El nombre olvidado de Corinne Michelle West

21 / 06 / 2021
POR Elisa Sanz

Obligada a cambiar su nombre por el masculino de Michael West, el legado de esta artista abstracta fue enterrado por el simple hecho de ser mujer.

Corinne Michelle West (Chicago, 1908 – New York, 1991) es un nombre más que añadimos a la lista de mujeres que tuvieron que utilizar seudónimos masculinos para poder obtener reconocimiento en sus áreas de trabajo. Escritoras, pintoras, científicas, y un largo sinfín, fueron forzadas a sucumbir ante su identidad femenina para adentrarse en mundos dirigidos por hombres. Y, del que, rara vez, obtuvieron el mérito que se merecían. Nombres como el de Lee (Leonora) Krasner, George (Grace) Hartigan o la propia Michael (Corinne Michelle) West, se tuvieron que adaptar a esta imposición para no crear prejuicios en su arte. Las tres máximas exponentes del Arte Abstracto de mediados del siglo XX. Y sus tres verdaderos nombres quedaron en el olvido.

La pintora en la que nos centramos hoy, Michelle West – por favor, llamémosla por su propio nombre – formó parte de la primera generación de artistas de la pintura abstracta, entre los que se encontraban Pollock o Rothko. Sin embargo, la pintura no fue la única disciplina que llamó la atención de Michelle. Desde muy pequeña fue abriéndose camino en el mundo de la música y posteriormente de la dramaturgia.

Su momento de mayor crecimiento artístico fue cuando se mudó a Nueva York. Comenzó a estudiar pintura junto con el profesor Hans Hoffman. Este tendría gran impacto en la obra de la artista. Sin embargo, no duró más de seis meses en aquella escuela porque Hoffman tenía una forma de impartir clases muy sectaria y, además, desairaba los trabajos de sus alumnas. Durante este mismo periodo conoció al pintor Arshile Gorky. En poco tiempo, Gorky se convirtió en la persona más influyente en la vida y obra de la pintora estadounidense. Se rumoreaba que eran amantes e incluso, Gorky le pidió matrimonio seis veces. Pero, Michelle se negó porque la unión impediría que ella creciera como artista. Y, a pesar de crear valiosas obras, no conseguía obtener el valor que se merecía. Por ello, Gorky la animó a cambiarse el nombre a Michael, para así ganar adeptos.

‘La Voir – after Juan Gris’, 1956

Así comenzó su nueva etapa en los años 40. Adoptó un estilo neocubista, además de estar influenciada por la teoría del filósofo parisino Henri Bergson, “living energy” y por la “nueva paz”, que vino después de la Segunda Guerra Mundial. Pinceladas gruesas y pesadas, radiaban movimiento sobre el lienzo. También, inspeccionó su faceta como escritora con el ensayo: ‘Note on Art’. En él, se reflexionaba sobre la evolución que estaba teniendo el arte, además, de prestar atención a la política y la espiritualidad.  Eran notas a modo de respuesta a los escritos de otros teóricos sobre estas áreas. Durante los próximos años 50 y 60, siguió indagando en su arte abstracto. Vemos una etapa llena de color y con un ritmo espontáneo, muy a lo Jackcson Pollock.

A pesar de ser una de ser una de las figuras más representativas del Arte Expresionista, después de cambiarse el nombre, Michelle solo consiguió despertar el interés de sus compañeros por ser la bella musa de Gorky. Participó en numerosas exposiciones colectivas, pero nunca le dieron la oportunidad de tener una propia. A día de hoy, Michelle West ha conseguido el reconocimiento que se merece. Su arte visceral atrae a museos y coleccionistas de todas partes del mundo.

‘Friends’, 1975-6
‘Composition (Triumph)’, 1975-1983
‘Flowers’, 1964-5