Ser mujer, negra y queer según Janelle Monáe

23 / 04 / 2019
POR Alegría Olmeda

En el primer número de la revista them., la cantante charla con Lizzo sobre el amor la sexualidad y la libertad en una entrevista que nos da una lección de franqueza.

Justin French para them.

Un año después del lanzamiento de Dirty Computer, su obra maestra de R&B nominada para el Álbum del Año en los Grammy, Janelle Monáe habla abiertamente de su sexualidad.

Aunque con el lanzamiento del celebrado álbum se declaró explícitamente como pansexual en una entrevista para Rolling Stone, ha sido ahora cuando la cantante se ha despojado de sus miedos para no dejar su historia en el cajón.

La cantante revela cómo se sintió al reconocer abiertamente su sexualidad, la liberación de Dirty Computer y cómo es ser joven, negra y salvaje en una conversación con Lizzo, la artista musical que contagia amor propio. Todos deberíamos leer esa entrevista para aprender a no juzgarnos y a hablar con la sensatez como lo hacen ellas para el primer número de la revista norteamericana them., dirigida por la comunidad LGTB y que ha elegido a Janelle Monáe para la portada de su primer número.

Justin French para them.

“Estaba aterrorizada. […] Pensé que la gente diría que todo esto formaba parte de una estrategia de publicidad”, confiesa a Lizzo en la entrevista.

Pero sin pretexto, Monáe explora su identidad a lo largo de la conversación compartiendo lo que la sociedad le ha hecho sentir en muchas ocasiones: «Quiero decir, ser joven, queer y negra en Estados Unidos significa que puedes ser mal entendida», apunta. «Puedes ser odiada. También significa que puedes ser celebrada y amada».

«Pensé que no iba a poder volver a casa y estar en todas las barbacoas», dijo. «Tenía ansiedad y gran parte de todo era falso. Era mi miedo a lo que diría la gente. Y estoy agradecida de no haber permitido que ese miedo se interponga en el camino de mi libertad».

Justin French para them.

Justo esa es la historia tras Dirty Computer y la película que acompaña al álbum. Cuenta la historia de la propia Janelle, que es rechazada en una sociedad, pero finalmente encuentra la comunidad que la abraza. «Solo espero que podamos llegar a un punto donde las mujeres negras que no se identifican como estrictamente heterosexuales se normalicen».

Monáe creció en un pueblo muy pequeño y asistía a una iglesia bautista donde ser otra cosa que no era heterosexual era pecado, por lo que tuvo que lidiar varias batallas conjuntas. Al final, optó por ser ella misma y explorar sus emociones tal y cómo las sentía con ayuda de terapeutas con un aprendizaje arrollador. «Y eso es lo que me encanta de la vida”, cuenta. “Nos lleva a viajes que a veces ni nosotros mismos estamos preparados. Simplemente te adaptas a donde estás y cómo has evolucionado como una persona de pensamiento libre».

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