‘The Line’, de ‘Valentina & The Electric Post’: música electrónica para viajes interiores

25 / 03 / 2021
POR Nerea Sánchez

El grupo formado por Valentina Risi e Ildefons Alonso apareció en el mundo musical con el EP ‘Before the Universe’. Ahora, con ‘The Line’, el dúo dobla su apuesta con música electrónica y una poesía íntima surgida en un antiguo convento de monjas.

 

Valentina Risi e Ildefons Alonso muestran en su primer LP cómo en la -a veces denostada- música electrónica hay lugar para la poesía y el misterio, la emotividad y la experimentación. El disco ha sido producido, grabado y mezclando en un antiguo convento de monjas, el Konvent; en la actualidad, espacio creativo ubicado en Can Rosal (Barcelona) donde reside el dúo.

 

‘Valentina & The Electric Post’. Fotografía de Anna Benet.

‘The Line’ es un viaje interior de 34 minutos y 8 canciones. En él, el dúo rescata la profundidad y el eclecticismo sonoro del trip-hop, convertido ahora en trip-pop al restarle dosis de oscuridad y buena parte de la influencia hip-hop. Las mezclas de Ildefons Alonso tienen como resultado una electrónica reflexiva, cercana a lo meditativo que sitúa al oyente en un viaje hacia dentro. Esto se consigue a través de una instrumentación minimalista y melodías entrelazadas con beats lentos.

Durante este viaje interior, las experiencias extremas cohabitan como si estuvieran buscando un punto de equilibrio. En ‘Psycho(p)omb’, por ejemplo, (tema que recuerda a ‘Portishead’, banda de Bristol, tierra del trip-hop), los sonidos experimentales y psicodélicos se cuelan entre la voz sin artificios de Valentina Risi. A través de este enlace puedes acceder al videoclip de ‘Psycho(p)omb’. El disco transita de la confusión a la delicadeza; de lo inquietante del primer tema, ‘I’ve got to go’, a la sencillez y la calma del último, ‘People’.

Carátula del disco, diseñada por Xulián Sambade

Además, atención a las letras. ‘Valentina & The Electric Post’ enseña en sus nuevas canciones un sentido marcadamente poético de lo musical, y, a su vez, un sentido visual de lo poético mediante imágenes tanto desconcertantes como cotidianas.

Se comienza en ‘I’ve got to go’ por el desconcierto. Después, se canta a los viajes en tren, a un billete perdido en un banco en un día lluvioso. La letra de ‘Train’ habla del viaje físico como representación del interno. Resulta tan difícil encontrar un billete perdido como el destino personal. En ‘People’, Valentina cierra el disco cantando sobre la sensación amarga de alcanzar la madurez cuando a esta le acompaña la mediocridad. Pero también canta sobre el sentimiento de hermandad con los otros y sobre un dolor que, por compartido, resarce.

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