Bombón y el movimiento DRAG en Colombia

30 / 08 / 2021
POR María Antonia López Arango

«Tratamos de apoyarnos mucho entre maricas y cada vez, en cada ciudad, van surgiendo grupos de hermanas».

Foto: @darkillart

El movimiento DRAG está en crecimiento y cada vez más permea los distintos bares, teatros y espacios de entretenimiento del mundo; ha sido un avance para la comunidad, dado que ha sido un grupo históricamente discriminado y relegado. En Colombia, el movimiento DRAG está cada día más fuerte y, de a poco, se están derrumbando esos tabús que encasillan a las dragas y que les impiden tener mejores oportunidades laborales y una mejor calidad de vida que les permita vivir de su personaje. 

El término DRAG responde al acrónimo Dressed As a Girl (traducido literalmente: vestido como mujer) y nace en la mitad del siglo XIX en Oriente, en donde se llevaban a cabo representaciones teatrales que eran conocidas como burlesque victoriano. Ahora, el movimiento de Drag Queen es enorme y está bien posicionado en el mundo del entretenimiento, con una de sus principales exponentes como lo es RuPaul, quien inició su programa televisivo RuPaul’s Drag Race en 2009, y ahora ya cuenta con 13 temporadas y 44 nominaciones al Emmy, siendo galardonada con 14 estatuillas. 

En Colombia, Joan Sergio Sepulveda, el nombre detrás de Bombón (24 años), es una de las dragas más fuertes, reconocida por su alegría, sus bailes extrovertidos y su dulce sonrisa con la que acompaña cada frase que dice. Bombón, junto con sus otras hermanas, son las encargadas de seguir promoviendo el movimiento drag colombiano y seguir creciendo para alcanzar la meta de pisar escenarios internacionales y estar en frente de la cámara de un programa como el de RuPaul. 

¿Cómo inicias en este mundo de las Drag Queens? 

Comencé con Bombón a los 16, una drag muy pollita; todavía no iba a los bares, claramente. A los 17 ya más o menos tuve mis escapaditas a los bares, con contactos bajo cuerda en cada bar. Ahí conocí a mi madre drag, Horus, una de las grandes, gran maquillador, trabaja en grandes producciones televisivas acá en Colombia y él fue el que me instruyó con una hermana que se llamaba Golden, y ahí comenzó a crearse Bombón. La primera vez que fui a un bar drag fui solo; ya la segunda vez, tenía 18 y era todo legal (se ríe). 

Al inicio, no tenía nombre, entonces siempre me decían Pollita. Cuando comencé, yo le dije a Horus: “Yo quiero crecer, a mi me gusta bailar, me gusta actuar y quiero sentirme en mi salsa”. Ahí ya estaba el auge de RuPaul’s Drag Race, y yo conocía a Las Canarias; mi madre no es drag americana, su estilo es más de Palmas, de Gran Canarias en España, ese es más su estilo: botas de 30 cm, la marica con su tapa rabos. El drag de ella es un poco más masculino, es un híbrido masculino, el mío se convirtió en un híbrido femenino, porque a mí sí me gusta lo femenino.

Ya pasó el tiempo, me lancé solita a unos concursos y ahí comenzó la travesía. Estaba en la universidad en tercer semestre y fui a un concurso y les gustó muchísimo. En la universidad ya me decían Bombón porque éramos un grupo de danza urbana en la universidad y éramos 3 chicos nuevos, y al capitán se le ocurrió decir: “Se parecen mucho a Bombón, Burbuja y Bellota”, y pues claramente cogí Bombón. De ahí ya pasó toda la estructuración de lo que era Bombón, comencé a explorar más mi personaje, me metí a Teathron; mi sueño era literalmente ser parte del STAFF de Teathron, porque es el bar que mejor paga acá en Colombia; empecé a crecer más y a conocer a más dragas. Y así se fue construyendo Bombón: una fishy queen, una show girl, porque soy a nivel nacional la que mejor baila, la que mejor hace lo suyo con el público. Ya estoy radicada en Cali, porque por acá me adoptaron y cómo me dicen ellos: tengo la greencard caleña. 

 ¿Cómo funciona el mundo del drag? ¿Cómo te mueves?

Tú sabes que en Colombia todo es palanca. Mi madre fue la que me dio buenos contactos al principio. Somos muchos las drags que hemos estado tratando de sacar shows de los bares e irnos a los teatros, a diferentes espacios, y es un proceso difícil todavía en Colombia, pero se está logrando. Ya tenemos una exponente bastante grande que es Miss Lesley Wolf, que es como la TOP, porque él es actor y explotó todo ese talento de maestro actoral y lo ha sabido aprovechar.

