El diseñador sevillano convierte a la artista Leonor Fini en la musa de su nueva colección, reivindicando la importancia de hacer del desfile un auténtico show.
Libre, rebelde y osada. Así es la mujer por la que apuesta el diseñador sevillano Ernesto Naranjo. Una fémina que se sobrepone al ‘no’ de una sociedad que lucha ferozmente por romperle las alas. Ningún obstáculo es capaz de frenarla en su arduo camino por reivindicar quién quiere ser, y no se doblega ante ningún chantaje o amenaza.
Tras graduarse por la prestigiosa escuela Central Saint Martins de Londres, y después de haber trabajado mano a mano con diseñadores de la talla de John Galliano (en Maison Margiela) u Olivier Rousteing (en Balmain), Ernesto Naranjo decidió emprender su propio camino. Una corta pero prolífica trayectoria que le ha llevado a convertirse en uno de los talentos más prometedores de la moda española. Su particular universo estético, unido a un imaginario dominado por la reivindicación y la reflexión, configuran un estilo altamente reconocible y una propuesta totalmente distinta a las de sus coetáneos.
El andaluz presenta ahora su colección 005, en el marco de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. La propuesta, exhibida en la noche del pasado viernes en la Sala Polivalente del Centro Cultural Conde Duque, pretende homenajear a todas las mujeres que, en su momento, fueron rechazadas, apartadas o silenciadas por decir lo que pensaban y proclamar lo que sentían. Una colección que busca acercar algunos de los acontecimientos históricos más atroces y enigmáticos, como los Juicios de Salem, a la más reciente actualidad. Modelos de todas las edades, prendas reutilizadas de colecciones anteriores y una frenética banda sonora que culmina con el memorable single ‘Because the Night’ pusieron el broche de oro a una intensa jornada de desfiles.
Hablamos con Ernesto Naranjo para conocer más a fondo el mensaje que quiere trasladar con su colección 005, qué opina del panorama de la moda nacional y cuál es su método de trabajo.
Hace seis años, te proclamaste vencedor del certamen ‘Mercedes-Benz Fashion Talent’ con tu colección ‘Límite’; una propuesta que indagaba en la dualidad entre el caos de la ciudad y la tranquilidad del cielo. ¿Cómo recuerdas este momento?
Fue un momento de bastante sorpresa. Yo estaba en primero de carrera en Saint Martins, acababa de empezar y la colección fue una extensión del primer proyecto que se hace allí, que se llama ‘The White Show’; una presentación en la que todo es de color blanco. El primer look que abrió EGO fue el mismo que yo había presentado previamente para mi proyecto de Saint Martins. Aproveché la ocasión y amplié la colección a 20 looks, cogí el concepto inicial y lo amplié. Había empezado la carrera en Septiembre y gané en Febrero.
A lo largo de tu formación, has pasado por firmas tan emblemáticas como Maison Margiela, Balmain o Lane Crawford. ¿Cómo han influido estas experiencias en tu forma de trabajar?
Han influido muchísimo. John Galliano ha sido el pilar fundamental y lo sigue siendo. Me sigue dando consejos, hablo con él habitualmente, le mando mis trabajos y él me guía.
¿Qué es lo que más te marcó de John Galliano?
Él busca marcar la personalidad del diseñador. John ha tenido la suerte de pasar por marcas grandes y ha sabido adaptarse a lo que le pedía cada trabajo. Es muy maleable, ha sabido adaptarse a cada situación; y eso es algo que me encanta de él.
¿Qué diferencias adviertes en la forma de trabajar entre el ámbito nacional y el de otros países?
Yo he aprendido de John que el desfile es un show. Estamos presentando looks para la prensa, el comprador luego viene al showroom y ve las prendas separadas. Yo en el desfile presento el ADN de la marca, el concepto de la colección, el tipo de mujer que yo quiero… Por ejemplo, Galliano en el show nunca parece comercial, pero luego vas al showroom y ves las prendas por separado y te das cuenta que te las puedes poner perfectamente. Si no haces show, te vale con hacer un lookbook; no te hace falta gastarte dinero para hacer un desfile. Para mi es la campaña publicitaria de mi colección. La escenografía, el casting…. prefiero hacer algo pequeñito con menos opciones pero que tenga su gracia y que me represente. Ifema tiene muchas oportunidades, pero un desfile tras otro… el periodista se cansa. Traerle a tu universo es mucho más interesante.
