Con su primer fotolibro, la artista nos lleva a preguntarnos desde dónde estamos siendo, cuál es nuestro destino y, sobre todo, cuál es el origen de cada uno de nuestros cuerpo-casa.
Si la intención de Sofía Suars es que toda aquella persona que tenga entre sus manos su fotolibro se sienta mínimamente identificada en sus fotografías y sus textos, se cuestione y se emocione al entender nuevas formas de verse una misma y entenderse, probablemente lo haya logrado con este proyecto tan sutilmente pensado y realizado.
Este proyecto, enteramente autogestionado e independiente invita a la reflexión y al redescubrimento de una belleza nueva para así no perder nunca la confianza humana y la idea de un empezar constante en contacto directo con la tierra y la propia esencia que nos hace ver quién somos.
Más conocida a través de su plataforma @isdermis en IG, Sofía presentó su primer fotolibro ‘Origen’ en Madrid el pasado 16 de febrero tras haber visto la luz oficialmente a finales del año pasado. El acontecimiento tuvo lugar en La Parcería, un espacio cultural abierto al pensamiento crítico, la creación y la acción colectiva diversa.
Desde un punto de vista personal no puedo pensar en un lugar más acogedor para presentar una obra artística de tal calibre y con tantos matices como ‘Origen’. Hacía falta un lugar muy concreto, un espacio seguro donde un artista pueda tener la tranquilidad de sentirse entendido y respetado al presentar un fotolibro tan íntimo, personal y escrupuloso. Pues, si bien es cierto que ‘Origen’ es un proyecto artístico, esta es una obra que va más allá de sus fotos; es una perspectiva tanto individual como colectiva de la visión y el sentir de un mundo entero desde los ojos y el camino de una joven artista.
La atmósfera que se generó en el ambiente el día de la presentación fue onírica. Anteriormente a la presentación hubo tiempo y espacio para que los y las asistentes del evento se conocieran (o se desvirtualizaran), hubo reconexiones de gente que hacía tiempo no se veía y, sobre todo, había temas en común de los que hablar que no paraban de repetirse; arte, unión y multiculturalismo.
De fondo durante las primeras horas estuvo Okeans -parte del equipo del proyecto- pinchando música y acompañando el ambiente familiar y festivo que se respiraba en el aire. Así como un preludio, fue un pequeño anticipo de lo que nos podíamos esperar de la presentación: algo muy único, definitivamente con sello y esencia propia. El cierre de la presentación estaría a cargo de Nayare.
A la hora de la presentación Sofía estuvo acompañada de su amiga y directora creativa y de edición en los audiovisuales del proyecto Gara Béjar. Los distintos audiovisuales se proyectaron en su integridad y ambas se aseguaron de contar cómo había sido ese específico proceso creativo, pues si bien Sofía grabó los vídeos, Gara se encargó de seleccionar y recopilar el material más significativo y, a su vez, en base a eso de forma intuitiva Sofía empezó a redactar pequeñas reflexiones y/o poemas que en los audiovisuales acompañan en voz en off.
De igual modo se aseguró de agradecer a las demás personas involucradas en el proyecto como Silva que fue encargado del diseño gráfico del libro, a Lucid Eye y a Okeans, ambos encargados del diseño sonoro de las piezas audiovisuales que acompañan al proyecto del fotolibro en su totalidad.
Sofía describió cómo inicia su recorrido hasta el cumplimiento y materialización de un cuestionamiento tan universal como es el hecho de preguntarse quién era y a dónde pertenecía. Ninguna de las palabras utilizadas en la presentación fue casual. Habló de lo importante de la presencia y el compartir en persona, pues este es un tacto y un momento atemporal que nunca muere. Y así como haciendo casi sin querer un paralelismo con el momento de la presentación, contó cómo retratar y conocer a otras personas y sus vidas le ayudó a visibilizar y reconocer en ella otros muchos universos infinitos.
Habló de lo único y especial que es vivir y pertenecer a dos mundos (o más) y cómo se siente llegar a la conclusión de que el estar en un sin lugar permanente puede ser en sí un hogar, así como el hecho de vivir sin extrañar y simultáneamente encontrar respuestas de algo que realmente es lejano y cuya búsqueda no cesa.
Contó cómo la necesidad de reconciliarse con partes de su cuerpo y reconocerse en él marcó el cómo miraba y veía la belleza en otros cuerpos que enfrentaban los estándares preestablecidos y todas las diásporas del mundo. Cómo en la intimidad con cada persona crece a la vez un origen en ella y esto se da porque al final del día todos somos universo y nos retroalimentamos de esas mismas preguntas, caminos, encuentros y búsquedas. Eso sin duda nos conecta para siempre.
El proyecto en general busca dar forma a experiencias y que otras personas se puedan sentir inspiradas. A la vez que desea visibilizar cuerpos humanos desde la ternura, nunca desde la violencia. También por esa razón las personas que salen en el libro son personas que forman parte de la vida de Sofía o, al menos, mujeres con las que tiene un feeling en común.
Sentí una inmensa conexión con Sofía porque si algo es cierto es que cuando estás con los pies en la tierra yendo hacia tu destino -sea este algún lugar físico o incluso corporal y espiritual- ya no hay temor, pues la rotundidad de las propias decisiones todo lo envuelve y protege.
‘Origen’ habla, en definitiva, de no tener miedo a ser diferente y tener pasos distintos a los demás. Descubrirse nómada y servidora al mismo tiempo de un mismo cuerpo-casa presente y vivo en todos los territorios y tiempos posibles; de reconciliarse siempre con la propia biculturalidad y reconocerse incoherente a la vez que plena, pues es de las muchas cosas que el recorrido identitario trae consigo.
Con ‘Origen’, según la artista, se cierra una etapa de búsqueda y de identidad. Y yo digo que seguramente se abran otros muchos capítulos, quizá de regreso a una proximidad imaginaria e igual de intensa, honesta e infinita.
NOVATEK CAMERA
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