En Cali sí estoy radicada con Regia Bar, acá soy la host, soy la presentadora de jueves y sábado. También tengo mis shows a parte todavía, me contratan mucho en distintas ciudades del país; ahora Bogotá está abriendo un poco más los teatros; acá en Cali, hago parte con mis hermanas del Movimiento Drag Cali (MDC), es en el teatro del Presagio y es la casa principal de MDC, donde sacamos bastantes obras, como la que tenemos ahora que se llama El Cabaret MDC, nos presentamos literal 13 maricas ahí de la casa. 

¿Qué estudiabas en la universidad?

Estudié diseño de modas, no lo alcancé a terminar, pero aún así me declaro diseñador de modas, soy la que se construye la mayoría de sus cosas; cuando algo me queda grande, lo hago todo a mano, porque no tengo máquinas. Sí terminé la carrera como maquillador profesional. He querido estudiar más, pero pues la pandemia y las protestas me han limitado un poco. Esta nueva ciudad me adoptó y aquí estamos, porque yo sí vivo del DRAG, no muchas podemos decir eso. 

¿Cuáles son todos esos cuidados físicos para mantener a Bombón fuera de personaje?

Bombón es de mucho cuidado, porque resulta que yo tengo un cuidado extra conmigo mismo, ya que sufro de dermatitis atópica y me toca cuidarme bastante la piel. Ya imaginarás: me maquillo cada ocho días, dos días seguidos, a veces hasta cuatro, y es un poco fuerte para la piel, sin embargo, ahí tengo mi tratamiento, trato de pagar el especialista cada vez que puedo, porque tengo sueldo de drag, tampoco es que ¡uf!, gane montones, así que toca ahorrar. El cuidado de las uñas es fundamental para mí, porque es la fantasía con la que la gente la ve a uno; siempre las mantengo así arregladas o más corticas. Cuando las tengo muy feas, me pongo guantes con uñas. La depilación de las cejas me la hago yo con depilador de mano. En cuanto al pelo, me hago algo que aprendí de las PRO de América y es que no tengo patilla, ¿por qué? Porque en esa parte es donde se pega la peluca. 

¿Cuánto te demoras para entrar en personaje?

¡Ufff!, si tú quieres una Bombón bien arreglada, bien on point, tres o cuatro horas, entre maquillaje y vestimenta, dado que me hago todo el maquillaje.

En tu lugar de trabajo, ¿tienen exigencias sobre cómo debería ser la apariencia física para dar los shows?

Acá donde estoy, se llama Regia Bar, es el bar más marica de Cali, literalmente, así lo tenemos nosotros como eslogan. Ahí en la página del bar ya pusimos toda la cuestión de: ¿qué es ser regia? En Regia puedes ser travesti, puedes venir vestido como te dé la gana, no hay ningún tabú sobre la sexualidad, las trans entran divinamente, no hay ningún problema. Es un lugar seguro, bonito, bastante marica, porque lo es, y eso es lo que estamos implementando, que no hayan esas reglas. Entonces entre nosotras tampoco hay exigencias, somos más libres, y antes queremos explorar más de esas diversidades que hay entre nosotras, porque hay drags que son calvas, hay drags que no se tapan la ceja. Hay drags que son una locura y eso es lo que venimos explorando para fomentar esa multiculturalidad. 

¿En qué consiste un show de Bombón?

Mi show cambia constantemente: yo actúo, bailo, me abro de piernas, hago gimnasia. En el último show se me rompió un tacón y bailé casi 7 minutos con el tacón así. Mis shows siempre tienen esos altos y bajos, hay ocasiones que yo me puedo abrir muchas veces de piernas, otras no me vas a ver abriéndome de patas, sino que es algo más artístico. Puedo estar haciendo una canción de plancha y luego una canción súper atacada y luego animando a la gente. Es muy diverso, pero siempre está la felicidad que le imprimo y ya me dijeron que es lo que me hace única entre todas.

¿De dónde viene tu cercanía con el baile?

El baile siempre ha hecho parte de mi vida y ser así súper exagerada. Mis papás también desde chiquito me ayudaban con los disfraces, me quería disfrazar y me complacían, y a pesar que ya creciendo fue complejo, porque son exmilitares, son de la milicia los dos, entonces mamá y papá cuando crecí decían: “¿Qué es eso?”, “¿Qué es lo que estás haciendo?”, pero siempre me han apoyado. Ahora último ya no es raro escuchar a mi papá o a mi mamá decir Bombón, a veces ni siquiera me dicen Joan e incluso mi papá dice cosas como “esas bombonadas” o me pregunta “¿está haciendo bombonadas?” y yo “sí, papi, acá estoy haciendo bombonadas”. 

