Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, el verdadero germen del Orgullo LGTB

18 / 06 / 2020
POR David Alarcón

Participaron en los disturbios de Stonewall, lideraron las primeras marchas y defendieron la causa hasta el final de sus días. Las recordamos.

Marsha y Sylvia en lar marcchas del Orgullo Gay en 1978

En la madrugada del 28 de junio de 1969, la policía entraba en el pub Stonewall Inn como parte de una redada. Ubicado en el barrio neyorquino de Greenwich Village, este bar, convertido en lugar de encuentro de la comunidad LGTB en una época en la que la inmensa mayoría de locales denegaba el acceso a homosexuales, lesbianas y transexuales, era sometido a inspecciones rutinarias por parte de las fuerzas de seguridad cada cierto tiempo. Pero, lejos de constituir una redada más (con sus consiguientes arrestos y detenciones), esta noche estival supuso un punto de inflexión en la historia del movimiento. La comunidad LGTBI se revelaba entonces frente a un sistema opresor que amenazaba con silenciarlos para siempre.

Un año después de las movilizaciones emprendidas a raíz de los conocidos como ‘disturbios de Stonewall’, las primeras marchas del Orgullo Gay tomaron las calles de Nueva York y Los Ángeles. Por aquel entonces, los activistas LGTB pioneros en la historia del movimiento declaraban no estar dispuestos a volver al paradigma definido por la coacción, la violencia y el miedo. La chispa de la revolución había prendido con una intensidad sin precedentes. Y en este fenómeno fueron determinantes personajes como Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera; precursoras en la reivindicación de los derechos y libertades de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. Presentes tanto en la revuelta de Stonewall como en las primeras manifestaciones, ambas lucharon a lo largo de sus vidas por visibilizar la realidad del colectivo, alejada de la imagen estereotipada encarnada por un hombre blanco homosexual de clase media. A dos semanas de que se conmemore el Día del Orgullo LGTBI, las recordamos.

MARSHA P. JOHNSON

Marsha P. Johnson

Nacida en 1945 en Nueva Jersey, Marsha P. Johnson es considerada como una de las activistas más importantes del movimiento LGTB desde sus comienzos en la década de los setenta. Mujer trans, negra, prostituta, drag queen, artista y modelo de Andy Warhol. Hasta su muerte en 1992, P. Johnson nunca se detuvo en su camino por conquistar derechos para su comunidad, visibilizando a su vez una realidad que tendía a ser opacada por el propio movimiento: la de las mujeres transexuales afroamericanas. Conocida en ciertos sectores como ‘La Reina’, tal y como se indica en el documental ‘La muerte y la vida de Marsha P. Johson’ (2017), cofundó junto a su compañera -y activista- Sylvia Rivera la Steet Transvestite Action Revolutionaries (STAR); una organización dedicada a brindar ayuda a las minorías más vulnerables dentro de la comunidad, como las drag queens o las personas sin hogar.

Marsha P. Johnson

Tras años al frente de las movilizaciones y manifestaciones públicas, Marsha participó activamente en el grupo ACT UP, surgido en 1987 para promover la investigación científica y la asistencia sanitaria pública a raíz de la pandemia del sida. Su incansable lucha por las libertades LGTB, unida a un inconfundible carisma y un admirable sentido del humor, hicieron de esta mujer un icono en la historia del movimiento. El 6 de julio de 1992, su cuerpo era encontrado sin vida en el río Hudson. Si bien el informe policial determinó que se había suicidado, son muchas las pruebas que hacen sospechar que se trató de un asesinato. La activista transexual Victoria Cruz, quien combatió junto a ella en las manifestaciones incipientes del movimiento, trató de descifrar la incógnita de su muerte a través de un documental dirigido por David France, galardonado en el Festival de Tribeca 2017.

SYLVIA RIVERA

Sylvia Rivera (izq.) y Marsha P. Johnson (dcha.)

Junto a Marsha P. Johnson, la activista transexual latina Sylvia Rivera fue uno de los personajes imprescindibles en la liberación de la comunidad LGTB. Nacida en 1951 en Nueva York, esta joven de ascendencia puertorriqueña y venezolana lideró las primeras marchas del Orgullo Gay, después de haber vivido en primera persona los disturbios de Stonewall. Cofundadora del Gay Liberation Front y la Gay Activists Alliance, desempeñó un papel fundamental en la organización activista STAR junto a su compañera y amiga Marsha. Si hay algo que convierte a Rivera en un icono de la comunidad LGTB, es su perseverancia y tenacidad. Desde que encabezase la primera marcha a principios de los setenta, Sylvia se refirió al movimiento como ‘la revolución’, exaltando en todo momento la necesidad de concebirlo como una redefinición estructural del sistema definida por la empatía, el apoyo y la justicia.

Sylvia Rivera

“Me han pegado. Me han partido la nariz. Me han encerrado en la cárcel. He perdido mi trabajo. He perdido mi apartamento por la liberación gay. ¿Y me tratáis así?” pronunciaba Sylvia Rivera en un discurso en la Marcha del Orgullo de 1973, después de ser abucheada por parte de los manifestantes. Tras años combatiendo por visibilizar la realidad de transexuales, drag queens y miembros del colectivo en prisión, nunca logró recomponerse de la muerte de Marsha P. Johnson. “Cuando se fue, una parte de mi se fue con ella” comenta en el documental disponible en Netflix. Durante años se vio sumida en las adicciones, y en la última etapa de su vida se reincorporó a la vida política siendo invitada y homenajeada en el WorldPride Roma 2000. “Si no fuera por una drag queen, no habría movimiento de liberación gay. Fuimos las pioneras” declaró hasta su muerte en 2002.