La lucha contra la ‘tasa tampón’

15 / 02 / 2016
POR Marisa Fatás

En muchos países, los políticos -hombres en su mayoría- todavía se niegan a retirar las tasas que convierten a  los tampones en artículos de lujo.
 

@oolailai

@oolailai

Ocho hombres, de un comité formado por once, votaron en Utah la semana pasada a favor de mantener la tasa sobre los tampones, compresas y otros productos de higiene femenina.

Fue Susan Duckworth, representante de la sección democrática, quien sugirió la propuesta de eliminar el impuesto sobre los tampones, pero también sobre los productos de incontinencia para adultos y pañales de los niños. El argumento de la petición es muy sencillo y, a pesar de que no es nuevo, sigue estando candente en muchos países: la tasa sobre los productos de higiene íntima es un peaje por ser mujer. Tener la regla no es una opción y las consecuencias que de ella se derivan no son un lujo sino una necesidad.

La web, Bloody Disgrace, pone dos ejemplos que son muy ilustrativos: en Inglaterra la carne de cocodrilo no es considerada un lujo, pero sí los tampones; en Canadá se podían comprar cerezas de cóctel sin ningún impuesto, mientras que los tampones se cargaban al 5% (por suerte, desde este verano, ese gravamen fue eliminado).

@bloodydisgrace

@bloodydisgrace

Sin embargo, la idea de que los gobiernos hacen dinero con los productos que penalizan a las mujeres por su condición biológica está cogiendo impulso y estados como Pennsylvania y Minnesota ya han eliminado los impuestos. Además, en Wisconsin, un legislador demócrata ha propuesto proporcionar tampones gratis en todos los edificios públicos. Incluso el presidente Obama, en una reciente entrevista, cuando le preguntaron por qué pensaba que compresas y tampones eran considerados un producto de lujo, respondió que suponía que era debido a que las leyes que aprobaban esos impuestos seguramente fueron hechas por hombres.

En nuestro país el IVA sobre los productos de higiene femenina es del 10%. Cargar una necesidad básica como si fuera un capricho es perpetuar la desigualdad y la discriminación. Por ese motivo es imprescindible eliminar una barrera que entorpece el acceso de las mujeres a sus derechos esenciales. En España también tenemos la suerte de que ya hay una campaña en marcha,
Por un IVA del 4% para los productos de higiene femenina que ya ha recogido casi 110.000 firmas.