Haciendo de la calidad, la diversidad y la perdurabilidad sus valores primordiales, este estudio gallego reivindica el trabajo artesanal como forma de contar historias.
@rigido.jewelry
Emprender un negocio en tiempos de pandemia no es tarea fácil. Y si no que se lo digan a Carla Barral y Javier González, quienes decididos a canalizar sus inquietudes a través de la joyería, decidieron lanzar al mercado su propio estudio, rígido, a principios de 2020. “El gran reto ha sido comunicar sabiendo la dificultad por la que han pasado -y siguen pasando- tantísimas personas”, confiesa el dúo creativo con base en A Coruña. Su experiencia en el ámbito del diseño, el marketing y la comunicación, unida a un sólido compromiso con los valores de su (aún incipiente) proyecto, les ha valido para sobreponerse a todos y cada uno de los obstáculos que han encontrado a lo largo de estos doce largos meses.
De la economía circular a la producción artesanal, pasando por el consumo responsable o el rechazo al sistema de temporadas. rígido entiende la joyería como un proceso pausado, consciente y plural, resultado de aunar disciplinas creativas que van desde la fotografía al estilismo. “Nuestra marca nace con un carácter 100% unisex, sin diferenciación de diseño para uno u otro género”, recalcan. Su primera colección, desvelada a través de una cuidada e inteligente estrategia en redes sociales, se inspira en la dicotomía físico-emocional, a la vez que reivindica la belleza de lo imperfecto. Nada más y nada menos que 50 piezas, “una locura vista con perspectiva”, integran la que es su carta de presentación, en forma de pendientes, anillos piercings y colgantes. “Tenemos un pequeño drop pensando y casi desarrollado. Tampoco queremos decir mucho más, pero tendrá al fondo marino como protagonista”, nos adelantan.
Hablamos con Carla y Javier para conocer por qué han optado por la joyería para dar rienda suelta a sus emociones, cómo transcurre el proceso desde que imaginan las piezas hasta que las hacen realidad y cuáles son sus proyectos a medio y largo plazo.
rígido surge a principios de 2020, dando sus primeros pasos en un contexto marcado por el desconcierto generalizado y la crisis económica y sanitaria. Obstáculos que, sumados a las dificultades inherentes al lanzamiento de cualquier proyecto, suponen un reto aún mayor. ¿Cómo lo habéis afrontado?
La verdad es que ha sido una montaña rusa en general. El hecho de haber estado confinados nos ha servido para poder hablar más de cómo queríamos que fuese el proyecto, y pulir determinadas cuestiones asociadas, sobre todo, a los procesos de producción. No obstante, es cierto que ha retrasado una gran parte de nuestra idea de poder llevar rígido a otras ciudades a través de puntos de venta físicos, así como colaboraciones, sesiones de fotos o pop ups.
Por otro lado, el gran reto ha sido comunicar en tiempos de pandemia sabiendo la dificultad por la que han pasado -y siguen pasando- tantísimas personas. En este punto, hemos intentando seguir trabajando de manera honesta y sencilla, esforzándonos para que la situación no nos sobrepasase.
Mágoa
¿Qué os ha llevado a poner el foco de atención en la joyería? ¿Contabais con experiencia previa en el sector?
La joyería ha sido el canal perfecto para combinar nuestras inquietudes: fotografía, moda, diseño o estilismo. Desde que nos conocimos, teníamos claro que queríamos montar un proyecto juntos que nos permitiese viajar, conocer nuevas culturas, personas… Y sobre todo, ser independientes, tanto a nivel empresarial como económico.
Carla había estudiado diseño de moda y marketing entre Londres y Pontevedra. Después de varios años trabajando en el fast-fashion, decidió conectar con el mundo de la joyería a través de su padre Manuel, quien lleva más de una década dedicado a este oficio. Fue en este preciso momento fue cuando rígido comenzó a tomar forma.
Tal y como comentabais, ambos os habíais dedicado previamente al marketing y las relaciones internacionales, habiendo experimentado con diversas ramas artísticas a lo largo de vuestra carrera. ¿De qué forma aprovecháis vuestros conocimientos y experiencias pasadas en Rígido?
