7 razones por las que desearás visitar la exposición de Tamara de Lempicka

11 / 10 / 2018
POR Alba Manuela Aracil

La obra de la reina del Art Decó regresa a España después de 86 años con una exhibición monográfica que te transportará a los años 20.

 

Tamara de Lempicka pintando un retrato

 
Hace unos meses anunciábamos que pronto podríamos disfrutar de la exposición de Tamara de Lempicka (1898-1980), una mujer que adelantada a su tiempo, plasmó en sus lienzos el hedonismo y el glamour de los años 20. Hasta el 24 de febrero en el palacio de Gaviria, el público podrá visitar esta exhibición monográfica que agrupa alrededor de 200 obras procedentes de museos y colecciones privadas.

Sus pinturas son un reflejo de la sociedad de aquel momento y a través de su arte contribuyó a la liberación de la mujer. Un claro ejemplo es su obra Autorretrato en un Bugatti verde (1929), que representa la situación de emancipación que estaban viviendo las mujeres de aquella época. Sentada en su coche, se mostraba como una mujer independiente, con movilidad y poder, que no necesitaba la compañía de un hombre.

Repasamos su trayectoria y te contamos algunos de los motivos por los que no deberías perderte esta exposición:

 

1. Una artista reconocida de París a Nueva York

 

Retrato de Marjorie Ferry, 1932

 
De Lempicka comenzó a pintar cuando emigró a París a principios de los años veinte porque su situación económica por aquel entonces no era favorable. Pero lo que empezó como un simple acto de supervivencia la convirtió en la artista de moda entre la burguesía y la nobleza. Su estilo caracterizado por siluetas rotundas, colores intensos y figuras geométricas dio forma a las escenas hedonistas, sofisticadas y cotidianas que la sociedad vivía durante la época de entreguerras. Más tarde, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a Nueva York, donde su actividad artística continuó teniendo éxito.

 

2. La reina del Art Decó

 

Maternidad, 1928

 
Su forma de plasmar la realidad sobre el lienzo la llevó a convertirse en una se las artistas más relevantes del Art Decó. Este estilo, considerado símbolo del glamour, abarcó todas las disciplinas artísticas: escultura, pintura, cine, arquitectura, decoración… Surgió a principios del siglo XX, pero tuvo su momento de máximo esplendor a partir de los años 20. Colores vibrantes, influencias cubistas y escenas opulentas y sofisticadas son algunos de los rasgos característicos de las obras de este período. En 1925, Tamara de Lempicka presentó su primera exposición en la que exhibió 28 obras que pintó en tan solo 6 meses. Esto la consolidó como la máxima exponente y primera mujer con presencia en este movimiento artístico.

 

4. La influencia de Lempicka no fue solo artística

 

Retrato de la duquesa de La Salle, 1925

 
El peso de su labor en el mundo del arte es innegable, pero además su obra también ha influido en las creaciones de varios diseñadores de moda a lo largo de la historia. La colección de otoño masculina que Versace presentó en 2008 estaba inspirada en la forma en la que la artista retrataba a los hombres en sus obras. Y tanto Carolina Herrera en su colección pre-fall de 2017 como Isabel Núñez en la de otoño-invierno 2018, tomaron como punto de partida los cuadros de Lempicka a la hora de confeccionar sus diseños.

 

5. Su arte vuelve a Madrid después de 86 años

 

Mujer durmiendo, 1935

 
La artista emprendió por su cuenta un viaje por España durante una temporada en 1932. Las consecuencias de la proclamación de la II República y la llegada de refugiados españoles a Francia la atrajeron hasta nuestro país. Esta aventura tuvo una gran influencia en su obra y en la esfera artística de aquella época. Ahora, su esencia vuelve de la mano de esta retrospectiva que acoge la capital, en la que 200 de sus obras se encuentran distribuidas en 10 secciones distintas del Palacio de Gaviria.

 

6. La exposición incluye su retrato perdido de Alfonso XIII

 

Retrato de Alfonso XIII, 1934

 
Se trata de una de las exclusivas de esta exhibición, ya que el paradero de esta obra se desconocía hasta ahora. El lienzo se encontraba en propiedad de un coleccionista privado de París y fue pintado en 1934.  La autora conoció al monarca durante su exilio en Roma, pero según las declaraciones de Lempicka, Alfonso XIII posó para ella en Salsomaggiore Terme, un municipio del norte de Italia. Se cree que la obra está inacabada debido al perfeccionismo de la artista, aunque esto solo es una teoría.

 

7. Art Decó, más que lienzos

 

Retrato de Ira Perrot, 1930

 

Además de las seductoras obras de Tamara de Lempicka, en la exposición podemos encontrar fotografías, muebles, lámparas, biombos, jarrones y vidrieras ambientados en la época. Los espacios que ocupa esta retrospectiva están decorados de acuerdo con la estética Art Decó con la finalidad de que el público disfrute de una experiencia única. Pero eso no es todo, es una de las salas se ha recreado su casa de la Rue Méchain de París, caracterizada por su aspecto moderno, funcional y sus paredes grises.

¿Te lo vas a perder?