Alejandro Abadía: «Lux in Tenebris es una forma de contar una historia, una experiencia y una evolución desde lo más interno hacia lo externo»

10 / 12 / 2024
POR Marian Coma

Con ‘Lux in Tenebris’ Alejandro Abadía fusiona emociones personales y técnicas innovadoras para dar vida a una historia de resiliencia y transformación, inspirada en la experiencia de su madre con discapacidad visual. Su creador, finalista del Premio David Delfín, nos revela el proceso detrás de una obra que mezcla arte, moda y ciencia en busca de un mensaje poderoso.

Alejandro Abadía, diseñador murciano nacido en 2001, transforma emociones personales en moda. Inspirado por la experiencia de su madre con discapacidad visual, reflexiona sobre cómo las limitaciones físicas moldean la relación con el entorno. Formado en instituciones como el AMFI y la UCA, y actualmente en un máster en el London College of Fashion (UAL), combina su bagaje internacional con una visión única que ya le valió el premio a la mejor colección en ESDI.

En Lux in Tenebris, Abadía investiga la interacción entre cuerpo y prenda a través de volúmenes que crean distancia entre ambos, simbolizando la coraza emocional de quienes viven con visión reducida. Estas piezas, cargadas de técnica y significado, consolidan su lugar en el diseño contemporáneo como una voz emergente con impacto social. En #VEINDIGITAL hablamos con él de todo ello.

La inspiración de tu colección nace de la historia de tu madre. ¿Cómo fue el proceso de convertir una experiencia tan personal en un proyecto creativo?

Fue un proceso duro, pero a la vez muy gratificante. A pesar de que en ocasiones dar voz a una realidad dolorosa no es sencillo, creo que me sirvió para comprender a nivel tanto científico como emocional muchos de los momentos clave de toda esta transición y de los sentimientos que esta ha generado en mi madre. Extrapolar todo el concepto al mundo creativo y de la moda fue todo un reto. Al tratarse de una temática apenas explorada fuera del ámbito científico, tuve que partir desde cero para poder generar todo el universo de recursos que utilicé para realizar la colección y para justificar todas mis decisiones y que se conectasen entre sí y con el concepto.

¿Qué referencias externas, ya sean artísticas o culturales, influyeron en el desarrollo de ‘Lux in Tenebris’?

Las principales referencias que usé para realizar la colección fueron los sentimientos que la degeneración macular despertaban en mi madre. Ella describía su estado como el de estar encerrada, metida en una cueva, atrapada en un globo o tras cortinas de humo, aislada del entorno. Hice uso de siluetas de arquitectura y escultura brutalista, así como de diversas esculturas de estilo conceptual y pop, como pueden ser las de Jeff Koons, que me recordasen a estos conceptos, para generar una serie de collages de los que más adelante poder sacar las siluetas de la colección. Desde un primer momento tomé a Cristóbal Balenciaga y varias de las colecciones que creó a lo largo de su carrera como fuente de inspiración. Después acerqué todo ese mundo a recursos técnicos del mundo de la moda más actuales, presentes en colecciones como las de Daniel Roseberry para Schiaparelli o Harris Reed.

Hablas de crear una «coraza» para representar cómo las personas con visión reducida enfrentan el mundo. ¿Qué técnicas o materiales te ayudaron a transmitir esta idea?

Los principales recursos que utilicé para representar esa idea fueron, de un lado, a nivel textil, el grosor del paño y su rigidez, y por otro lado, la organza dispuesta en infinitas capas para crear esos volúmenes dando sensación de distancia y de estar atrapado bajo una montaña de tejido. A nivel técnico, todos los volúmenes creados con los patrones, sustentados por ballenas, estructuras metálicas y crinolina, me dieron la posibilidad de representar esa delimitación de la reducida zona de confort del individuo y de la barrera contra el exterior que estas personas se generan como modo de protección.

¿Cómo decidiste la progresión metamórfica de los looks en la colección y qué buscabas comunicar con ella?

Desde un primer momento estuvo presente el hecho de que toda la idea de la colección evocaba una metamorfosis, por la evidente conexión que tiene con el proceso degenerativo. Al comienzo no encontraba la forma de que la representación de tal transformación resultara sutil. Tras la producción de los collages que anteriormente comentaba, hubo tres en concreto que me apasionaban. Fue ahí, intentando conectar tres ideas que a priori eran diferentes a nivel estético, ya que iban de una forma muy arquitectónica y estructurada como la del look inicial, a una mucho menos rígida como la del look final, cuando decidí implementar el concepto de la metamorfosis como hilo conductor entre los diferentes looks para así hacer una referencia directa a esa degeneración visual y proceso de pérdida.

 

La elección del blanco y negro tiene un simbolismo profundo en tu trabajo. ¿Qué significados adicionales buscabas transmitir con estos colores y su disposición?

En un inicio la elección del blanco y negro fue debido a que son colores con un alto contraste entre sí y esto facilita la visión a las personas que la tienen disminuida. Poco después caí en la cuenta de que estos dos colores también hacían referencia al luto en Oriente y Occidente respectivamente. Tratándose de un trabajo que versa en torno a la pérdida, este significado reforzaba aún más la importancia de su elección. En última instancia, creo que el simbolismo más importante de ambos colores es que representan toda una vida de luz (blanco) y de oscuridad (negro), y de la necesaria adaptación a un problema degenerativo que no tiene remedio ni final. Este último significado es el que da nombre a la colección “Lux in Tenebris”.