Eso sí agradezco mucho; fue un proceso bastante difícil durante cuatro años, pero valió la pena porque ahora todo está en su lugar, por decirlo así.  Acá en Cali, ya tratando de conseguir un segundo trabajito de verdad, por lo menos en las mañanas para poder salir de donde estoy porque no estoy muy bien ubicado y me toca aguantar muchas cosas, pero ahí vamos. Creciendo en esto porque también la pandemia me quitó una gran oportunidad que era ir a Estados Unidos.

Dentro de los grupos drag, ¿cuál es el sentimiento que predomina entre las dragas? ¿de hermandad o competitividad?

Hay de todo. Al principio del drag que yo vengo cuando estaba con mi madre, no se veía esta hermandad, ese drag era heavy, a las travestis antes les tenían miedo. Algunos abuelitos, algunas personas entre los 40 y 50 años tienen esa idea de que las drags son peligrosas y pues claro, en ese tiempo había mucha discriminación y pues a uno le tocaba defenderse como fuera. A mi me tocó vivir esa transición del drag anterior y clásico a la nueva era; a mi sí me tocó vivir la envidia, casi me pegan con un tacón por ganar una corona, porque la marica no soportó que yo ganara.

Ahora, se está cambiando esa idea y estamos uniéndonos mucho más y tratamos de apoyarnos mucho entre maricas y cada vez en cada ciudad van surgiendo grupos de hermanas. 

 ¿Cuáles son tus referentes  a nivel internacional, nacional y regional?

Claramente Ru Paul, por muchas razones, así tenga sus contras, como todos. La admiro demasiado, yo diría que con Ru Paul inspiró muchas veces, porque la marica salió de por allá de los rincones más recónditos de Hollywood, se formó su carrera como pudo, en los 90’s sacó su canción y fue un éxito, después la marica ya siguió y sacó el programa en 2009 y el programa ahora ya cuántos Emmys no ha ganado, cuántas maricas que ahora son famosas han pasado por ese programa y saben que eso es una plataforma enorme. Lastimosamente en Latinoamérica no tenemos tanto consumo drag como para traerlas a todas, pero sí, Ru Paul es una grande. 

Otra que yo diga, claramente mi madre, la Horus es otro cuento; Cookie que es de España, porque es de las primeras que yo primero vi, dado que yo vi primero canarias antes que americanas entonces siempre me van a agradar las drags altísimas, y creo que eso se me quedó, también porque soy chiquita, y se me quedó usar zapatos grandes de 20 cm.

¿Cuál es el aprendizaje más bonito que te ha dejado desempeñarte como drag?

Quererse uno mismo; ese es el aprendizaje más grande que me ha dejado el drag. Bombón para mí es una coraza, a veces sin ella me hacen mucha falta actitudes y cosas que Bombón tiene. Yo de niño soy muy tímido, Bombón es más atrevida, más expresiva, a veces de niño no soy así. Bombón me hace quererme bastante porque hubo un tiempo muy oscuro en mi vida que no me quería mucho. Y ya Bombón, mis hermanas me fueron dando ese amor que en cierto momento sentía que me faltaba, porque tenía el amor de mis papás, pero el mío no, y eso me lo vinieron enseñando con el drag. 

¿Qué le depara el futuro a Bombón y a Joan?

Joan depende mucho de Bombón y siempre lo he dicho. Realmente se convirtió en mi todo y yo ahora vivo de eso. Como dependo de Bombón, para Joan lo que le depara es que con esas ganancias que tiene Bombón pueda construir un salón de belleza o un estudio de maquillaje que es la meta, porque ni siquiera es un sueño, es una meta. 

Para Bombón… yo no tenía tantas cosas planeadas. La meta más grande es salir en un programa de TV, pero literalmente en un programa de TV. No así en un cameo, NO, en un programa de TV; si el concurso de RuPaul’s Drag Race llega a Latinoamérica, seré de las primeras que estará ahí metida, a ver si cumplo la meta de llegar a tener esa exposición, porque eso le cambia mucho la vida; quiero acercarme a más gente, ser más visible, ir más allá de los bares. El plan ir a USA o a España a trabajar en algún lugar donde sé que me pueden dar mejor calidad de vida, porque sé que el drag en USA, por más que ellas digan que no se gana bien, se gana mucho mejor que acá en Colombia y las propinas son enorme; si tú eres muy buena, puedes mantener un ritmo de vida por lo menos estable, no como acá donde estoy que mi drag no me da mucha estabilidad.