Si no te gusta algo, ¡cámbialo!. ¿Que no es tan fácil? Claro que no, pero al final siempre merece la pena.
A Numa Maurette no le terminaba de convencer la idea de que la mayoría de las plantas que nos rodean a diario acabasen en macetas de plástico o en recipientes donde estas pierden fuerza y belleza. Después de haber crecido en un ambiente privilegiado entre plantas y de haber sentido que trabajando con las manos se crea una conexión con la tierra, llegó el momento de aprender a trabajar el barro. Material noble y rico que combinaría a la perfección con su admiración hacia las plantas.
Mientras estudiaba algunos cursos de botánica en la Facultad de Agronomía de Buenos Aires, le vino a la cabeza una fórmula que podría cambiar el resultado la ecuación. Hacer macetas de cerámica con caras, para darles personalidad, ya que cada una tendría su pelo, una planta (cactus o suculentas) que le daría su estilo, su flow, su todo.
Con bigote, con los pelos de punta, desenfadado o “preppy”. Así es el estilo de algunos de los personajes de Pompilio, que cuentan con apenas un año de vida. Todos expresivos a su manera, no dicen nada, pero lo transmiten todo.
El origen del nombre de la marca proviene del de su creador que es Numa. Como éste era raro o muy poco habitual en su entorno, desde pequeño siempre tuvo la inquietud de saber de dónde provenía. Buscando descubrió que el origen de su nombre venía de Numa Pompilio, que fue el segundo rey de Roma y sucesor de Rómulo. Por eso mismo, siempre lo tuvo muy presente y a la hora de bautizar su marca tuvo muy claro que Pompilio la llamaba.
Ahora Numa trabaja en un taller de cerámica situado en el Born, Barcelona donde comparte espacio con otros ceramistas, vende sus productos en tiendas y participa en mercados de diseño (Palo Alto Market , entre ellos). También pronto nos dará la oportunidad de hacernos con sus plantas on-line.
Después de todo, a Numa, Pompilio Plants, no sólo le ha merecido la pena, si no que al final le ha brindado la alegría. Amén.
