¿Acabará la ropa de segunda mano con el imperio del fast fashion?

27 / 04 / 2018
POR Belén Rubiales

Según un informe reciente, la reventa de prendas usadas podría superar a la moda desechable de aquí a 10 años.

 

Frockney Rebel Vintage

 
Parece que el pasado ha vuelto para quedarse: la compra de artículos de segunda mano sigue creciendo como la espuma, y no tiene intención de parar. Si el otro día Stella McCartney afirmaba que «solo el 1% de la ropa es reciclada«, según el informe, para el año 2027, 1 de cada 3 armarios será de ropa de segunda mano, la cual habremos adquirido sobre todo a través de internet, al ser el canal favorito de este tipo de mercado, que crece 24 veces más rápido que la moda en general, y que podría destronar muy pronto a los reyes del fast fashion y causantes de impactos negativos en el medio ambiente, como Inditex, H&M o Forever 21.
 
Sorprendentemente, la generación millenial viene pisando fuerte en lo que a concienciación medioambiental se refiere, y aunque se caracterizan por ser tremendamente derrochadores – se cansan de la ropa tras 4 o 5 puestas – el 77 por ciento se inclina por una moda más sostenible, asegurando comprar a marcas que sigan esos principios, e introduciéndose cada vez más en este mundo ecofriendly que da más de una vida a las prendas. Una iniciativa más que acertada, teniendo en cuenta que las últimas investigaciones concluyen que alrededor del 85 por ciento de la contaminación marina la componen microfibras como nylon, poliéster o spandex, empleadas en la elaboración textil. Dichas partículas no sólo son perjudiciales para el océano y sus habitantes, sino que también producen enfermedades de la piel en humanos, así como problemas de fertilidad y cáncer.
 

hk rajasekar/India today/getty

 
Afortunadamente, profesionales trabajan desde hace ya unos años para encontrar materias primas menos contaminantes, que se sumen a su vez a procesos de producción más sostenibles. Además, trágicos sucesos, como el derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh, han impulsado el movimiento Fashion Revolution, que pretende concienciar y hacer transparente el quién, el cómo y el cuándo de nuestra ropa, y al que ya se han sumado diseñadoras como Stella McCartney o Vivienne Westwood.
 

Rebecca Gallagher encontró esta nota en la etiqueta de un top de Primark

 
Si a todo ello le añadimos que vintage shops (en Madrid ha abierto recientemente sus puertas Vintalogy, la más grande de Europa)y flea markets están en constante auge, y que todo lo que lleve la etiqueta ‘retro’ es tendencia, no es de extrañar la proliferación de empresas o plataformas virtuales dedicadas a la compra-venta de artículos de segunda mano, donde muchos de ellos están casi nuevos – a veces conservan incluso la etiqueta – a la mitad de su precio original. Asimismo, las prendas vintage suelen ser de una calidad superior a las actuales, garantizándonos en muchas ocasiones que son prendas únicas y originales.
 
Esta nueva forma de llenar nuestros armarios es uno de los cambios más importantes que ha experimentado la industria de la moda en años, y si las estadísticas son ciertas, el resale o reventa no tiene ninguna intención de desaparecer. Siguiendo una vez más el informe, el ya gigante Thredup calcula que, para el año 2022, el mercado de segunda mano tendrá un valor aproximado de 41 billones de dólares, de los cuales el 49 por ciento vendría de la ropa.