Rígido es el canalizador de todas nuestras experiencias vitales. Es una extensión más de nuestra vida, ya que nos sentimos 100% identificados con los valores que queremos transmitir. Resulta fácil identificar la línea estética de Carla, o la trayectoria fotográfica y creativa de Javi, en la identidad de rígido.
Carla: Hace unas semanas repasábamos mis primeros trabajos de diseño de moda, y allá por el 2016, en mi colección off-grid, reflexionaba sobre una relación entre la naturaleza y la tecnología para crear una sintonía perfecta, así como sobre la creación de diseños perdurables entre generaciones. Valores que marcan, de alguna manera, los cimientos de nuestra marca.
Javi: Para mí, desde luego, es la culminación de un proceso que empezó hace algo más de 10 años. Cuenta con pinceladas de toda mi trayectoria, desde la agilidad y rapidez que te da trabajar en Inditex, mi paso por Pouvelle Studio, hasta la capacidad para generar networking de mi experiencia en la Embajada de España en La Haya.
El contacto directo entre los materiales y los artesanos, la producción artesanal o el respeto por la tradición son algunos de vuestros valores fundamentales. ¿Sobre qué otros pilares se construye vuestra filosofía de trabajo?
Sin duda los que mencionas son los más relevantes. Podríamos resumirlos en estos 7:
- Producción local y artesanal: toda nuestra producción se realiza en nuestro taller de A Coruña, o colaborando con artesanos de la provincia. Hemos apostado por una producción de proximidad para fomentar la industria local.
- Calidad de los materiales: trabajamos con los materiales de mejor calidad, oro de 18k y plata de ley. También producimos piezas en vermeil, plata de ley bañada en oro de 18k. Todas nuestras piezas tienen un contraste realizado en el laboratorio de contrastes de A Coruña, Galicia, que corrobora la autenticidad del metal.
- Economía circular: todos los materiales que utilizamos, así como nuestra filosofía slow made, se basan en la regla de las tres erres: reduce, reutiliza y recicla. Si bien es cierto que no todo el oro o la plata que utilizamos son reciclados, aspiramos a que así sea en un futuro. De hecho, ofrecemos la posibilidad al cliente de que nos entregue sus joyas viejas para fundirlas y darles una nueva vida.
- Consumo responsable: producción bajo demanda, packaging reutilizable y reciclado con tintas no contaminantes.
- No seasons: piezas atemporales que no siguen tendencias.
- Diversidad: como marca, queremos transmitir y ensalzar unos valores de diversidad de género, sexual, racial…
- Amigos / Familia: porque sin ellos la marca existiría pero sería peor, así que gracias.
“Un estudio de joyería lenta”. Es así como presentáis vuestro proyecto al mundo, apostando por la disolución de las fronteras del género y la economía de proximidad, recogidos en vuestros 7 valores primordiales. ¿Cómo es vuestro proceso creativo, desde que definís la idea original hasta que le dais forma a través del oro y la plata?
El proceso creativo es bastante orgánico, y se ha ido puliendo con el paso del tiempo. Al principio, Carla enfocaba su proceso creativo influenciada por su experiencia previa en el diseño de moda. Es decir, ideaba los diseños basados en un concepto. El método de trabajo consistía en la creación de moodboards, diseños en plano, dibujos, bocetos… para dar paso después a los prototipos, y finalmente, a la pieza final. Ahora mismo, el proceso ha variado ligeramente. No deja de existir un concepto detrás de cada pieza, pero es mucho más natural y creativo. Se interactúa directamente sobre los propios materiales, esculpiendo sobre la cera y el metal para obtener los prototipos.
El nombre del proyecto contrasta con la maleabilidad patentes en vuestras creaciones. Y es que los pendientes KALON y los FEUILLEMORT, entre otros muchos, incorporan novedosas formas trabajadas a partir de la plasticidad. Entonces, ¿a qué responde este título?
Nace como parte de un brainstorming de ideas, dónde teníamos claro que queríamos salir con un nombre en castellano. Finalmente elegimos “rígido” porque pensamos que era un adjetivo que funcionaba como antítesis a la mayor parte de valores que nos representan, tanto a nivel personal como empresarial. Rígido es tradición orfebre a la hora de la realización de cada pieza, procesos realizados de manera artesanal y minuciosa. Nosotros queremos, de alguna manera, mantener esa tradición, pero desligarnos de ciertos cánones impuestos por la joyería tradicional. Principalmente, el hecho de que la joyería durante el último siglo haya estado ligada a la mujer.