En la colección usas volúmenes y líneas curvas para representar la percepción visual limitada. ¿Cómo fue el desarrollo técnico de estas formas?

El desarrollo técnico de la colección fue complejo, ya que al trabajar con un tejido muy pesado y querer hacer estructuras muy grandes, hube de realizar un proceso de ensayo y error hasta llegar al resultado deseado que mantuviese el volumen. Además, trabajar con la organza, pese a ser un tejido más sencillo de utilizar, requirió de mucho tiempo para poder aplicar todas las capas hasta alcanzar una representación fiel del sketch inicial. A la hora de generar las curvas también hizo falta realizar diversos prototipos, ya que sobre un maniquí en 3D las diversas formas curvadas muchas veces se veían de manera diferente a como se podían imaginar en el sketch o en el patrón en 2D.

¿Qué retos enfrentaste al trabajar con tejidos tan contrastantes como el paño de lana y la organza?

Los retos son muy diversos y además enormemente diferentes. Al tratarse de una colección con mucho volumen, diría que el principal reto con el paño fue el de crear unas estructuras suficientemente resistentes para poder soportar el peso del tejido y poder crear los volúmenes deseados, ya que, por el alto gramaje, oponía mucha fuerza. Por el contrario, en el caso de la organza, por la ligereza del tejido, el reto fue crear la innumerable cantidad de capas que eran necesarias para poder generar los volúmenes deseados, ya que al fruncir el tejido, un gran metraje apenas resultaba en unos centímetros de fruncido, lo que hacía complicado poder ganar volumen con facilidad.

Ganaste el premio a mejor proyecto en ESDi y fuiste finalista del Premio David Delfín en SPAM. ¿Qué significan estos reconocimientos para ti?

Para mí estos dos reconocimientos son una afirmación de que el trabajo por el que uno lucha tanto, sobre todo en los comienzos, es valioso y ha sido bien realizado. Por un lado, el premio de ESDi es el broche de oro a las innumerables horas de trabajo y los distintos retos que he vivido entre las paredes de mi universidad, y es un buen empujón para seguir creyendo en mi visión y mis proyectos. Ha sido un buen primer contacto con figuras del mundo de la moda alejadas del entorno universitario que han validado y aprobado mis ideas. Por otro lado, la oportunidad que me ofreció el Premio Internacional David Delfín ha sido única. He recibido la reafirmación de un público experto, que pese a no conocerme de manera personal ni tener contacto alguno con mi universidad, ha valorado el esfuerzo, apoyado mi visión de proyecto e impulsado a seguir creciendo y creyendo en mí.

¿Cómo viviste el proceso de presentar tu colección en un evento tan importante como SPAM en La Térmica Málaga?

Participar en SPAM fue una experiencia increíble. Todo el proceso hasta llegar al día del desfile fue inolvidable, desde los fittings a montar toda la instalación con la que presentarle la colección al jurado. La mejor parte, sin lugar a duda, fue la posibilidad de participar en un proyecto relacionado con la moda, real, alejado de las dinámicas estudiantiles. Con un gran equipo, técnicos que nos pudiesen ayudar y un gran despliegue de infraestructura. Durante los días que pasé en el certamen pude conocer a muchísima gente con diversas historias detrás de las que poder aprender. Fue increíble la oportunidad de poder presentar mi colección de final de carrera en un entorno como La Térmica, delante de un jurado de tanto prestigio como el que hubo en esta primera edición. Además, considero que el ambiente durante los días que duró la experiencia fue muy enriquecedor, sin rivalidades, solo nueve candidatos reunidos por su pasión por la moda, con ganas de involucrarse, ganar conocimiento y vivir la experiencia, y con todo un equipo involucrado en hacer de la experiencia un evento para recordar.

Actualmente estás cursando un máster en Fashion Design Management en el London College of Fashion. ¿Cómo está ayudando este programa a potenciar tu carrera?

La moda en una ciudad tan importante como Londres es un mundo apasionante. Siempre está ocurriendo algo. Existe una oportunidad constante de conocer gente y asistir a eventos; es una incansable fuente de estímulos de los que seguir obteniendo nuevas ideas y perspectivas. Las oportunidades son infinitas, puedes estar un día viendo a Robert Wun en una conferencia, al día siguiente hablando con Simone Rocha en su firma de libros y después tener una masterclass en la universidad con el CEO de Mulberry. En mi caso, además de la posibilidad de tener todas estas vivencias, creo que me está ayudando indiscutiblemente a obtener esa visión de la moda en un ámbito más empresarial o técnico, que considero que en las carreras de diseño de moda se estudia en menor profundidad, pero que tiene una gran importancia al incorporarse en el mundo laboral. Creo que el día de mañana estaré más preparado que antes para los retos a los que me pueda enfrentar en cualquier empresa.

¿Cuáles son tus próximos pasos? ¿Te gustaría emprender tu propia marca o trabajar en una firma de prestigio?

Una vez finalice mis estudios en el London College of Fashion, considero que tendré un buen balance de conocimientos entre el mundo de la moda gracias a la carrera de diseño que realicé en ESDi, y el mundo más empresarial y técnico que estoy estudiando en Londres. Creo que lo ideal sería trabajar durante unos años en una gran empresa de moda y aprender de los mejores y de los mejores procesos, para así luego poder volar y emprender mi propia marca con todos los conocimientos adquiridos. Además, trabajar en una firma consolidada me abriría puertas para darme a conocer en el sector y tener una red de contactos mucho más amplia.