El diseñador afincado en Madrid se entrega a una nueva metamorfosis a ritmo de Daft Punk para ofrecer una colección otoño/invierno inspirada en un estilo más british y soñador.
La moda, para Paco Pintón, comienza con un folio en blanco. En él, el diseñador realiza un manifiesto de las ideas e inquietudes que se mueven por su cabeza en busca de la dirección indicada hacia su próximo trabajo. La moda se mueve en ciclos inevitables y constantes construidos en torno a las estaciones del año que no hacen sino producir interludios perfectos para limpiar la cabeza, barrer las ideas, ordenarlas y, mediante la introspección, volver a crear.
Eso fue lo que una vez más se propuso Pintón para su nuevo trabajo: Colocarse ante un vacío y comenzar a llenarlo con música, referencias culturales y pasiones propias. Su brújula le condujo a un páramo inexplorado artísticamente para él pero que ya había empezado a influir ligeramente en anteriores colecciones, en especial, en la de invierno de 2018 y es: el romanticismo.
Dejando de lado el candor tropical, Pintón se aventura hacia rutas más bucólicas, donde reinan la pata de gallo, el terciopelo y los volantes. Como si la familia real inglesa diese una fiesta en Studio 54, Pintón combina prendas más clásicas como los impecables esmóquines, las capas o las camisas de rayas, con su imprescindible toque discotequero en forma de bermudas y leggings de lentejuelas. Así, logra unir sus pasiones presentes y sus vidas pasadas, la moda y la literatura. Ello se plasma sobre todo en las dos hoodies que han dado el pistoletazo de salida a la nueva colección.
En tonos grises, estas dos prendas llevan estampados el nombre de dos de los mayores iconos de la literatura romántica y universal: Oscar Wilde y Virginia Woolf, dos personajes que no solo se erigieron como referentes en el mundo de las letras, también como dos grandes figuras LGTB que sufrieron el primera persona la discriminación y el escarnio por amar, según los prejuicios de su tiempo, de forma equivocada. Pintón los utiliza para aportar su particular grano de arena a la lucha del colectivo y para reivindicar, a su vez, la necesidad que tiene el mundo de volver a leer, a escribir y a saborear la literatura.
Un nuevo universo se abre ante el diseñador quien se reinventa y sorprende con su nueva colección, mirando hacia el futuro pero con la vista siempre en el pasado, tan inspirador, para ofrecer un pedazo de él en forma de modernas y a la vez clásicas prendas exclusivas. El romance está servido.
