JW Anderson para Loewe a través de 10 colecciones

20 / 03 / 2025

Loewe dice adiós a uno de los directores creativos más influyentes del lujo contemporáneo, JW Anderson, quien, tras más de 11 años al frente de la firma, deja un amplio legado de innovación, artesanía y visión artística, capaz de redefinir la identidad de la marca española, haciéndola brillar en el panorama del lujo internacional.

Primavera – verano  2015 / Primavera – verano 2022 / Primavera – verano 2023

Pensábamos que simplemente era un rumor, sin embargo, y muy a nuestro pesar, es cierto, JW Anderson deja la dirección creativa de Loewe tras más de 11 años a su cargo, con una trayectoria impecable llena de hitos y mucha imaginación. Fue en el año 2008 cuando el norirlandés decidió crear su marca homónima y fue ese mismo año, cuando comenzó a destacar dentro del mundo de la moda. Su enfoque andrógino, experimental y su capacidad para reinventar prendas tradicionales bajo una estética innovadora, cautivó a los más apasionados del mundo textil. Y es que, gracias a su propuesta y esa forma tan particular de entender la moda y confección, en el año 2012 ganaría el premio British Fashion Award en la categoría de Diseñador Emergente, un hito que captó la atención de uno de los grupos más poderosos dentro del mundo textil, LVMH.

Tal vez por ese premio y porque llevaban siguiendo su pista desde hacía algunos años, en 2013 se convierte en el director creativo de Loewe, la histórica firma artesana española fundada en 1846 y que fue adquirida por LVHM en la década de los 90. La función del diseñador no era tarea sencilla, pues querían que, a través de su experiencia y visión, la marca se revitalizase y modernizara, sin perder su herencia artesanal. Y así lo hizo. Desde su llegada no paró de crear y reinventar, desde el rediseño del logo y el monograma, al énfasis en la artesanía o la reestructuración de piezas icónicas como sus populares bolsos Puzzle, Gate o Hammock, convirtiéndolos en los productos más vendidos de la firma. Así como las campañas de publicidad con las que revolucionó la comunicación visual de Loewe con imágenes artísticas y colaboraciones con fotógrafos y artistas como Lynda Benglis. Estas acciones no solo marcaron un nuevo rumbo en la dirección creativa y de marca de Loewe, sino que ante esta evolución, las ventas aumentaron más de un 380% tras la llegada de Anderson, superando la facturación anual de 1.000 millones de euros.

Bajo las directrices de JW Anderson, Loewe evolucionó a otros lugares, explorando nuevas formas, dejando de ser una firma tan tradicional, para convertirse en uno de los referentes de la moda y del lujo contemporáneo con un enfoque fuerte en el arte y la cultura. Y es que, tal y como sentencia él mismo. «Mientras mi propio capítulo llega a su fin, la historia de Loewe continuará durante muchos años y la contemplaré con orgullo«, comparte JW Anderson.

 El inicio de una nueva era

La colección primavera- verano de 2015 fue, sin lugar a dudas, uno de los espacios clave para la figura de JW Anderson dentro de Loewe. Y es que, el diseñador marcó a través de la confección de esta línea una nueva era, transformando los códigos estilísticos que la firma española exploraba. Este salto a la pasarela alejó a la casa de moda de esa imagen clásica y sobria, mientras incorporaba una nueva estética mucho más moderna, experimental y por su puesto, artesanal. Entre los materiales destacaron tejidos cómo el cuero en formas inesperadas o textiles con un acabado casi escultórico. Mientras, los patrones combinaban figuras minimalistas y prendas oversize, con hombros anchos, pantalones holgados o tops con formas geométricas. Para JW Anderson la llegada a Loewe no fue una tarea sencilla, en él habían depositado muchas esperanzas y el resultado de su trabajo no fue exactamente lo que la crítica esperaba, sin embargo, con el tiempo se consolidó como la base de la nueva identidad de la marca, fusionando artesanía y modernidad a través de lo contemporáneo y conceptual.

