En la campaña Otoño-Invierno 2019, la casa de moda apuesta por los contrastes en la escenografía y las prendas
En un dominio lunar, Balenciaga ha expuesto en contraste los estilos colorful en la campaña de Otoño-Invierno 2019. Fotografiada por Jean-Pierre Attal e inspirado en su anterior proyecto ‘Paisajes etnográficos’, los modelos permanecen estáticos frente a los cambios de fondos desérticos.
Etnógrafo de formación, Attal presenta sus muestras en las ferias internacionales más reconocidas, plasmando su peculiar forma de ver la fotografía mediante un lenguaje visual que abarca desde el surrealismo hasta las representaciones más realistas.
Las prendas de sastrería más sobrias y los vestidos joya de Demna Gvasalia pasean por paisajes rocosos con la actitud que lo harían por la Quinta Avenida de Nueva York.
No son los únicos los contrastes los de la escenografía. La paleta de colores sobrios como el gris acero, visón y negro, abraza toda una explosión de fucsias, turquesas y amarillos.
Una sastrería sobria y a la vez llena de color con los contrastes por bandera. Así se podría definir la elegancia del Otoño-Invierno de 2019 firmada por Demna Gvasalia para Balenciaga.
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