Un claro ejemplo de cómo las nuevas generaciones pueden crear modelos de negocio exitosos a partir de sus propias preocupaciones y principios éticos.
Fotografía de la colección AW19, por cortesía de Luna del Pinal
Para las culturas precolombinas de Centroamérica, la creación textil ha sido una de las disciplinas más importantes dentro de su desarrollo como sociedad, tanto que, según cuenta la leyenda, fue una diosa quien instruyó a las mujeres guatemaltecas en el arte de tejer.
Así, como por don divino, este arte milenario se convirtió en el legado que pasaría de madres a hijas durante generaciones para que, a día de hoy, aún se conserve el conocimiento sobre esta técnica.
Este amor y respeto por el textil es lo que se encontraron las jóvenes diseñadoras Gabriela Luna y Corina del Pinal cuando viajaron a Guatemala con el objetivo de aprender más sobre el tejido de cintura, una de técnicas más antiguas que se conservan. Una vez allí, se enamoraron del mimo con el que las artesanas producían tejidos únicos y decidieron fundar Luna del Pinal.
De esta forma nace una marca única y valiente que, en plena era del fast-fashion, apostó por revivir técnicas ancestrales para crear prendas exclusivas de forma sostenible y responsable.
Fotografía de la colección AW19, por cortesía de Luna del Pinal
Aunque en un primer momento se trataba como un pequeño experimento, poco a poco la marca comenzó a suscitar interés dentro de la industria. A la curiosidad que generaron sus primeras creaciones hay que sumarle el contexto social, ya que su lanzamiento en 2016 coincide con el auge del consumo responsable. Así, esta ecuación es la que provoca que Luna del Pinal crezca de forma orgánica para convertirse en un modelo de negocio exitoso.
Además de la técnica artesanal, el otro pilar fundamental de Luna del Pinal es mantener la autenticidad y transparencia durante todo el proceso de producción para que el consumidor pueda conocer de primera mano cómo se realizó la prenda que está comprando. Para ello, las creadoras de la marca mantienen una estrecha relación con las artesanas guatemaltecas, ya sea vía Skype o viajando frecuentemente al país para poder involucrarse en todas las fases de proceso de creación.
Hablamos con las dos diseñadoras detrás de Luna del Pinal para saber más sobre el proceso de creación y producción de su firma.
Fotografía de Luna del Pinal
¿Qué es lo que hace que vuestras prendas sean sostenibles?
La principal razón por la que Luna Del Pinal es una marca sostenible es social. Trabajamos con siete asociaciones de artesanos apoyándoles. No sólo para mantener la artesanía viva sino para crear un cambio positivo en las comunidades locales y que así puedan subsistir del arte que llevan aprendiendo durante generaciones: el tejido
Desde que empezamos, intentamos introducir una práctica sostenible nueva cada temporada. Siempre buscamos la manera de ser más sostenibles. Trabajamos con un hilo reciclado de los deshechos de tejido vaquero de fábricas guatemaltecas. Llevamos 4 temporadas trabajando con esta empresa que se llama
“The New Denim Project” y que está haciendo cosas increíbles con el mundo de la sostenibilidad.
También lanzamos hace 2 temporadas una línea que se llama Zero Waste. Diseñamos la tela a unas medidas especificas para que no haya ningún desperdicio y así producir más conscientemente.
Esta última temporada También trabajamos con producto ya utilizado antes – segunda mano – dándole una nueva vida.
¿Cuáles son los principales materiales que utilizáis?
Empezamos utilizando principalmente algodón y algodón reciclado de The New Denim Project pero hoy en día utilizamos muchos más materiales. Desde seda a nylon, rafia de plástico…
Fotografía de la colección AW19, por cortesía de Luna del Pinal
¿De qué manera unís la tradición artesanal con el lujo?
Para nosotras el lujo significa tener una prenda hecha a mano por un artesano que lleva generaciones perfeccionando su técnica.
¿Aproximadamente cuánto tiempo tarda en hacerse una prenda artesanal como las vuestras?
Depende mucho de la prenda y también de la técnica. Es verdad que Luna Del Pinal se caracteriza por sus textiles tejidos a mano, pero trabajamos con muchas otras técnicas artesanales como el bordado a mano o el crochet, entre otras.
Digamos que una pieza que esté hecha entera con textil tejido a mano tarde unos 4/5 días dependiendo de la complejidad de la tela en cuestión.
Y, ¿Con qué idea queréis que se queden quienes conozcan y consuman Luna del Pinal?
Por fin se habla ya constantemente del cambio climático y se empiezan a tomar medidas importantes para combatirlo. El mundo de la moda es una de las industrias mas contaminantes que existen, con lo que, como diseñadoras jóvenes tenemos una responsabilidad enorme. A través de Luna Del Pinal nos gustaría que nuestros clientes quizá tengan más ganas de unirse al cambio que todos tenemos que tomar y a entender que, quizá en lo que al campo de la moda se refiere, es entender que algo sostenible va a costar más pero también es una apuesta a la calidad y longevidad de una prenda.
Fotografía de Luna del Pinal
¿Cuáles han sido los mayores retos de vender ropa creada artesanalmente?
Producción siempre es un gran reto para cualquier diseñador joven, pero si encima diseñas y haces tu propio textil, se complica más. Nuestro proceso de producción es doble y en cuanto a la tela se refiere y a la artesanía, los artesanos no están acostumbrados a fechas de entrega o control de calidad, por lo que ajustarnos a ellos en vez de intentar que ellos se ajusten a nosotras ha sido un gran reto, la verdad.
¿Cuál fue vuestra inspiración para la colección AW19?
Con Luna del Pinal siempre tratamos de empoderar a mujeres a través de tejidos excéntricos y siluetas imponentes. Nuestra inspiración suele venir de nuestras madres y su juventud, a través del proceso de trabajar con los artesanos diseñando las telas y desarrollando ideas nuevas a través de técnicas que llevan existiendo miles de años. Esta temporada Asia está muy presente.
¿Cómo fue trabajar con Maíllo en esta colección?
Un honor. Somos grandes admiradoras de su trabajo y llevábamos tiempo queriendo trabajar con él. No nos conocemos en persona todavía, pero nos llevamos muy bien y el respeto hacia lo que ambos hacemos es mutuo (ahora lo leerá y pondrá cara de póker…jaja)
¡Su obra estaba expuesta (una maravilla, por cierto) y nos encantó poder compartir espacio con él! ¡Además de las increíbles intervenciones que hizo en fotos nuestras! Un placer la verdad. Nos encanta la posibilidad de mezclar el arte con la moda y fue genial empezar con Maillo.
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