Jesus Sanmartín: Revolución y lentejuelas

10 / 06 / 2021
POR Juan Marti

Su primera colección ha hecho arder internet demostrando que Jesús es una de las promesas de la moda española.

Podría decirse que Jesús Sanmartín se topó con su destino cuando más lejos de sí mismo estaba, encaminándose hacia una vida que no era la suya. Él era un estudiante modélico, un prometedor jurista que prefirió renunciar a las mieles del derecho para entregarse a su verdadera pasión: la moda. Su aplaudida primera colección titulada “Reconocido Prestigio” es una extraña e impactante visión de sus años juristas plagada de glamour, hombreras y lentejuelas. Cada prenda, cada conjunto… es un grito por la libertad que ha sido escuchado, una libertad que solo alcanzan los valientes y Jesús… ha sabido caer de pie.

Todos los diseñadores encuentran inspiración o influencia en su lugar de procedencia ¿de qué manera te ha influido a ti Gandía?

La manera en que me ha influido Gandía es ser el escenario donde crecí. De mi historia extraigo gran parte de la inspiración de mis proyectos, sin embargo, creo que no ha jugado un papel de influencia estética o referencial.

 

¿Cuándo dijiste la moda es lo mío?

Estaba estudiando el tercer año de Derecho y ya desde primero me costaba muchísimo; me tomaba mis estudios de una manera exageradamente perfeccionista y eso me hacía invertir prácticamente todo mi tiempo en ello. Mi consuelo en ese momento era, que después de los cuatro años de carrera y los otros seis de oposición, empezaría a “vivir bien”. Paralelamente, siempre estaba consumiendo moda, leyendo su historia, bocetando figurines, etc.

Entonces, una noche, mientras me preparaba una exposición de penal, que tenía al día siguiente, me distraje dibujando un figurín en el margen de los apuntes y mientras lo hacía me di cuenta que ese hobbie era realmente “vivir bien”, no ganar mucho dinero o tener un puesto fijo de trabajo. Así que, después de un conversación telefónica de varias horas con un buen amigo, tomé la decisión de dejar atrás todos los planes que había proyectado hasta la fecha y tirarme a la piscina de cabeza.

 

 

¿Encontraste apoyo en la gente de tu alrededor? ¿Crees que la moda no es tomada en serio como carrera profesional?

Tengo la grandísima suerte de tener una familia y unos amigos fantásticos que me apoyaron desde el principio.  Por supuesto, la moda no es tomada en serio como carrera profesional, pero cómo me dijo aquel amigo: “¿Qué importa lo que piense la gente en el sofá de su casa sobre lo que tú estás haciendo?”

 

 

Estudiaste derecho ¿por qué?

Cuando terminé bachillerato y selectividad, tenía unas notas excelentes y me dejé llevar por el prestigio que otorgaba el intelectualismo y el estudiar una carrera popularmente conocida como “difícil”. Pensé que ser percibido como exitoso, me haría feliz.

 

 

Podrá sonar cómico, pero el mundo jurista ha resultado siempre de gran inspiración para el mundo de la moda. Amal Clooeny, o Alicia Florrick, pasando por Bianca Jagger en su boda en St Tropez, ¿llegaste a encontrar cierta inspiración como diseñador durante tus años estudiando derecho?

La respuesta es un sí rotundo. Durante mis años como estudiante de derecho “me busqué” e intenté encontrarme siendo ese hombre de éxito que nos vende la sociedad o el imaginario cinematográfico e intenté enjaularme en un sinfín de reglas de estilo para poder encajar en ese estereotipo (siempre con camisa, zapatillas formales o zapatos, chalecos, pantalones “chinos” etc…) como antesala del esperado traje utilizado como uniforme por los juristas.

Más adelante, me di cuenta de todo lo que escondía el traje para muchas personas; un pasado de fracasos, de poco éxito, de nula autoestima, etc., camuflado y eclipsado por el vestuario del triunfo intelectual y formal; una armadura que parece relucir, protegerte y garantizarte una gran imagen en la pirámide social, pero que pesa muchísimo y acaba impidiendo el movimiento.

En mi colección, inspirada de alguna u otra manera en ciertos momentos de mi vida, presento la historia de un hombre que, tras una infancia traumática, busca refugiarse en su trabajo y en el éxito profesional, lo cual, lejos de calmar o suavizar las heridas afectivas que arrastra y que han desembocado en un trastorno sexual, las agudiza y acelera.