Nuestra marca nace con un carácter 100% unisex, sin diferenciación de diseño para uno u otro género. De ahí que “rígido” funcione como la antítesis de todo lo que queremos ser como marca de joyas.
¿Cuál es vuestra pieza estrella?
Hemos salido con una primera colección de 50 piezas, una locura visto con perspectiva. Tenemos piezas muy distintas entre sí, pero todas respirando una misma armonía. Nuestro público es muy diverso, y a quien el TOSKA le parece una pasada, otra no lo entiende. Desde luego, los sellos han gustado mucho (NAZ, ELÁN) así como los pendientes MOIRA, ORENDA o el colgante UKIYÓ.
Kalon
Cada joya está bautizada con un nombre propio. Desde el colgante UKIYÓ hasta el anillo KEF, pasando por los pendientes TALA y ONISM. ¿En qué os inspiráis a la hora de elegir las denominaciones? ¿Es lo primero que concretáis, o esperáis a tener la pieza lista?
Nuestra primera colección NºI muestra la dicotomía entre la parte física asociada a la forma de las piezas y los sentimientos que cada una de estas nos suscitan. Se pretende mostrar la belleza de lo imperfecto mediante la armonía de los conceptos antagónicos. En esta serie de piezas destacamos la convivencia entre los elementos artesanales, que resultan imperfectos. Es ahí donde reside su belleza.
En este caso, hemos construido las piezas a la vez que las íbamos nombrando según el propio sentimiento que nos suscitaba. Toda nuestra colección nº1 está asociada a sentimientos humanos. Por ejemplo, MUDITA, a la alegría empática o solidaria. O ELÁN, que representa la ilusión, el esfuerzo, la esperanza y el futuro. Capacidad para luchar por aquello que nos apasiona.
Ahora participáis en una Pop Up Store en A Coruña, ciudad desde la que conducís el proyecto. Además, hacéis envíos a través de vuestra página web. ¿Cómo ha sido la respuesta por parte del público desde que lanzaseis la firma hace menos de un año?
Creemos que la acogida ha sido muy buena, a nivel general estamos contentos. Sí que es cierto que hemos notado a raíz de la POP-UP que la parte física sigue teniendo un peso muy relevante en la compra de este tipo de productos. Además, para nosotros es fundamental poder explicar de una manera más clara y directa las bases y los mimbres de nuestro proyecto. En este sentido, sí que hemos notado que la gente reacciona de una manera muy diferente (a nivel positivo) cuando ve nuestras piezas físicamente que a través de la web.
Somos pacientes y entendemos que primero tenemos mucho que demostrar antes de poder consolidarnos, y que además las circunstancias globales no han ayudado. Pero sentimos que estamos en la dirección correcta.
Onism
¿Qué papel juegan las redes sociales en la difusión del proyecto?
Para nosotros, las redes sociales son un canal de comunicación fundamental para transmitir nuestro imaginario y nuestros valores como marca. Intentamos trabajar sobre una línea estética muy clara, donde tratamos de consolidar un mensaje de diversidad que dentro de la joyería no es demasiado común. A su vez, nos permiten una comunicación más fluida y directa con nuestro público. y es bonito sentir esa cercanía.
Y por último, ¿dónde os gustaría veros en cinco años? ¿Hay algo que nos podáis adelantar sobre vuestros próximos proyectos?
Vamos a por el 2021 primero, jajaja. Nuestra idea es seguir creciendo y obteniendo un reconocimiento de marca. Para nosotros lo fundamental es asentarnos en España a través de puntos de venta físicos que permitan, como decíamos, poder ver y tocar nuestras piezas.
A nivel colecciones, tenemos un pequeño drop pensado y casi desarrollado, que se sale un poco de la temática de la colección nº1. Tampoco queremos decir mucho más, pero tendrá al fondo marino como protagonista. Por otro lado, tenemos un par de colaboraciones avanzadas con artistas de otras disciplinas que nos hacen muchísima ilusión.
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