Erté, uno de los nombres propios del Art Déco

21 / 08 / 2020
POR María Leache

Su creatividad y versatilidad como ilustrador, escultor, diseñador de moda e, incluso, escenógrafo le convirtieron en una de las personalidades más influyentes del siglo XX. 

Ilustración creada por Erté.

Romain de Tirtoff, más conocido como Erté, fue una de las personalidades más influyentes del siglo XX. Con creaciones que van desde la ilustración y la escultura hasta la joyería y la moda, pasando por la escenografía para cine, teatro u ópera, este artista de origen ruso es considerado uno de los nombres propios del movimiento Art Déco. Y es que, su estilo, caracterizado por un trabajo minucioso que se mezcla con tintes de creatividad y excentricidad, ha servido como fuente constante de inspiración. Como uno de los artistas más copiado e imitado, 30 años después de su muerte sus sensacionales obras siguen estando presentes en los principales museos y colecciones privadas de todo el mundo. 

Estas son las claves para conocer a Erté, el artista que participó en la creación de los principios del diseño contemporáneo, entre París, Nueva York y Hollywood. 

Ilustración creada por Erté.

· SUS INICIOS COMO ILUSTRADOR ·

Nacido en el seno de una familia bien posicionada en San Petersburgo, Erté era hijo de Piotr Tirtoff, un almirante de la Flota Imperial Rusa. Este quería que su hijo siguiera sus pasos y formara parte del ejército ruso, pero él, en cambio, se mostró interesado en el arte. Principal motivo por el que se fue a vivir a París bajo el pseudónimo de Erté -sus iniciales pronunciadas en francés-. Tras estudiar arte, trabajó como ilustrador para La Gazette du Bon Ton y, al poco tiempo, fue contratado por Paul Poiret, uno de los modistas parisinos más importantes de la época. Con él, desarrollo una especial sensibilidad por la moda y la ilustración. 

Además de su trabajo como dibujante, Erté colaboraba con el costurero de la maison, creando algunos de los ostentosos disfraces que se llevaban en los populares bailes del momento. Así, comenzó a desarrollar su faceta de diseñador, que más tarde explotaría creando piezas para importantes artistas como Norma Shearer, Marion Davis o Joan Crawford. Sin olvidar su trabajo en diseño del vestuario de la histórica ópera parisina Folies-Bergère. Igual que sus ilustraciones, sus diseños tenían un estilo inconfundible que ha inspirado a figuras de la talla de Jean Paul Gaultier. Tras estallar la Primera Guerra Mundial, Poiret tuvo que cerrar su casa de moda y Erté dejó París. 

Ilustración creada por Erté.

· VINCULADO AL ART DÉCO  ·

El conjunto de su obra y, especialmente, sus ilustraciones, se caracterizaban por la fusión de un estilo romántico que se fusionaba con toques exóticos. La mujer fue protagonista absoluta en la mayoría de sus creaciones y su figura se representaba de forma lírica, acercándola a la androginia y el hieratismo. Por ello, sus trabajos se alejaban de un sentido único. Erté creó su propio universo, distanciado de la realidad, que lo vinculó con el movimiento Art Déco. Líneas geométricas y colores llamativos se materializaban en vestidos que evocaban elementos como jaulas, agua o humo. Una realidad fantástica que se convirtió en sello del artista. Erté, además, encontró inspiración en otros estilos artísticos como el Art Noveau y el Cubismo, así como en la antigua alfarería griega o el arte japonés y sus grabados en madera. 

Ilustración creada por Erté.

· ILUSTRÓ 240 PORTADAS PARA HARPER’S BAAZAR  ·

Tras dejar París, cruzó el charco para buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos. Con el Art Déco recién aterrizado en Nueva York, las revistas de moda de la época comenzaron a interesarse por artistas europeos para ilustrar sus cabeceras. Erté, consciente de que sus dibujos encajaban en esta nueva tendencia estadounidense, dibujó una portada que seis meses más tarde se convertiría en portada de Harper’s Baazar. Tras su interpretación de Sheherazade, colaboró con la revista durante 22 años. Más de dos décadas durante las cuales las portadas creadas por el interdisciplinar artista se hicieron muy populares, llegando a crear 240 diseños. Además de su trabajo para Harper’s Baazar, el ilustrador también diseñó para la revista musical Ziegfield Follies, entre otras, así como para diversas tiendas como Henry Bendel’s. 

Portada de Harper’s Baazar creada por Erté.

Portada de Harper’s Baazar creada por Erté.

 

· SU ETAPA COMO ESCENÓGRAFO  ·

Además de su trabajo como ilustrador, Erté desarrolló su talento y creatividad en otras disciplinas como la escenografía. Contratado por el diseñador de vestuario, Max Weldy, creaba el vestuario de las principales producciones teatrales. Funciones que mostraban su talento a lo largo y ancho del mundo con relevantes destinos como París, Barcelona o Nueva York.  Coincidiendo con los años de esplendor de la industria cinematográfica estadounidense, Erté trabajó con importantes personalidades del sector como Louis B. Meyer, jefe de la productora Metro Goldwyn Meyer. Su éxito en el mundo de la escenografía hizo que probara suerte en Hollywood, donde participó en numerosas películas como Ben Hur o La Bohème. Pero, tras descubrir que su vida en Los Ángeles le resultaba aburrida, decidió rechazar la extensión de su contrato con la MGM y regresó a París. Allí volvió a trabajar como ilustrador en revistas de moda. 

Ilustración creada por Erté.

· ALFABETO. SU DESTACADA OBRA DE JOYERÍA  ·

Mientras compaginaba su trabajo como ilustrador para revistas y diseñador de vestuario, estalló la Segunda Guerra Mundial y, como consecuencia, el trabajo disminuyó. Con más tiempo libre, Erté decidió explorar el mundo de la joyería. El resultado fue una de sus obras más valoradas, una serie de letras del alfabeto que empezaron formando parte de un proyecto gráfico para terminar convirtiéndose en una colección de broches. Tras ella, el artista siguió desarrollando su creatividad en el mundo orfebrería, donde sus piezas reflejaban la misma delicadeza, sofisticación y glamour que sus dibujos. 

Ilustración creada por Erté.

· SUS ÚLTIMOS AÑOS EN IMPORTANTES MUSEOS  ·

A los 75 años, con todas las metas cumplidas en su carrera como ilustrador, Erté decidió dar un giro a su trayectoria y probar nuevas disciplinas: la escultura  de bronce y la serigrafía. Una nueva faceta donde, gracias a su talento y creatividad, volvió a tener éxito. Tras conocer al galerista londinense, Eric Estorick, el artista tuvo la oportunidad de exponer sus obras en la Grosvenor Gallery. Tal fue su notoriedad que nombró a este vendedor de arte como su representante. Comenzando una colaboración que duraría casi 25 años. Juntos, llevaron su trabajo por los museos más importantes del mundo como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Victoria & Albert Museum de Londres o el Museo County de California, entre otros. 

Ilustración creada por Erté.