Días soleados para María Yfeu

04 / 05 / 2022
POR Juan Marti

La cantante catalana nos desvela los secretos de su primer gran trabajo, su disco titulado “Santo Amaro”

 El disco de Maria Yfeu goza de una magia especial. Su título, “Santo Amaro” ya lo augura, como si en lugar de un trabajo musical, se tratase de un libro de hechizos. En parte, lo es. Sus canciones son como pequeños encantamientos que logran hacer que un día nublado, se convierta en un amanecer en la playa. Esa magia no la consigue cualquiera pero es que María tiene esa luz que irradian las voces honestas que consiguen acariciar, con sus melodías originadas con el alma al descubierto. Desde “Grudges” su single estrenado en 2019 y que ya acumula más de medio millón de reproducciones, María no ha dejado de fascinarnos. Ahora con su primer disco, estamos más dispuestos que nunca a entregarnos a su media. Bienvenidos.

 

 

Acabas de presentar tu primer disco: “Santo Amaro”. La carta de presentación fue la canción “Someday”. ¿Por qué lo escogiste?

Bueno esas decisiones se hacen un poco en equipo, en este caso yo no tenía interés particular en que ninguna de ellas saliera antes que las demás. Solo quería sacar el disco y hacerlo una realidad por fin.

 

¿En qué momentos dijiste: “Ya está, “San Amaro” está completo”?

Creo que ponerle el nombre fue el verdadero punto de inflexión, el momento en el que ya estaba todo, todo, todo atado. Ahí sentí que era el final de esa etapa creativa.

 

Háblame un poco sobre el significado que se esconde a través de un título tan particular, “Santo Amaro”…

Para mí es una especie de símbolo, de ‘’lugar feliz’’. Ese nombre se me aparecía constantemente, en libros, en canciones… También es un lugar de Portugal y me recordaba a cuando voy allí en verano (aunque nunca he ido concretamente a Santo Amaro), pero sí suelo ir a Portugal porque está muy cerca de La Antilla, un pueblo con playa de Huelva donde mis abuelos tenían una casa, bueno no es exactamente un pueblo, es más pequeñito. Además, Santo Amaro es un lugar de Brasil (por eso escuchaba ese nombre en canciones) y bueno, a mí la música brasileña me encanta y me inspira muchísimo. En realidad se me fue repitiendo hasta que me rendí a utilizarlo como nombre del disco, y desde el primer momento amé su sonoridad así que sentía que ya no tenía más opción que esa.

 

 

Tu música no se ciñe a ningún estilo en concreto, pero siento curiosidad por si tienes cierta predilección por alguno.

Diría que por varios. Hay música con la que siento más conexión, por supuesto, pero no con un género concreto. Creo que lo que más me agarrara es el rock/postpunk, el flamenco, el jazz y la música brasileña. También me gusta mucho la música de cantautor, aunque ahí soy más de autores que ya no suelen estar en activo, así que estoy un poco desconectada.

A mí, por ejemplo, me encanta “Me vio llorar”… ¿Y a ti?

(risas) ¡Qué guay!. Yo creo que Media Luz es mi hija más rara y por eso le tengo un cariño especial. Supongo.

 

¿Hay alguna influencia musical que pueda sentirse en tu primer disco?

Sí, hay muchas. En realidad… obvio Amy, también Caetano, Jeff Buckley… Pero bueno, al final, las personas solo identificamos lo que ya hemos oído. No sé si me explico. Si de cantantes con una estética cercana al jazz alguien solo conoce a Amy, cuando me oiga a mí es toda la influencia que va a reconocer, porque no sabe quién es Sarah Vaughan o Anita O’Day… Influencias hay muchas. Cada uno oye las que puede.

 

En este disco incluyes canciones que escribiste con 17 años. ¿Por qué les has hecho un hueco en “Santo Amaro”?

Porque al final este disco es una especie de diario. A veces tengo impulsos muy emocionales que no me gusta reprimir, también pienso mucho con la cabeza (risas) el que me conoce lo sabe, pero soy un poco romántica y nostálgica. Siento mucho respeto por el paso del tiempo y por quién he ido siendo o por cómo he ido construyéndome. Necesitaba conservar esa especie de orden cronológico en la creación y, aunque obviamente, no todo es útil, sí que hay cosas que te ayudan también a entender por qué y cómo llegas a ciertos puntos creativos, y me gusta que estén ahí, presentes, que no se queden en el olvido.

 

 

Durante esa época, imagino que como todos, estarías aprendiendo sobre las relaciones… ¿Tuviste alguna revelación?

Revelación ninguna (rosas), como a todos los demás. La experiencia te enseña algunas cosas. La reflexión te hace decidir qué tomas como aprendizaje y qué calificas de miedo y decides descartar de la memoria, si es que eso se puede.

 

La “sensibilidad descontrolada” es parte de la temática de “Santo Amaro”, ¿cómo definirías tú misma ese concepto?

Pues no sabría. jajaja En realidad toda la sensibilidad es descontrolada,¿o no? Quiero decir, no hay control que podamos ejercer sobre eso. No es que podamos controlar los sentimientos o los sentidos. Como mucho puedes cerrar los ojos o taparte los oídos. Podría hablar mejor de sensibilidad desmesurada, o algo así, como algo que se desborda y termina por convertirse en la temática principal de tu vida.

 

Antes has dicho que “Santo Amaro” es como un diario intimo musical. ¿Cómo se siente al revelar parte de tu vida más personal?

Da vértigo, pero igual es parte de mi personalidad; soy muy reservada, mucho. Comparto cosas de mi vida, pero suelen ser las partes que considero más superficiales. En el disco hay algún secreto que me daba miedo decir en voz alta, pero también es cierto que no todo el mundo puede leer esas cosas, se necesita contexto… quiero decir que por mucho que oigas y entiendas no tienes por qué saber de qué hablo y, de alguna forma, eso me da tranquilidad. También me gusta que sea una movida así como de secreto a voces, un poco indescifrable (risas)

 

 

Me gustaría que me hablaras un poco de tu canción “Grudges”, que acumula más de ochocientas mil escuchas en Spotify. ¿Cómo nació éste tema?

Grudges fue una de mis primeras canciones y la sentí como una carta. Pensé mucho sobre una situación que estaba viviendo y quería hablar de eso. La canción se construyó de una forma totalmente intuitiva, yo no sabía nada de armonía en ese momento, pero me gustaba la sonoridad de lo que iba consiguiendo. Realmente, no hice la música pensando en qué quería contar, ni hice la letra pensando en adaptarme a la música. Solamente estaba en un momento de mi vida en el que no podía pensar ni sentir otra cosa. Por eso creo que es una canción bastante redonda.

 

Acabas de terminar una gran gira de conciertos por todo España, ¿Cómo afrontaste esa aventura?

Pues dar conciertos es una pasada, honestamente, así que con ganas, intentando disfrutar lo máximo posible de todo.

 

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