¿Qué hay de nuevo? Que otra moda sea posible depende de ti y de mí

25 / 06 / 2024

¿Qué hay de nuevo? La columna de Estel Vilaseca para VEIN.ES

Mientras nos preguntamos si nos gusta o no la nueva colección de Alessandro Michele para Valentino; mientras nos despedimos de Dries Van Noten y pensamos si este adiós será el fin definitivo de una época; mientras especulamos con quién logrará la dirección creativa de Chanel ahora que Virginie Viard se ha ido. Mientras hacemos todo esto, gigantes como Shein y Temu despachan al día miles y miles de prendas y productos que copian, replican y producen a la máxima velocidad posible al mínimo coste. En concreto, Shein, puede llegar a ofertar 1,3 millones de prendas al año frente a las 35.000 que ofrece Zara o las 25.000 de H&M. En 2023 se consumieron un total de 183.800 millones de piezas de vestir, la mayoría prendas para mujer. Si tenemos en cuenta que en el mundo somos 8 mil millones de personas, nos salen a 228 prendas por persona al año…Estos números de vértigo responden a una cultura de consumo de usar y tirar, cada vez compramos más y usamos menos las cosas que compramos. El sobreconsumo, el motor de muchas de las problemáticas actuales, ha sido el tema central de la nueva campaña “Too Many” de Vinted. A modo de parodia, esta serie de anuncios bajo de la dirección creativa de Emma Sullivan, nos invitaban a reflexionar sobre ese impulso que nos lleva a guardar en el fondo de nuestro armario un buen montón de cosas que ya no nos ponemos, porque no nos caben, porque no nos gustan…

 

 

Hace ya más de quince años que empecé a escribir sobre moda y sostenibilidad. Cuando esta palabra todavía gozaba de cierto sentido me pareció urgente dar voz a aquellos diseñadoras y creativas que trabajaban con la convicción de hacer las cosas diferentes. También explicar cómo podíamos tener una relación más saludable con la moda: haciendo compras meditadas, informándonos muy bien de qué y a quién comprar, cómo podemos alargar la vida de nuestras prendas…A pesar de que en el mercado hay ahora una gran oferta de marcas pequeñas que apuestan por la producción de proximidad, responsable y con diseño propio, les sigue costando mucho ser competitivas. Estos días se despide en las redes Verbena Madrid, una marca de complementos artesanales que nació en 2016. Se van porque “no podemos ganar esa batalla. Y no estamos preparadas para bajar el nivel ni la calidad de lo que hacemos”. Su marcha se suma a la de una larga lista de emprendedoras con productos fantásticos que si bien contaron con el apoyo de la prensa y una buena masa crítica de seguidores, no fueron capaces de ser sostenibles económicamente teniendo en cuenta las dinámicas de mercado actuales. Por esto es tan importante apoyar a todas estas marcas que nos gustan en proporción a nuestras posibilidades, ya sea comprando sus productos o pasando a formar parte de su comunidad en redes. También es nuestra responsabilidad informarnos más sobre lo que compramos. Las nuevas legislaciones a nivel europeo que buscan regular el sector textil nos ayudarán a ello, ya que pronto, las marcas nos tendrán que informar de forma mucho más detallada y transparente sobre los procesos de producción y circularidad de la moda que compramos. Me fascina el trabajo que están haciendo desde Lab Wear Studios, donde nos explican de forma muy clara un montón de cosas a cerca de nuestra ropa que nos ayudarán, sin duda, a tomar decisiones más informadas de nuestras compras.

 

 

Aunque estemos muy concienciadas, los últimos estudios demuestran que, al menos en España, el precio sigue siendo el factor que más pesa en las decisiones de nuestra compra. Cambiar esta tendencia está en nuestras manos. Podemos escoger mirar al otro lado, o, de una vez por todas, empezar a hacer las cosas de forma diferente. No hace falta hacerlo de golpe, podemos probar con pequeños cambios. Yo, en mi caso, empecé a dejar de ir a ciertas tiendas, como una especie de ejercicio de desintoxicación, y comencé a comprar prendas de segunda mano de marcas que me gustaban. También aprovecho, siempre que necesite una prenda, las ventas especiales de las firmas que me gustan y admiro. Si no os lo habéis leído todavía, “La moda justa” de Marta D. Riezu puede ser un buen acompañante en este viaje. “Uno no acomete cambios reales hasta que aflora la prima borde de la voluntad: la indignación. Calculé a ojo la fortuna que había lanzado a las fosas abisales en mi veintena, cuando me fundí con Zara en una unidad de destino. Estaba eligiendo mal. Se pueden tener buenos propósitos, pero lo realmente infalible es llegar a ese punto de no retorno, a ese hartazgo. Concluí que no me hacía falta nada más. Reunía en un armario ropa para varias vidas. Podía deshacerme de todo y empezar de cero, pero el gesto más cuerdo era disfrutar lo que ya estaba allí. Nuestros abuelos, como siempre, llevaban razón: mejor tener poco y bueno”.