La cineasta neoyorquina que conquistó al público y la crítica con ‘Vidas pasadas’, se pasa a la comedia sobre las citas consensuadas, una rom-com con Dakota Johnson, llamada a convertirse en un clásico, que tuvo su premiere española en el Atlàntida Mallorca Film Fest.
El carro semanal de la compra, el precio de la gasolina o el acceso a una vivienda a la altura de las expectativas… La vida actual se sostiene en términos económicos, en los que la clase media se las ve y se las desea para llegar a fin de mes. Sin mencionar cómo todo ello se magnifica en las grandes ciudades, como Nueva York. A sus 36 años, la guionista y directora Celine Song, se define con su filmografía como una romántica empedernida. El destino y el azar aparecen a menudo en las vidas de sus personajes, pero en su segundo largometraje, Materialistas (se estrena este 14 de agosto), que también transcurre en la Gran Manzana como en su ópera prima, Vidas pasadas (2023), se habla del amor desde términos más tangenciales, y nada convencionales en el relato hollywoodiense.
La oferta, la demanda y las matemáticas entran en juego en este Ibex de los afectos: una crítica mordaz, sobre cómo las aplicaciones de citas y las expectativas salariales están cambiando aquello de encontrar pareja. Dakota Johnson, Chris Evans y Pedro Pascal protagonizan esta atípica comedia romántica sobre el deseo y la atracción en tiempos de supervivencia del individuo en la posmodernidad. En el contexto del Atlàntida Mallorca Film Fest, Song llegó para hablar de todo ello en el patio de la sede La Misericòrdia, que ella misma definió como “el lugar más bonito donde he presentado una película”.
En la cinta, Johnson interpreta a Lucy, una matchmaker profesional, que se encarga de buscar la media naranja de sus clientes. Sin embargo, ella no es capaz de decidirse entre Harry (Pascal), un partidazo que le proporcionará estabilidad económica de por vida, o John (Evans), un actor precario con el que rompió hace años.
Un ‘First Dates’ en Nueva York
La originalidad del guion parte de las propias vivencias de Song como matchmaker, o celestina por contrato, labor que desarrolló durante una temporada, mientras se labraba un futuro escribiendo obras de teatro del Off-Broadway. “Creo que es difícil encontrarte a ti misma, estés donde estés”, declaró en exclusiva para VEIN, “Nueva York es especialmente difícil porque es una ciudad de ambición, así que es muy competitiva”.
Con su inmersión directa en la rom-com después de un drama tan contenido como Vidas pasadas, la directora ha debido absorber durante su vida las películas de Nora Ephron, Nancy Meyers o Woody Allen, entre muchos otros referentes personales, que ahora despliega con su propio estilo narrativo, rompiendo una lanza por el sentimentalismo en tiempos de Tinder. “En plena competencia y capitalismo, con tanto dinero y tanta inseguridad de por medio sobre tu vida, es muy difícil abrirse,y creo que es por eso que resulte tan valiente cuando los personajes eligen”.
El romanticismo en Materialistas está concebido desde el intercambio de pertenencias. Su prólogo, una retrotracción a los acuerdos prematrimoniales en tiempos neandertales, que ciertamente recuerda al prólogo de Barbie (G. Gerwig, 2023) estipula ya, de primeras, que la unión de dos personas nunca ha dejado de ser un intercambio de intereses. Sin desvelar demasiados spoilers, ante una de las declaraciones de amor de la película, la protagonista responde “Trato hecho” en lugar del “Sí, quiero”.
“Yo diría que la frase más romántica de toda la película es: ¿Te gustaría tomar una muy mala decisión financiera?”, comenta Song, sobre la terminología en la que se desarrollan sus personajes, “En otra película, no sería una frase muy romántica. Pero en esta sí, porque estás hablando con Lucy, una chica que entiende el valor inhibido. Especialmente para alguien como ella, en la ciudad de Nueva York, donde el alquiler es muy alto, decir sí al amor en esa situación es un acto totalmente heróico”.
Superhéroes del amor
Hablando de heroicidades, los tres intérpretes principales debieron sentir el flechazo por Vidas pasadas, cuando aceptaron ponerse a las órdenes de Song para su segunda película. Como anécdota curiosa, de una forma u otra, el trío ha encarnado a algún superhéroe en algún momento de sus carreras, lo que significa que han formado parte de la industria más adinerada de la cinematografía mundial, con sellos como Marvel en los encabezados de sus contratos.
Ninguno de ellos es ajeno, tampoco, al trabajo más autoral: Johnson ha aparecido en películas de Luca Guadagnino, Maggie Gyllenhaal o Cooper Raiff. Pascal tiene pendiente el estreno de Eddington en España, su nueva película dirigida por Ari Aster, y Evans ha trabajado con directores de la talla de Bong Joon-ho, Rian Johnson y llegó a dirigir su propia ópera prima, Antes de que te vayas (2014). “Pienso en el casting como una especie de emparejamiento también”, comenta Song sobre su elección de Lucy, Harry y John, “Escribía los personajes en la página sin pensar en los actores, y luego salía al mundo buscando a su alma gemela”.
“Los tres entienden lo que es sentirse como mercancía, porque han sido tratados como tal durante mucho tiempo”, opina la realizadora, sin olvidar el leitmotiv de su guion, “Vemos a Pedro como The Mandalorian, y piensas en él como merchandising. Pero es Pedro, que es una persona, y lo mismo con Chris. La gente lo ve y lo reconoce como el Capitán América, una mercancía. Así que se sintieron muy conectados con esta película, con el guion y con sus personajes, porque sobre todo es una película sobre personajes que piden ser vistos como personas, aunque se les trate como mercancía. Creo que esa fue mi reacción, y por eso los elegí”.
Fotos hechas por Atsushi Nishijima, propiedad de Sony Pictures.
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