‘Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma’ en el Museo Cristóbal Balenciaga

08 / 04 / 2021
POR Nerea Sánchez

Vestidos de gasa y encaje negro, prendas con inspiración en el folklore español y, sobre todo, un gran dominio de los volúmenes y las formas. Estas son las influencias que el modisto franco-tunecino extrajo de la obra de el gran maestro español de la alta costura. 

Piezas de ‘Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma’. Imagen cedida por el Museo Cristóbal Balenciaga.

El Museo Balenciaga cumple una década y lo celebra con la exposición ‘Alaïa & Balenciaga. Escultores de la forma’. La exposición se podrá ver desde el 31 de abril hasta el 30 de octubre en Getaria, localidad donde Cristóbal Balenciaga nació y maduró como modisto.

Piezas de ‘Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma’. Imagen cedida por el Museo Cristóbal Balenciaga.

La exposición reúne más de 100 obras de Azzedine Alaïa y de Cristóbal Balenciaga pertenecientes a la Fundación Azzedine Alaïa de París. ‘Escultores de la forma’ explica la influencia que para Alaïa supuso la obra del diseñador español. El modisto franco-tunecino no solo fue en uno de los coleccionistas pioneros de Balenciaga, sino que fue un digno sucesor, pues el legado de Cristóbal Balenciaga se convirtió en fuente de inspiración para su propia obra.

Piezas de ‘Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma’. Imagen cedida por el Museo Cristóbal Balenciaga.

La muestra incide en el equilibrio perfecto de medidas y volúmenes que compartían estos genios de la moda y que ha llevado a hablar de ellos como escultores de figuras humanas. Para Alaïa, Balenciaga era “el más querido, el más apreciado”, y, por eso, “la de Alaïa, por mucho tiempo invisible, ha resultado ser una de las más interesantes colecciones existentes de Balenciaga con piezas que no se conservan en ninguna otra institución e importante incidencia de creaciones de las décadas de los años 30 y 40”, explica Miren Vives, directora del museo.

En la exposición se podrán ver también otras similitudes entre las obras de los dos diseñadores.  Ambos usaron el color negro en vestidos y compartían un amor por los tejidos, que trabajaban con gran habilidad y sutileza. Sus obras también comparten temáticas como la tradición y el folklore. El famoso vestido ‘Gitane’ de Alaïa, por ejemplo, se inspira en la tradición española de Balenciaga.

Piezas de ‘Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma’. Imagen cedida por el Museo Cristóbal Balenciaga.

La exposición surge como fruto de la colaboración de la Fundación Azzedine Alaïa con el Museo Cristóbal Balenciaga. Ha sido comisariada por Olivier Saillard y Gáel Mamine.

Piezas de ‘Alaïa y Balenciaga. Escultores de la forma’. Imagen cedida por el Museo Cristóbal Balenciaga.

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