‘Cuentos afilados en noches extrañas y otras puñaladas’: el incendio de Bebi Fernández

13 / 04 / 2022
POR Alba Rubio

“Acaricio corazones que tienen miedo; inspiro a personas que se piensan muertas; despierto conciencias que están dormidas. Animo a luchar; a ser mejores; a transformarse a uno mismo para transformar el mundo”.

Bebi Fernández regresa al relato breve con ‘Cuentos afilados en noches extrañas y otras puñaladas’ (Planeta). Tras el éxito de ‘Memorias de una salvaje’, con más de medio millón de lectores, la activista y escritora alicantina presenta una colección de cuentos como puñales y relatos afilados directos al corazón que logran transportarnos a su propio universo narrativo y nos invita a reflexionar sobre las realidades sociales y emocionales que nos rodean. Historias potentes, combativas, sensibles, profundas y estimulantes que nos acercan a la cruda realidad y a la injusta cotidianidad de los más vulnerables, al mismo tiempo que nos lleva a indagar en nuestro interior cuando el filo de su prosa se clava bien adentro.

Feminista, rebelde, incendiaria, Bebi explora la naturaleza del miedo, la injusticia, el valor o el fracaso, sin miedo a abordar temas más oscuros como el dolor, la demencia, la violencia, el desamor e incluso, el suicidio. Relatos como chispas nacidas de un breve instante, escritura que viene a prender fuego las conciencias.

“Escribí que la magia existe. Que la realidad puede ser maravillosa, incluso si es triste. Que a veces las respuestas se encuentran donde menos lo esperas. Que la vida es no temer a las preguntas. Que el dolor forma parte del camino inesperado en el que, para sentirse vivo, hay que aprender a apuñalarse un poco el corazón”. – Bebi Fernández

Bebi Fernández es un seudónimo, ¿por qué decidiste escribir de forma anónima?

En realidad, no fue una decisión. Una cosa llevó a la otra -primero como broma en Twitter, después como algo más necesario como activista…-. Hoy por hoy, lo agradezco muchísimo.

En la bilogía ‘Salvaje’ abordas la temática de la prostitución y la trata de mujeres para fines de explotación sexual ¿Por qué quisiste explorar este tema?

Porque todo el mundo parece saber que el problema existe, pero nadie hace nada al respecto. Se encuentra tan normalizado que duele el doble. Necesitaba que hubiera una voz entre tanto silencio que dijera “esto está pasando, ¿es que no vamos a hacer nada?”.  Deseé que esa voz existiera en multitud de ocasiones. Y al final, esa voz fui yo misma.

En ‘Cuentos afilados en noches extrañas’ hay relatos sobre la inmigración, sobre los trastornos mentales, sobre la violencia o el acoso… ¿Crees que vivimos ajenos a todo lo que sucede realmente en nuestro país?

Ajenos no. Enajenados sí.

Como criminóloga, ¿consideras que se ha normalizado la violencia en nuestra sociedad?

La violencia forma parte de nuestra sociedad. Las sociedades no se entienden sin su violencia y se entienden gracias a su violencia. Es algo intrínseco a las propias relaciones humanas. Ahora bien, existen ciertos tipos de violencia muchísimo más normalizadas que otras, como es el caso de la violencia hacia las mujeres. Normalmente, esta normalización es consecuencia de la utilidad del ejercicio de dicha violencia. Constituye toda una ventaja. Por ejemplo, que la mujer haya sido relegada al ámbito doméstico a través del ejercicio de la violencia tanto implícita como explícita, ha favorecido el desarrollo de la sociedad en la que vivimos. Por eso se normaliza. Porque le es útil a alguien.

‘Memorias de una salvaje’ está basado en hechos reales, pero ¿Cuánto hay de realidad y cuánto hay de ficción en la historia?

En realidad, es todo realidad. Que cada uno intente comprender por qué digo esto.

¿Crees que conectas con el lector o con los protagonistas de las historias que relatas?

Con el lector siempre. Con los protagonistas también, pero de forma distinta. Mientras que al lector me une el hilo creativo, de forma que indago en su corazón y viceversa (él también en el mío, y muy intensamente. Con los protagonistas de mis relatos e historias, la relación es más “tormentosa”. O nos amamos o nos odiamos. “La vida es amor y asco”, escribió la chica de doce años que fui en mi primer diario de la adolescencia. Pues la escritura también.

Tus libros ‘Indomable’ y ‘Amor y asco’ se han convertido en un símbolo de rebeldía y de la lucha de la mujer. Kassandra Fernández es la protagonista de Memorias de una salvaje y su alter ego Reina. ¿Qué hay de ti en Kassandra o en Reina?

La protagonista de mi novela y yo nos parecemos muchísimo en algunas cosas y nada en otras. De mí tiene el espíritu de lucha -ese fuego interior e indomable que te lleva a plantar cara a lo establecido-. La terquedad. La forma de sufrir, tan infantil y tan cohibida, envuelta en una dureza emocional transformada en coraza. La violencia como estrategia. La ambigüedad. Y la forma de mirar. Al mundo y a los demás. Eso es mío.

Después de tus inicios en redes sociales (Twitter) ¿Cómo fue ese paso de las redes a publicar en Planeta?

Paulatino. Primero vino la publicación de mi primer diario de la adolescencia ‘Amor y asco’, por una editorial pequeña, que antaño era conocida como Frida Ediciones y estaba muy de moda por aquel entonces. Después, ‘Indomable’, mi segundo diario de la adolescencia, fue publicado por Penguin Random House. Ahí me dije a mí misma: “Vale, te ha fichado la editorial más grande del mundo, tanto como escritora como como editora. Plantéate qué significa esto”. Y significaba que debía dedicarme a escribir. Así que escribí la novela que siempre quise haber escrito, y nació ‘Memorias de una Salvaje’, editada por Planeta.

Como icono del feminismo millennial y activista en redes, ¿Crees que pueden las redes sociales ayudar a mejorar la sociedad?

Pueden. Que el ser humano quiera, es otra cosa.

Eres autora de dos diarios poéticos y dos novelas, ¿Cómo ha sido volver al relato breve?

 Cómo volver a ser niña. Escribir cuentos es ser niña de nuevo. Con todo lo que ello conlleva.

En relación con ‘Cuentos afilados en noches extrañas’, hablabas de una conexión con los lectores y también dices que has «aprendido escribiendo cuentos». ¿Qué ha supuesto para ti la escritura de este libro?

Reconciliarme con la chica que inventaba historias en la agenda del colegio. Ha sido un proceso precioso. Distinto a todos los demás. Lo he sentido mucho, de una forma tierna.

 ¿Cómo crees que tus libros pueden cambiar la forma en que vemos la realidad?

Acariciando a corazones que tienen miedo; inspirando a personas que se piensan muertas; despertando conciencias que están dormidas. Animando a luchar; a ser mejores; a transformarse a uno mismo para transformar el mundo.

Además de publicar libros también editas, ¿Quiénes son las mujeres que inspiran a Bebi Fernández?

No suelo ser una persona de listas, de enumerar nombres célebres o de cosas favoritas. Lo cierto es que me inspiran todas. Cada mujer con la que establezco un contacto, aunque sea fortuito o corto en el tiempo, me inspira y me ayuda a ser mejor mujer.

Como activista y escritora ¿Qué otros proyectos te gustaría llevar a cabo?

Me gusta el cine. Lo cual no quiere en absoluto decir que tenga ningún proyecto en ciernes respecto a mis obras escritas. Me refiero al guion. Me atrae la idea de convertirme en guionista. Quizá algún día.