La deconstrucción del lujo

Para J. W Anderson la colección primavera- verano de 2016 consolidó la imagen que el diseñador llevaba trabajando. En este caso, el lineal de moda fue construido bajo un prisma mucho más futurista e industrial, reflejando el contraste entre lo orgánico y lo sintético. A su vez, incorporaba materiales disruptivos como el látex o el plástico transparente, aportando a cada prenda un efecto ultra moderno, también el metal laminado y papel de aluminio o el cuero trabajado de forma artesana, recordando las raíces de la firma. Respecto las estructuras, la colección jugaba con formas exageradas y mucha sensación de movimiento, incorporando tonos metalicos y neón, además de blancos y negros.La consecución de prendas que desfilaron por la pasarela de aquel 2016, demostraron que podía ser posible un equilibrio entre pasado y futuro, o lo que es lo mismo, entre artesanía y una estética experimental. Además, la incorporación de nuevos materiales o la reinterpretación de piezas icónicas como el bolso Puzzle, consolidó la idea de JW Anderson y su propósito en la marca.

Llegó la teatralidad

Bajo una paleta de colores sobria y refinada, llegó la colección otoño – invierno de 2018. El romanticismo estaba más presente que nunca dentro de una colección de JW Anderson, donde los vestidos largos, con mangas abullonadas y faldas fluidas cobraban el mayor protagonismo. También estuvieron presente las cinturas marcadas, creando una silueta mucho más femenina y estructurada, así como blusas con detalles victorianos. Este desfile marcó un punto de madurez en la trayectoria del diseñador dentro de la casa, alejándose de la máxima experimentación y acercándose a una visión más sofisticada y romántica.A pesar de dar protagonismo a la silueta de la mujer, en la colección también estuvieron presentes capas y abrigos oversize, creando a través de estos diseños un toque aristocrático y aportando teatralidad en cada puesta en escena.

La fusión entre lo etéreo y artesanal

Si la anterior colección mencionada fue una de las más románticas hasta la fecha,  JW Anderson, en la temporada primavera – verano de 2020 creó un imaginario único a través de la poesía, las referencias históricas y su particular vision de modernidad. En esta propuesta para la primavera – verano de 2020 destacaron los volúmenes escultóricos y el trabajo artesanal. Sin embargo, para el diseñador este desfile era explorar a través de la belleza y la temporalidad la elegancia más clásica. Por eso, contó con influencias renacentistas y victorianas, evocando a la teatralidad y ligereza. Las mangas abullonadas, las capas y los volúmenes arquitectónicos fueron algunos de los protagonistas sobre la pasarela, así como, el particular juego de las proporciones en el total look.La paleta de colores fue sutil y sofisticada, jugando con materiales lujosos y artesanales como el algodón bordado o el lino. También presentes los encajes y calados hechos a mano o el cuero trabajado con técnicas tradicionales, aportaron una riqueza artesanal que refuerza el equilibrio entre lo histórico y contemporáneo.

Surrealismo

Si su última etapa en la firma estuvo marcada por el historicismo y el romanticismo, la temporada primavera – verano de 2022 se alejó totalmente de lo explorado hasta la fecha. En esta ocasión, el diseñador quiso jugar con la moda y los aspectos más conceptuales y surrealistas. El concepto giraba a lo abstracto y desafiaba la silueta y el movimiento del cuerpo, experimentando así, con volúmenes exagerados, tejidos rígidos y elementos como los ya mencionados, surrealistas. Para JW Anderson la colección tenía un enfoque de hiperrealidad, donde la moda era un sujeto que exploraba y usaba a través de la percepción visual.Mientras la mayoría de los cuerpos estaban estructurados con materiales rígidos, había otras prendas con volúmenes y formas totalmente inesperadas y como novedad, se incorporaban materiales como el vinilo, dando un aspecto bastante futurista. A esto, se le sumó el color, a través de una paleta de colores vibrantes y eléctricos, un hito que desembocó en una inflexión sobre la estética más artística de la firma.

