Hablamos con Joana Santamans, sobre su nueva obra ‘Raíces y Fango: Diálogos con la naturaleza’. La ilustradora catalana da un paso en el lenguaje de su obra a través de su nueva serie que tiene como protagonismo, la abstracción.
Juno House lanza «Beyond Art«, una iniciativa que impulsa el talento artístico femenino con un mirada internacional, de la mano de la artista multidisciplinar, Joana Santamans a través de su primera serie abstracta, ‘Raíces y Fango: Diálogos con la naturaleza‘. La creadora catalana es la encargada de arrancar esta nueva edición que dará cabida desde el 26 de febrero hasta el 26 de mayo en el espacio Juno House, permitiendo acercar al público al arte contemporáneo y creatividad femenina de la mujer actual. Joana Santamans es una ilustradora que encarna el emprendimiento creativo y artístico, a través de su propio lenguaje visual, el cual está en constante evolución y mediante el que explora diferentes formatos y técnicas.
Bajo la finalidad de promover el talento femenino y romper con esas cifras escalofriantes que agrupan a las mujeres artistas en un 28%, Beyond Art y Juno House, ofrecen un espacio catalizador para que artistas como Joana Santamans puedan proyectar su obra a escala internacional, estableciendo conexiones clave en ciudades como Nueva York o Londres. Esta iniciativa es la fusión natural entre arte y emprendimiento, intentando que las artistas gocen de las mimas oportunidades y así, poder ampliar la visibilidad del talento femenino. A continuación, en #VEINDIGITAL hablamos con la artista que protagoniza uno de los espacios más seguros y con mayor creatividad para exponer ‘Raíces y Fango: Diálogos con la naturaleza’, su primera seria abstracta.
Raíces y fango es tu primera serie abstracta, ¿Qué significa este paso en tu carrera?
Siento que estoy inaugurando un nuevo período profesional. La semilla de pintar de forma mucho más libre e intuitiva siempre la he llevado dentro. ¡De pequeña ya lo hacía, claro! Pero ahora, desde la conciencia, y con la voluntad de poder tener un retorno económico para poder mover el círculo. El mercado del Arte contemporáneo es muy novedoso para mí. Es curioso porque llevo 25 años dedicándome y vivo plenamente del diseño, ilustración y pintura, pero aun así, siento que entro en un nuevo capítulo.
¿De qué forma has conseguido plasmar la identidad femenina en este proyecto?
La Naturaleza sigue siendo el corazón y la fuente de inspiración de mi nuevo trabajo. Creo que además es evidente. No me escondo. Dejo que las composiciones se comporten de forma orgánica y que ocupen el plan de forma natural. La profundidad en la experiencia de la naturaleza siento que es la clave en mi trabajo y en mi vida. Por lo que respecta al tema de la feminidad; puedo decir que cuando leo un libro escrito por una mujer casi siempre le encuentro una profundidad más completa que cuando se trata de un autor. Supongo que lo hace porque conecto con esa forma de sentir más compleja que nos caracteriza. ¡Con la pintura debe pasar lo mismo! Yo pinto desde mi forma de experimentar la realidad como mujer, y estoy segura de que esta sensibilidad se transmite. ¡Faltan más pintoras expresándose desde su sentir de mujer!
Beyond Art es una de las plataformas que más visibiliza el arte emergente femenino y lo proyecta a nivel internacional, ¿Qué conecta tu figura y arte con la esencia de este proyecto?
Creo que Juno hace de altavoz dentro de una tribu de mujeres empoderadas y crea un espacio ideal para dar lugar a conexiones exclusivas que pueden ser clave para mi nuevo viaje. Me halaga ser la primera artista que abre esta propuesta. Mi nueva aventura de pintura abstracta es un paso que necesitaba dar para ser consecuente con mi crecimiento personal. ¿Al final la obra de una artista qué es, sino un reflejo del propio proceso vital? Ahora, en cuanto al mercado del arte, ¡eso sí que es un reto! Tengo ganas de pintar mucho y de gran formato, y para que esto tenga un retorno, creo solo puede ir acompañado del mercado del arte contemporáneo Internacional, y eso es casi novedoso para mí, y según dicen, no es demasiado accesible ni fácil. Pero tengo plena confianza con lo que pinto y con lo que quiero pintar: me siento con una madurez personal y profesional que me da la fuerza para atreverme con este nuevo viaje. Creo que todavía tengo que dar mucho y no tengo miedo al fracaso. Al final mi primera crítica de arte soy yo, y soy muy exigente, y puedo decir que lo que estoy haciendo me gusta. No quiero arrepentirme de no haber apostado hasta el fondo por mis grandes sueños. ¡Al final estamos hablando de pintar, que es lo que más he hecho y lo que más me gusta hacer! El resto de ingredientes, tengo la confianza en que, ya se alinearán solos.
¿Cómo ha sido trabajar con Beyond Art y Juno House?
