Decimos adiós al diseñador pionero en subir la ropa interior y la de baño a la pasarela.
La moda se viste de luto, uno de sus mejores representantes nos ha dejado. Andrés Sardá falleció el pasado domingo a la edad de 90 años, pero su trabajo permanecerá imborrable con los años. Un trabajo que rompió con los convencionalismos del momento y que hizo que la ropa interior tuviera su lugar en las pasarelas del mundo.
Nacido en una familia ligada a la industria del tejido, aprendió de moda desde que era muy pequeño. Su personalidad creativa y rompedora le llevó a crear su propia empresa de lencería en la Barcelona de los años 60. Este estudiante de ingeniería textil concibió una ropa interior delicada y colorida usando tejidos como el tul, la blonda o los encajes. A la línea de ropa íntima se le sumó la de baño.
Imágenes del último desfile de la firma: SS20 Resort
Además fue pionero en llevar las colecciones de moda interior femenina a las pasarelas, en colaborar con fotógrafos como David Hamilton o contratar a modelos del momento con las que lucir sus diseños. Apodado «el rey de la lencería», transformó el sector e internacionalizó la moda Made in Spain por el mundo. Poco a poco fue afianzándose y conquistando el mercado del lujo obteniendo reconocimientos como el premio Creador del año del Salón de la Lingerie de París o el Premio Nacional de la Moda otorgado por la Reina Letizia.
Diseñador y mentor. Su trabajo sigue vivo en el legado que ha dejado a su hija, Nuria Sardá, quien desde 1998 lleva el mando de la firma homónima.
Andrés Sardá junto a su hija, Nuria, en uno de sus desfiles
Barcelona le vio nacer y ahora le despide. El modisto deja su hueco en la historia de la moda, un lugar especial para el creador de la lencería modera.
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