Hablamos con Maria Ke Fisherman – María Lemus y Víctor Alonso – de su nueva propuesta para otoño-invierno 2017, de esa nueva fuerza femenina inspirada en la estética bakala de los años 2000 y de su colaboración con Bridgestone.
Después del éxito de vuestra ultima colección, ¿Cómo afrontasteis el momento de buscar inspiración para la nueva?
Todas nuestras colecciones son un reflejo de cómo nos estamos sintiendo en ese momento. Últimamente estábamos pasando de un concepto a otro tan rápido que al final nos estábamos quedando sin fuerzas. Buscamos un movimiento que representase esa emoción y nos sentimos reflejados con el final del nacional-bakala de los años 90, que se daba en los barrios de Madrid, por ejemplo. La violencia y agresividad empezaron a ser temas que nos llamaban la atención y buscamos al principio las referencias más obvias como los plumas que llevaba la gente del movimiento para hacerles parecer más fuertes y macarras.
¿Es una manera de integrar el pasado con el presente?
Sí, nosotros antes rechazábamos el nacionalismo y la violencia del movimiento al no haberlo vivido en primera persona, pero es un aspecto que sigue estando presente en barrios de Madrid, en el centro y las afueras. Buscamos el punto de vista nostálgico de algo que odiábamos y nos ha gustado jugar con esa contradicción.
Retuvimos el aire agresivo que llevaba el streetwear en esos tiempos. Paralelamente, las siluetas de la colección las basamos en los principios de los años 2000, representando así nuestra juventud. Nuestras colecciones siempre son un al canto de la juventud y jugamos con la estética y la iconografía de las chicas jóvenes de barrio de esas dos épocas.
¿Cómo se ha adaptado vuestro estilo personal desde los años 2000 hasta ahora?
Seguimos siendo fieles a nuestras influencias e identidad. Las grandes capitales orientales, la cultura manga japonesa, y todo el universo propio detrás de cada colección nos siguen posicionado cada temporada. También seguimos fieles a nuestras raíces como con, por ejemplo, el trabajo del croché confeccionado por monjas de clausura de España. Pero si cambiamos de aire, vamos cambiando la historia que contamos. Ahora con la colección Invierno/Otoño 2017 hemos reenfocado la seguridad que queremos transmitir a la hora de renovar nuestro estilo propio.
Vuestra juventud se desarrolló a finales del los años 90 y principio de los años 2000. ¿Qué o quién os influye de aquella época?
La generación de adolescentes de una clase media bastante maltratada de los barrios marginales de Madrid que encontraba su vía de escape a través del odio y la música hardcore desde luego que nos han influenciado. Creamos una distorsión española del movimiento macarra, violento, y a partir de allí hemos empezado a trabajar una gráfica agresiva como la raza de perro dóberman de los años noventa. Al representar los años 2000 el DJ de bakala Abel The Kid, que nos preparó la música, también fue factor importante para la colección. Fue al buscar personajes que representaban lo agresivo de los años 2000 que las discotecas míticas como Skorpia y Pont Aeri hicieron perder género a la gente que iba. La libertad que esos sitios aportaban, contribuyeron a decisiones estéticas del show.
He visto en la sala de maquillaje que el look va a ser muy parecido para todas las modelos y casi están irreconocibles. ¿Que decisiones habéis tomado para diferenciar esta colección de todas las previas?
Si, hemos intentado desposeer a las chicas de cualquier rasgo y género, hasta de su propia humanidad para resaltar la agresividad y dejar una interpretación libre a la colección. No buscamos una chica sexy. Más bien buscamos la actitud y la manera de no verse tanto como mujer, si no como niña, niño o lo que sea. Con el look neutro esperamos conseguir ese impacto.
En cuanto a looks: ¿Cuál es el trabajo que os parece importante recordar de esta colección?
Vas a ver que hemos jugado con el estilismo para crear volúmenes y dar la imagen de fuerza y un aire unisex. Por ejemplo tenemos los abrigos de pluma tienen triple relleno que te refuerzan y jerséis transparentes de mohair y pantalones unidos a faldas que se desmontan que son a-gender. Para contrastar tenemos vestidos de corte asimétrico y vestidos-abrigo oversized que se pueden poner de diferentes estilos y algunos looks de piel que nos traen al mundo más pop de los principios de 2000, looks más Britney y Christina Aguilera.
A mi alrededor veo impreso Bridgestone en varias prendas. ¿Cómo surgió esta colaboración?
No nos gusta quedarnos en lo fácil. Bridgestone nos encontró y nos hizo una propuesta. Nuestra marca y Bridgestone están relacionada con la carretera y la inspiración japonesa oriental. Bridgestone es el líder mundial de neumáticos japoneses y nos pareció muy fluido y fácil trabajar juntos. Presentamos una cápsula de 5 looks, que fue inspirada por nuestros estudios de sus talleres en los años 70 y los trabajadores de las fábricas de Bridgestone tenían los monos como uniforme. Los deconstruimos y su roto y destrozado inspiró los looks. Para otras piezas combinamos técnicas y materiales clásicos y nuevos, saltando desde el croché hasta los tejidos técnicos de alta montaña como para el bolso que es como la funda de la rueda de todo terreno y le hemos puesto otra funda de ganchillo aparte, tejida a mano.
Como nota final, ¿Qué queréis que retenga todo el mundo de Maria ke Fisherman AW17?
La esencia de una mujer fuerte, el total look, lo urbano. Empoderar a la persona con nuestra colección; buscar el punto de rebelión y aceptar la agresividad que todos podemos tener. Mas allá de lo fuerte que seas o lo macho que seas o lo domínate que seas también puedes encontrar una manera de llevarte a el estado de agresividad que te puede acompañar y hacerte fuerte/darte fuerza.
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