Ahora presentas tu colección 005; una propuesta inspirada por todas las mujeres que se opusieron al sistema que les impedía ser quienes ellas querían ser. ¿Qué mensaje quieres lanzar al mundo con esta colección?
Quiero homenajear a las mujeres que fueron rechazadas o perseguidas en su época por decir lo que pensaban. Es un poco como esa caza de brujas que existía en los años 20 y 30, en torno a esas mujeres artistas que querían expresarse tal y como ellas eran y no querían ser catalogadas dentro de un movimiento artístico. En mi caso, lo llevo a la actualidad con este casting tan diverso que tengo, y lo relaciono con las redes sociales. Parece que hoy en día podemos decir lo que queramos, pero no es así; hay una caza de brujas en las redes sociales. Pongo el foco de atención en esas personas que han dicho no a la norma, no al canon, no a lo establecido; y sí a lo que quieren hacer y a su personalidad. La musa principal de esta colección es Leonor Fini.
¿De qué forma ha influido la figura de Leonor Fini en tu propuesta?
Leonor Fini es una artista italo-argentina a la que quisieron catalogar en un movimiento artístico, dentro del surrealismo porque ella representaba ninfas y mujeres con un poder extremo, y la he querido homenajear. Es la figura representativa de todas estas mujeres que presento. Es una mujer que siempre ha sido muy dramática, que se disfrazaba, rodeada de gatos… es una maravilla. Su obra convertía en objeto sexual al hombre y no a la mujer, en una época en la que el hombre artista utilizaba a una mujer sexualizada. En su época, en los años 20-30, ella hacía todo lo contrario. Esas ninfas son las que inspiran la propuesta.
¿Es esta tu colección más libre hasta la fecha? ¿Podrías definirla en una sola palabra?
Siempre me he sentido muy libre. En todas mis colecciones vas a ver piezas muy parecidas, mi ADN, mi esencia; pero con cada colección quiero transmitir un mensaje. En este caso, es sobre las mujeres que fueron perseguidas y la creencia de que ahora somos muchos más libres pero en realidad no.
Si tuviese que decir una palabra, diría ‘no’. No a la norma, no al canon, no a lo establecido, no a una estética predispuesta.
¿Por qué siluetas y materiales has apostado?
Hay terciopelos, organdíes, algodones y lanas. Hay tejidos sostenibles y prendas de colecciones anteriores. Quiero lanzar un mensaje a favor de la reutilización de prendas. Están puestas de otra manera, en otros looks, pero que ya se han sacado antes, para que la clienta sepa que no tiene que olvidarse de esa prenda y que se la puede seguir poniendo la semana siguiente. Parece que hay que cambiar cada seis meses, pero yo quiero proponerle a la clienta otra propuesta con la prenda que ella compró la temporada pasada.
Tu abuela y sus amigas ejercieron de modelos para tu anterior campaña. ¿Por qué decidiste incluirlas?
La colección otoño-invierno 2019 fue la primera que hice con mi familia, y esta última que he hecho, que es primavera-verano 2020, es una campaña donde aparecen las amigas de mi abuela de toda la vida, de un pueblecito de Sevilla. Yo estaba deseando hacer esa campaña porque me parecen todas fabulosas. La peluquera las llama ‘mis bolitas’ porque cuando salen de la peluquería salen como astronautas, y yo estaba obsesionado con eso. Desde pequeño me llevo muy bien con todas ellas. Iba a la peluquería con mi abuela cuando era pequeñito y les decía…’que pocos sostenibles sois, tanta laca eso es malísimo’. Quería reivindicar otro tipo de belleza. Muchas veces, cuando hablamos de mujeres mayores en desfiles, la mujer mayor que aparece es siempre una mujer que estéticamente se adapta a lo que está establecido. En la campaña que yo he hecho he escogido a señoras del pueblo que hacen su almuerzo todas las semanas, que se van a peinar los viernes por la tarde y que luego se toman un café juntas, con sus arrugas. No he hecho ni casting porque las quería a todas tal y como son, y cada una de ellas transmite lo que es: unas se ríen, otras son más tímidas…
¿Crees que la moda del futuro traerá consigo una mayor diversidad y pluralidad?
