De origen vegetal o animal, estos son los dos tipos que deben consumir nuestros peques diariamente.
Tostada con crema de cacahuete. Foto: superhealthykids.com
Las proteínas son un elemento necesario en nuestra alimentación, tanto en la etapa adulta como en la de crecimiento. Son imprescindibles para transportar el oxígeno a nuestro cuerpo y muchos de nuestros sistemas corporales las necesitan para funcionar de manera adecuada, como es el caso del sistema inmunitario, al igual que nuestros músculos, que las necesitan para ganar fuerza y desarrollarse adecuadamente.
Podemos encontrarlas en infinidad de alimentos, en sus dos variedades, las de origen animal, completas por sí mismas, y las de origen vegetal, que necesitan ir acompañadas de un cereal para aportarnos energía. Sin embargo, aunque tomemos mucha cantidad de un solo tipo, no estaremos bien nutridos, ya que debemos consumir ambas todos los días.
Cuando somos adultos su consumo puede ser muy fácil, el problema puede surgir con los pequeños de la casa, a quienes no les suele gustar toda la comida.
El consumo ideal de un niño son un 35% de proteínas de origen vegetal, y la cantidad restante, un 65%, de origen animal. Conseguir que cada día tomen las dos clases de proteínas puede resultar muy fácil con estos alimentos:
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- Los huevos. Las proteínas se encuentran fundamentalmente en la clara. Para hacer este alimento más divertido, podemos añadir colorante al agua mientras se cuecen para que los más pequeños se sientan atraídos.
- El yogurt. Contiene lípidos, hidratos de carbono, minerales como el calcio y vitaminas hidrosolubles y liposolubles, lo que lo convierte en uno de los alimentos con mayor peso nutricional. Es perfecto para postres.
- Frutos secos como las nueces, los cacahuetes o las almendras. Contienen Omega 3, Omega 6 y Omega 9. Además, son buenos para el cerebro, un dato muy importante ya que cuando somos niños es cuando más lo desarrollamos.
- Semillas. Podemos incluirlas en sus bocadillos favoritos sin que se den cuenta.
- Queso. Sus posibilidades son infinitas y además suelen acompañar las comidas más fáciles de consumir: pasta, pizza, etc.
- Pollo. Suele ser la carne que más les gusta a los pequeños. Podemos acompañarlo de nueces y así darles más proteínas.
- Pavo. Es la carne que más proteínas contiene y desde una papilla hasta un pastel o una salsa para pasta. Es difícil que se resistan.
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