Para representar los looks que hacen referencia a esta faceta de “adicto al trabajo” revisé toda la historia del traje sastre masculino y extraje los recursos de épocas en que éste ha estado al servicio de la imagen corporativa del éxito social, como por ejemplo los 80s con sus exageradas hombreras y solapas.

 

 

¿Siempre quisiste tener tu propia marca o entra en tus planes también trabajar para otras casas de moda?

Lo cierto es, que me encantaría trabajar para alguna de las marcas que admiro; creo que no es incompatible con trabajar en mi propia marca. Pero no me gusta hacer demasiados planes, voy avanzando según las oportunidades que me surgen.

 

 

¿Por qué escogiste el título de “Reconocido prestigio” para enmarcar esta colección?

En derecho, estudié que una de las maneras de acceder a ciertos puestos superiores de trabajo era ser un “jurista de Reconocido Prestigio”, un título con el que eras nombrado después de haber cumplido ciertos requisitos y que en definitiva, era una manera de expresar que eres un excelente profesional.

Esta construcción (reconocido prestigio) me pareció idónea para titular mi colección, donde -además de tener una referencia directa al mundo jurídico- es una perfecta ironía de esta sociedad, que considera como bueno o correcto; reconoce el prestigio de actuar siguiendo impulsos o sentimientos por el simple hecho de tenerlos.

 

 

En esta colección críticas la forma en la que se gestionan ciertas emociones ¿podrías profundizar un poco más en ese idea y desvelarnos exactamente a que te refieres?

Sí. Muchos comportamientos conductuales, afectivos o sexuales que hoy en día defiende y celebra la sociedad moderna (sobresexualización de las relaciones, adicciones, AMS, TCA, distorsiones en la percepción del propio cuerpo, etc.) provienen de heridas afectivas no tratadas y muchas veces ni siquiera identificadas, que se camuflan con el “es lo que siento”, “soy así”.

La historia que presento es una hipérbole, una metáfora de una situación que se puede dar si se sigue la premisa “si lo sientes, hazlo”. Ya que no, no todo sentimiento es bueno ni para uno mismo ni para el resto, por el hecho de sentirlo.

 

 

Con “Reconocido Prestigio” pretendes tratar conflictos sociales ¿crees que la moda tiene un compromiso a la hora de colaborar en este tipo de problemáticas?

Creo que la moda, igual que el arte en general, tiene un gran poder de romper barreras, de hacer reflexionar, de cambiar el rumbo de una sociedad, etc. Pero por desgracia, hace años que -a mi juicio- ha perdido ese carácter. Veo a decenas de diseñadores que se consideran “rompedores” o “transgresores” haciendo o criticando lo que ya dejó de serlo hace tres décadas; sin embargo, pocos se atreven de verdad a jugarse el tipo, a criticar algo que saben que la sociedad no va a aplaudir. Aspiro a eso y tal vez algún día sea capaz de hacerlo.

 

 

¿Por qué esa predilección por los tejidos brillantes que recuerdan tanto a la época dorada de “glam rock”?

En esa época se vivió aparentemente una gran liberación en el mundo de la noche, pero también tuvo sus sombras (ETS, drogodependencias, trastornos, etc.), por ello, me serví de esos recursos para reflejar los momentos en que el personaje protagonista de la colección se deja llevar, se “desata” para cometer actos abominables, mientras los que lo ven por la calle, lo perciben como una estrella.

 

 

¿Cómo has vivido el aplauso en redes que ha recibido “Reconocido prestigio”?

Pues ha sido increíble ver que a tanta gente le ha gustado mi trabajo, la verdad es que no me esperaba que la colección tuviese tan buena acogida.

 

 

¿Se aprecia la moda en España?

Aunque cada vez se aprecia más, opino que no se aprecia ni apoya lo suficiente; y menos la moda conceptual o experimental. Entiendo que igual el arte abstracto siempre va a recibir los comentarios de “eso lo podría hacer un niño”, nosotros siempre vamos a escuchar “¿Y eso quién se lo pone?”.

 

 

¿Planeas quedarte aquí o te gustaría continuar tus estudios en otras capitales europeas?

Como he dicho anteriormente, intento no planificar mi futuro. Así que… que sea lo que Dios quiera.

Créditos:
Dirección creativa y diseño: Jesús Sanmartín
Estilismo: Valeria Muckenschnabl
Fotografías de: Jordi Terry
Modelo: Daniel Calvo (Monster Badd)
MUAH: Susana Segovia (Let ́s make up School)
Entrevista: Juan Martí