Sí, desde luego. En la rueda de prensa de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, hablaron precisamente de eso, de que iban a abrir el casting. A buenas horas. Yo llevo haciendo eso mucho tiempo, siempre he querido hacer eso, desde el principio. El panorama de mi familia es así, hay un matriarcado muy fuerte y me inspiran eso. Las mujeres de otras edades tienen una personalidad en la que saben perfectamente lo que les queda bien y lo que se adapta a su cuerpo, y así es mi moda. Son figuras geométricas que, con el tejido, se adaptan al cuerpo de la mujer. Mis fittings son super fáciles por eso, porque no hay que coger nada, todo fluye porque la prenda cae, y cae como cae. A las señoras mayores les pregunto qué look quieren, y ellas se lo prueban y deciden. Busco que se sientan cómodas.
¿ Cuáes son las principales diferencias de esta propuesta respecto a tus colecciones anteriores?
Hay formas geométricas como siempre. La principal novedad es una colaboración con la joyera Catalina D’Anglade. Yo siempre he sido quien ha hecho la joyería porque soy muy DIY y me encanta hacerla porque creo que tiene más sentido; pero encontré a Catalina. Catalina tiene ese rollo artístico-moda que me funciona muy bien. Ella es clienta mía, la conocí y empastamos muy bien. Puedes encontrarte a un joyero que te haga piezas espectaculares pero que sea una persona seria, pero Catalina representaba mi tipo de mujer, ella como persona, y hubo una conexión super rápida.
Este año hay forros que son muy largos y caen, y les he dicho a las chicas que los llevan que se den una vuelta; ellas mismas se lo han subido, como si el forro se le hubiese caído al abrigo. Se lo han puesto donde han querido. También tenemos sombreros, que es una cosa que hago bastante, pero estos ejemplifican muy bien la obra de Leonor Fini. Ella pintaba a sus ninfas con unos pelos grandes, y los sombreros hacen ese efecto. Ella me ha inspirado en los colores y en el dramatismo de las prendas.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
Vamos a abrir la web. Va a ser una web donde sean las clientas quienes me piden las medidas Quiero evitar producir por producir, no tiene sentido el mensaje que doy con que haga producción excesiva. La clienta puede pedir online, elige el color… es como si fuese a medida, pero online. Tarda en llegar 2 o 3 semanas y ya está.
Por lo demás, seguir con mi marca, que estoy muy contento.
¿Hacia donde debe dirigirse la moda?
Yo siempre he dicho que nos tenemos que ir hacia nuestras abuelas, hacia lo más simple. A los jóvenes nos machacan mucho con el tema de la sostenibilidad pero no tenemos dinero para comprar material sostenible, porque comprarlo es muy caro. Tenemos que ir a los orígenes, a producir menos, a esos armarios chiquititos como los de nuestras abuelas. Ellas tenían ropa de domingo para cuando iban a misa y ya está.
¿Qué consejo le darías a un joven diseñador recién graduado que sueña con crear su propia firma?
Le diría que tuviese fuerza y que apostase por lo que realmente quiere. Hay que apostar por lo que uno quiere porque sino al final te contaminas. Acabas intentando seguir las tendencias para poder vender y para poder llegar a ser lo que es otra persona. Pero también tienes que ser consciente de que si quieres estar en este mundo y que sea duradero, tienes que hacer algo poco a poco. Yo siempre cojo de ejemplo a Dries Van Noten, que es una persona lineal, no ha tenido altibajos. Siempre me ha inspirado en cuanto a que no es el diseñador top que sale en prensa ni va a estar en bancarrota, porque es una persona que vende, que está ahí y que tiene su clientela. El éxito no es el éxito de un día, no es haber vestido a una u otra celebritie. El éxito es tener un público que sea fiel a ti, y que dentro de 10 años te siga comprando.
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Fotos: Davit Ruíz