La iniciativa ‘Beyond Art’ ha sido el resultado de mis ganas de hacer algo especial, junto con la mente emprendedora y expansiva de Natalie Batlle, quien leyó esta necesidad y, junto con su equipo, pensaron qué forma tendría: una cena exclusiva para periodistas, coleccionistas y autoridades del arte; vamos, ¡un lujo para cualquier artista! ¡Dos miradas antagónicas que confluyen en una nueva apuesta! Por lo que hace el diálogo entre mi obra y los espacios de Juno House, los colores rosados y terrones de las paredes, junto con las formas sinuosas y redondeadas de algunos espacios, siento como si Juno fuera el vientre de la madre donde se cuecen nuevas empresas y aventuras. Un espacio ideal para transmitir esta esencia femenina y natural que traen mis pinturas.
Una de las acciones que Beyond Art lleva a cabo es ofrecer un diálogo íntimo con el arte como motor de transformación, ¿Qué consideras fundamental en una pieza para lograr esos atributos?
Creo que el arte es un canal, para que una obra sea universal tiene que llegar al alma del espectador. Para llegar al alma, el artista tiene que ir muy profundo de su experiencia vital y reflejarlo en la obra. Se trata de ir a la raíz, a lo que la ciencia actual llama el “campo unificado”, esta base que lo conecta todo y de donde sale todo lo que se crea y se destruye. Cuanto más profunda es la experiencia del artista, más capacidad va a tener para expresar lo imperturbable. Es una aventura apasionante totalmente ligada a la evolución personal del artista.
Has participado en proyectos muy diferentes, desde el graffiti, pintura mural o ilustración, ¿Cómo evoluciona tu obra según el soporte?
¡Al final, el soporte, es lo de menos, lo importante es tener algo que decir! Cada momento vital tiene sus necesidades e inquietudes. Lo principal es ir a la profundidad y preguntarse las grandes cuestiones de la humanidad.
Además de cambiar la forma, empleas la tecnología en tu trabajo, ¿Qué papel juega en el proceso creativo y en qué se diferencia de las técnicas tradicionales?
La verdad es que me gusta el oficio de pintora. Me gusta trabajar con las manos y con el cuerpo entero. Me parece saludable y muy interesante. La tecnología está allí y evidentemente me aprovecho de ella para enfatizar o ser más eficiente con mi trabajo. Pero la tecnología no está para nada en el centro de mi proceso de trabajo. ¡Al menos por ahora, claro!
Has recibido formación en diferentes países como Londres o Nueva York, ¿Cómo ha influido tu formación en diseño y arte en tu obra?
No me arrepiento de haber estudiado diseño gráfico en EINA, me ha dado una profesión dónde lo importante es encontrar la raíz del problema, eliminar los adornos y desarrollar las habilidades para entender un briefing y sobre todo defender mi trabajo. Dicen los expertos que el 70 por ciento de las capacidades de un artista con éxito no son las de pintar bien, en el caso de un pintor, sino las de saber explicar bien tu trabajo. Nueva York, Londres y San Francisco más que formación me han ofrecido una perspectiva mucho más amplia del mercado del arte y de la cultura del arte en general, aparte de muchas experiencias vitales súper enriquecedoras de mi juventud.
Tú misma has compartido los lugares que tanto marcaron tu personalidad, por ejemplo la ciudad de Barcelona, Esparreguera o Els Hostalets de Pierola, pero ¿Cómo has moldeado a través de tu obra el cosmopolitismo y la naturaleza?
Me encanta desde siempre la idea de traer naturaleza a la ciudad, al asfalto. Me gusta ver animales, flores y paisajes y texturas naturales en una atmosfera urbana. Creo que las ciudades lo piden a gritos. El Empordà es muy inspirador. Camino casi todos los días por estos prados y bosques y me inundo de los paisajes. A veces tomo apuntes rápidos al natural o hago fotos. Este material gráfico junto a la experiencia que me ha quedado grabada, me enfrento a la tela y pinto. Ya he hablado de la maternidad; ¡ha abierto nuevos espacios físicos y mentales en mí! Aparte, puedo decir que, ¡me ablanda y me empodera! Digo “me ablanda” porque mi identidad cambia, es como si los límites de mi piel desaparecieran. ¡Y esto es mágico!
Volviendo a tu expo, ‘Raíces y Fango’, este proyecto alberga una metáfora del subconsciente y de la fuerza que sostiene todo lo que vemos, ¿Cómo ha sido el proceso creativo de este proyecto?
