

Aubrey Beardsley era un personaje en sí mismo y, como tal, se convirtió en un mito. Tras triunfar con su trabajo para ‘La muerte de Arturo’, el artista comenzó a trabajar con Oscar Wilde, uno de los autores más controvertidos del momento. Ambos compartían una visión decadente y excéntrica de la sociedad y se convirtieron en personajes clave de la escena artística londinense de la década de 1890. La estrecha vinculación del ilustrador con el autor de ‘Salomé’, le perjudicó cuando este fue denunciado y arrestado por ser homosexual. Aunque Beardsley no tenía nada que ver con las acusaciones que se arrojaron sobre él, provocaron que fuese despedido de la revista ‘The Yellow Book’, en la que era editor artístico. 

Aunque a sus 22 años su carrera artística y su reputación se debilitó, las falsas acusaciones no terminaron con Beardsley. Aprovechando su mayor repercusión, colaboró con Leonard Smithers, uno de los principales distribuidores de publicaciones eróticas, para crear ‘The Savoy’, un periódico rival a su anterior revista. Compaginando su trabajo como editor de arte de la publicación, aprovechó esta nueva etapa para escribir numerosos relatos cortos y poesías. Además, siguió dibujando y diseñando carteles que, junto a sus obras escritas, se recogerían años más tarde bajo el título ‘Under the Hill’, un cuento erótico inacabado que narraba la leyenda de Tannhäuser.

‘El baño de Salomé’.

Diseño para «La verdadera historia de Lucian».

· SUS ÚLTIMOS AÑOS CONVERTIDO AL CATOLICISMO ·

El mismo año que fundaba ‘The Savoy’ e ilustraba obras como ‘The Rape of the Lock’ de Alexander Pope, volvió a caer enfermo fruto de la tuberculosis que arrastraba desde que tenía siete años. A menudo estaba demasiado afectado como para dibujar y, con sus años de juerga y controversia acabados, decidió convertirse al catolicismo romano. Tras iniciarse en el camino de la fe, pidió a Smithers que destruyera todas las copias de ‘Lisístrata’ y otras obras de carácter grotesco, que durante años había creado y ahora consideraba desafiantes a lo que la doctrina religiosa consideraba sagrado. Este, sin embargo, no cumplió con las peticiones del artista y recogió todos sus trabajos en ‘A Book of Fifty Drawings’. Beardsley continuó enfermo y decidió, durante su último año de vida, mudarse a la Riviera francesa. Allí la tuberculosis acabó con su vida el 16 de marzo de 1898.

Ilustración para ‘The Rape of the Lock’ de Alexander Pope.

Diseño de portada para «La historia de Venus y Tannhauser».

· RECHAZADO DURANTE AÑOS POR LOS MUSEOS BRITÁNICOS ·

La sociedad victoriana no estaba acostumbrada a la sátira de Aubrey Beardsley y su representación decadente de la época.  Por lo que, a pesar de ser considerado uno de los artistas referentes del Reino Unido, no terminó de encajar en los museos londinenses. Sus obras tuvieron lugar en algunas exposiciones, pero la selección era muy reducida y siempre se escogían los dibujos más comedidos. Durante la época de renacimiento del Art Nouveau, su trabajo fue revalorizado y sirvió de inspiración para importantes artistas como como Kandinsky o Picasso. Igualmente, sus obras fueron referencia para otros proyectos como los dibujos animados de Heinz Edelmann que formaban parte de la película ‘Yellow Submarine’ de los Beatles. Sin embargo, sus colecciones no han protagonizado tantas exposiciones como se esperaría dada su relevancia. Haciendo digno de mención, por tanto, que, después de años censurado, la galería londinense Tate Britain haya creado una exposición con más de 200 obras creadas por el polémico ilustrador.

‘Lisístrata arengando a las mujeres atenienses’.

‘Lisístrata protegiendo su coynte’.