En total son 26 icónicas portadas aparecidas entre 1912 y 1932, un periodo convulso comprendido entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión, que sonaba a Jazz, se ilustraba según el arte del pochoir, se decoraba con art decó y se vestía de flapper.
Diez fueron los ilustradores que crearon estas composiciones que daban vida a las fantasías del mundo de la moda a través de los trazos de pluma, lápiz o crayón y el color, entre ellos encontramos nombres como los de Helen Dryden, George Wolfe Plank y André Marty.
Plumas, boas, cintas y perlas pueblan estas portadas que en su momento fueron el auténtico escaparate de la moda y acaparaban tanta atención como instagram, youtube y snapchat juntos ahora. Como explica su editora, Valerie Steike, «De la misma manera que nuestra portada de Kim Kardashian-Kanye estuvo en el centro de muchas conversaciones, las de aquellos años, que recogían las influencias artísticas del cubismo, las xilografías japonesas o las creaciones Alphonse Mucha, daban sentido a lo que estaba en el aire y señalaban lo que las mujeres debían pensar comprar esa temporada”, afirmación, por otro lado, que pone de manifiesto la claridad con la que el equipo de la publicación entiende su función en la sociedad.