Las raíces como una metáfora de lo que no vemos. Dicen que el noventa por ciento de las acciones de la vida están guiadas por nuestro subconsciente. Las raíces bajo tierra, como la base del iceberg, son una realidad no visible tan real, o más, que la realidad visible. Las raíces alimentan y sostienen las plantas. Las raíces como símbolo de vida, de conexión. El barro como la base del sustrato, de volver al origen, de profundidad, de verdad, de desnudarse. Ahora, cuando pinto, me fijo más en la experiencia del mismo proceso pictórico que en un resultado buscado. El cuerpo me guía por la tela. Me interesa la frescura de la pincelada, la vibración cromática, el juego entre la densidad líquida y la pasta y yo misma me sorprendo del resultado final, y es entonces cuando intento entender, desde la razón, qué es lo que ha querido salir de mí o a través mío. Bailar me ayuda mucho. Me desbloquea y deja salir la verdad. El movimiento espontáneo que necesita expresar mi cuerpo me redefine y me reafirma. Me empodera. De ese movimiento corporal libre sale el lenguaje propio. El trazo más primigenio. De la apertura del movimiento que quiere expresar el cuerpo sale la forma, fuerza y velocidad que me identifican. Con la pintura materializo esta nueva identidad. Esa vibración que ha expresado el cuerpo en movimiento. Es curioso porque siento que lo que ha cambiado es tan solo el enfoque desde el que me acerco a la naturaleza; si antes ponía en el centro de la acción sencillamente la misma observación, el abrirme a las formas que la naturaleza ha esculpido, intentando evitar cualquier idea mía preconcebida, sencillamente me dejaba sorprender de la magia. Ahora pongo el enfoque en mi experiencia en la naturaleza. Mi sentir, buscando la pureza de esa experiencia tan propia. Ahora me centro en la experiencia del proceso natural de pintar después de respirar la naturaleza, y siento consciente de que yo misma soy naturaleza.
La maternidad ha influido mucho en esta nueva serie, llegando a reconectar contigo misma, ¿Cómo ha sido reencontrarse con esa identidad tan íntima?
Ahora que soy madre, mi sentido del yo se ha desdibujado, todo es más imprevisible y en ocasiones ya no sé quién soy. -Quizás ya va bien no sentirse tan definido y concreto-. De hecho, hace tiempo que, cuando medito, siento que las fronteras de la piel desaparecen y todo somos la misma cosa, todo está hecho de la misma materia. Mi hija pequeña con tres años que tiene le encanta pintar. Nos pasamos ratos pintando. Ella se tira al blanco de la tela sin miedo. Como una fiera. Con una imprudencia sensacional. Es explosiva. Crea unas composiciones totalmente imprevisibles y siempre sorprendentemente equilibradas. A partir de un trazo mal hecho y bestial resulta una belleza de lo más impactante. Verla pintar me hace conectar con mi niña interior y el gozo de la vida. Es una maestra.
‘Raíces y fango’ es un título de lo más esclarecedor para tu trabajo, pero ¿Cuál ha sido el proceso hasta viajar hacia tú yo más profundo? ¿Te da miedo esta exposición?
Me estoy liberando del corsé del perfeccionismo. Debía hacerlo porque lo necesitaba para ser más feliz. La crianza ha sido la última gota. O me liberaba del autocontrol o moría en el intento. Aún estoy aprendiendo. ¡Esto no se acaba nunca! Tengo resistencias. Salir de esto duele. Es incómodo. Me siento insegura, nueva, en este nuevo lenguaje y forma de funcionar. ¡Es curioso que liberarse sea doloroso! Tengo la sensación de que libero al animal que hay en mí. Y me dejo sorprender por lo que quiere salir de dentro. ¡Pero no tengo miedo! ¡Al contrario, le tengo muchas ganas a este momento! ¡La vida es un aprendizaje y aprender a confiar en que soy capaz de afrontar lo que venga sin necesidad de prepararlo todo es el episodio en el que me encuentro ahora! Desde la óptica del aprendizaje todo se vuelve un reto y es mucho más alentador y sorprendente.
Todo el trabajo que has realizado en 2024 se podrá descubrir el 24 de febrero, ¿Qué sensaciones te gustaría que estuvieran presente?
Espero que no haya un solo mensaje. La obra termina en la mirada del espectador y cada mirada está cargada de sentido propio. Pero a mí me gusta pensar que transmite calma y vitalidad a la vez. Autenticidad y profundidad. Naturaleza. Pinto la realidad que vivo. La percepción subjetiva del mundo es la realidad que vive cada uno. Hay tantas realidades como mentes existen en el mundo. Y de hecho, la realidad que vemos es una proyección de nuestra mente. Por tanto, no puedo hacer más que trasladar mi proyección a la tela. Intentar que esto que pinto sea fiel a la realidad que vivo es el trabajo que intento hacer: Mi percepción de estos parajes naturales junto con el trazo encontrado mediante el movimiento libre del cuerpo resulta esta nueva serie.
Por último, te deseamos mucha suerte en este viaje que acaba de comenzar, pero antes, si pudieras describir este proyecto de forma personal y profesional en tres palabras, ¿Cuáles serían?
Esencia, sustrato, unión.
No te pierdas BEYOND ART, la iniciativa de Juno House en la que lo contemporáneo y la mujer actual son absolutos protagonistas.