La diseñadora española ha presentado una nueva colección de esencia futurista que juega con el concepto de creación híbrida.
Es imposible establecer dónde terminan los cuerpos naturales y donde empiezan las tecnologías artificiales. Los humanos diseñamos máquinas, y las máquinas también nos diseñan a nosotros, de tal forma que el propio ser humano pueda crear un híbrido que actúa como un único ser. Esa es la idea que envuelve la nueva propuesta de Pepa Salazar, una colección basada en la idea de las máquinas para referirse a la anatomía humana. La diseñadora construye un universo desde una perspectiva futurista con una atmósfera distópica, donde el plástico y los residuos conforman una nueva naturaleza.
Durante toda su carrera, Pepa ha jugado con la construcción sobre el propio cuerpo para la creación de patrones orgánicos que, en esta ocasión, dan lugar a prendas con siluetas modificables y, en algunos casos, gender neutral. Una colección Otoño-Iniverno 21-22, donde los volúmenes que encontramos en piezas como las americanas oversize, se ajustan al cuerpo y se transforman mediante gomas y cuerdas para dar lugar a siluetas híbridas entre lo femenino y lo masculino. Todas ellas ceñidas pero al mismo tiempo consiguiendo desprenderse de las siluetas tradicionales.
La diseñadora reformula la sastrería clásica con cortes inspirados en la morfología y rematados con cordones blancos que acentúan ese contraste entre los tonos negros y grises. Asimismo, apuesta por detalles técnicos como las cremalleras termoselladas que dan a las prendas una dosis técnica y funcional como los pantalones de inspiración biker. Estos se estilizan con rodilleras guateadas, cintas ajustables y contrastes de grises y negros.
Además, algo que caracteriza su trabajo y que está presente de nuevo en esta propuesta son dos básicos: el tul, que en esta ocasión se tiñe de verde y negro para tomar la forma de tops y monos con grandes lazadas que se entrecruzan en capas superpuestas dando así un lugar preferente a la anatomía del propio cuerpo. Por otro lado, los vestidos de corte asimétricos confeccionados a partir de lycra. Estos últimos son uno de los essentials de la diseñadora, pues crean drapeados en el cuerpo para conseguir acentuar la figura. Al mismo tiempo, ayudan a eliminar esa barrera que existe entre el lujo y el street wear gracias a ese acercamiento al sportswear con clara intención funcional.
La colección se completa con una camisa confeccionada en lycra fucsia y fruncida en la espalda mediante tiras técnicas que continúa con el storytelling de desvirtuar la silueta tradicional en búsqueda de nuevos volúmenes. También encontramos una americana confeccionada en lana fría con pinzas vistas que se complementa con un pantalón de corte clásico transformado por cortes y gomas dando un toque edgy al look. De igual modo, las mallas sporty con cut outs en las ingles cobran protagonismo en la última creación de Pepa Salazar, diseñadas con incisiones, contrastes de color y costuras en tonos verde lima, negro y gris.
La diseñadora no ha estado sola en su nuevo trabajo. Ha contado con la artista Claudia Dyboski para la escenografía y con el arquitecto Mario Montesinos para uno de los accesorios de la colección: un bolso de forma aerodinámica con inspiración en el mundo del motor y el transhumanismo que se convertirá en un hype ítem de la temporada.
Puedes descubrir más sobre Pepa Salazar en www.pepasalazar.com
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