La provocación

Si en la colección primavera- verano de 2022 el surrealismo y la experimentación giraba entorno al imaginario del diseñador, en la temporada otoño – invierno del mismo año, también. En este caso, el diseñador quiso experimentar, a través de la moda y las prendas dejaron de ser ropa, convirtiendo este hecho en una provocación artística, desafiando  la funcionalidad y cotidianidad. A través de los maniquíes y su vestimenta, consiguió que el público se quedara totalmente patidifuso, y es que, el diseñador cuestionó la percepción de la moda tradicional con formas distorsionadas, prendas hiperrealistas y muchas referencias a objetos comunes. Los efectos visuales estaban presentes en cada prenda, haciendo de esta una obra de arte. De alguna forma esta colección elevó a lo más alto el surrealismo dentro de la moda y de la casa Loewe, consolidando la firma como una de las más vanguardistas de la industria. Además de abrir un nuevo diálogo con lo digital.

La naturaleza

En esta nueva temporada primavera – verano 2023, JW Anderson llevó a Loewe a otro lugar, donde la marca exploraría el minimalismo conceptual y surrealismo, a través de la pureza de las formas y con referencias a la naturaleza. Para el diseñador, esta colección significaba el juego perfecto entre la ropa y los objetos, generando una sensación de surrealismo orgánico. Las siluetas en general destacaban por el minimalismo, pero también por lo arquitectónico, bajo cortes ultra limpios, mientras, los abrigos y vestidos estaban confeccionados con un corte más recto y envolvente.Con este desfile el diseñador se consolidó como uno de los diseñadores más innovadores, capaz de transformar cualquier idea o colección en una exploración conceptual y, demostrando que lo simple puede ser igual de impactante que lo excesivo.

La moda como una ilusión visual

Para la colección otoño – invierno 2023, el diseñador y la casa Loewe, quisieron convertir el lineal de moda en el minimalismo más surrealista, confeccionando piezas, aparentemente sencillas, pero dándoles un giro a través de pequeños detalles, texturas, proporciones o volúmenes. JW Anderson quería traspasar el significado de la ropa, donde la simplicidad se convirtió en una ilusión, llena de siluetas convencionales que revelaban grandes secretos.Los drapeados rígidos, los abrigos o chaquetas de cortes ultra depurados o la sastrería clásica fueron algunos de los elementos protagonistas durante este desfile. Así como, materiales como la lana compacta y el cuero pulido o las telas con apariencia de papel. Y es que, a través de esta colección Loewe demostró que no crea ropa, sino experiencias visuales que desafían la realidad.

Entre lo funcional y lo estético

Entre lo urbano y lo rural, Loewe presentó la colección otoño – invierno 2024, donde la fusión entre lo tradicional con influencias de la moda urban contemporánea pareció ser motivo de inspiración. La mezcla de referencias festejó una narrativa que celebraba la artesanía y la funcionalidad, mientras se mantiene al mismo tiempo, una estética vanguardista. Algunos de los detalles que más llamaron la atención de las prendas presentadas fueron los bordados intrincados y las aplicaciones de tejidos, que añadían profundidad y dimensión a las prendas. También estuvieron presentes las botas altas de cuero o los bolsos del mismo material.Aunque la paleta de colores se mantuvo en tonos neutros y terrosos, como el beige o el marrón, también hubo espacio para clores más vivos como el rojo y azul marino. La elección cromática aportó una sensación de calidez y sofisticación a la colección, acorde a la temporada invernal.

Entre la energía y la artesanía distintiva

El pasado abril Loewe presentaba una de sus campañas más emblemáticas, Paula´s Ibiza a través del imaginario de la feminidad y de la legendaria boutique de Paula, un signo más que distintivo de la isla ibicenca en la que comenzó la rebelión de la moda en los años 70. Entre las prendas que lideraban esta colección destacan los estampados vintage, crop tops y faldas asimétricas. Sin embargo, el lineal masculino apuesta por prendas oversize. Pero sin lugar a duda, son los accesorios los que destacan por su composición ética y artesanía, sin olvidarnos de su estética, donde priman colores vibrantes, a través de piezas tan icónicas como el Puzzle y la cesta Iraca. Además, la firma da un paso a lo que se refiere con su compromiso social, aportando donaciones por cada Basket Bag vendido.  

Gracias a JW Anderson y a su enfoque andrógino, experimental y deconstruido, Loewe evolucionó hacia una sofisticación que dejó claro que la artesanía no era una moda pasajera, sino una herencia y que el vanguardismo era capar de redefinir el lujo a través de la sensibilidad artística.