Vuelve Carrie Bradshaw. ¿Seguirán sus looks teniendo tanto gancho? Para abrir boca, os dejamos con una selección de aquellos que todavía siguen grabados en nuestras memorias.
‘And Just Like That…’, es el nombre del reboot de la aclamadísima serie ‘Sexo en Nueva York’. La nueva serie de HBO Max cuenta con 10 episodios, donde disfrutaremos de nuevo con las aventuras de Carrie, Miranda y Charlotte. Sin embargo, Samantha, el personaje que rompió moldes más allá de la ficción, no aparecerá en esta ocasión. La trama profundizará mucho más en la complejidad de las relaciones y de la vida. Aunque, el tiempo ha pasado, y ahora estas tres mujeres empoderadas e independientes tienen más de 50 años. Seguramente veamos algo diferente a lo que ‘Sexo en Nueva York’ nos tenían acostumbrados. Pero a lo que esta serie no renunciará será al gran estilismo que mantuvo en sus seis temporadas y sus dos películas. Looks que tenían nombre y apellido: Patricia Field.
Esta estilista, visionaria para su época, ha creado los outfits más icónicos de la pequeña pantalla. La serie no solo revolucionó la televisión por contar la vida de cuatro neoyorquinas autosuficientes que hablaban libremente del sexo, sino, también la industria de la moda. Marcaron el estilismo de los años 90 – actualmente de moda – y, que toda mujer quería copiar. Patricia Field construyó los personajes más allá de sus tramas, creando unos estilismos únicos para cada una de ellas. El más icónico de todos, el de Carrie Bradshaw (Sarah-Jessica Parker).
Cada uno de los looks que vestía la protagonista de la serie eran únicos, inimitables y totalmente vanguardistas. Field combinaba prendas vintage con las piezas más singulares de las grandes firmas de moda. Su resultado: el armario de Carrie. Excéntrico por sí solo, minimalista mucha otras veces, pero lujoso en todas. Sin duda alguna, Field consiguió que la ropa se convirtiera en otro personaje más, y nunca pasaba inadvertido. A continuación, vamos a repasar algunos de los outfits de Carrie que han transcendido, convirtiéndose en referentes mundiales para los amantes de la moda.
Este conjunto es un claro ejemplo de la excentricidad del armario de Carrie. Solo ella puede vestir así y, además, le queda bien. Vemos unos pantalones de lana color azul marino que nos traslada directamente a los knit shorts de Jacquemus. O el top con un estampado asimétrico muy estilo Paloma Wool. Un conjunto muy pandémico, sino fuera por los tacones que lleva o por el abrigo de Prada que luce. Sin embargo, los complementos son la guinda del pastel. Una boina muy masculina, unas flores y una baguette, hacen que el look hable por sí solo.
Quizás Patricia Field regresara del futuro para crear este look. Ahora ver un crop top o una riñonera, no es nada nuevo. Pero en aquella época fue inaudito. El conjunto entero es de Prada, de la colección primavera de 2001, inspirada en los años 50 y 80. Esto no es algo que Field soliera hacer. Ella mezclaba a varios diseñadores en los conjuntos, hasta tal punto que no se reconocieran. Sin embargo, observamos esa riñonera de Gucci, que completa la visión de la estilista. Este es uno de los outfits más icónicos de toda la serie y ya entendemos el por qué.
Carrie era una auténtica experta en conjuntar piezas de alta gama con accesorios que podrías encontrar en una tienda de segunda mano. Nunca perdía el buen gusto y su estilo propio. Aquí vemos como este vestido romántico con volantes de Richard Tyle combina a la perfección con un bolso y unos zapatos vintage. Dándole un toque informal con esa melena suelta y rizada tan característica de Sarah-Jessica Parker.
¿Cómo olvidar este look? Aunque el conjunto apareciera en la segunda entrega de películas que se estrenaron, resume a la perfección el estilismo de la protagonista. Observamos como combina prendas ready-to-wear, como la camiseta de Dior; con la voluminosa falda de Zac Posen. Un bolso vintage, y como no, unos zapatos del español Manolo Blahnik. Este outfit es Carrie en su estado puro, aunque se encuentre en mitad de un mercado de especias en Abu Dabi.
Y, de repente, Carrie aparece con un conjunto muy minimalista. Acompaña un little black dress de lo más sencillo – que le queda como anillo al dedo – con un bolso Gucci y unas sandalias color crema. Además de protegerse del sol con unas gafas aviador y vuelve a dejar su melena rubia suelta.
¿Qué prenda puede ser la más icónica de Carrie? La respuesta sería la falda de bailarina que lleva la protagonista en los créditos iniciales de la serie. De hecho, trascendió tanto este outfit, que Patricia Field decidió hacerle un homenaje en el final de la serie. Vistiendo a Carrie con un tul largo verde.
Patricia Field no repitió ningún conjunto ni prenda durante toda la serie. Bueno, a excepción de esta. El abrigo de plumas vintage ha sido la única pieza que se ha repetido en varias ocasiones a lo largo de la serie. Se convirtió en el mejor aliado de Carrie para superar el frio invierno de Nueva York. Debajo de este lujoso abrigo, vemos un conjunto de lo más preppy. Una blusa suelta con volantes, acompaña a una falda de cuadros ajustada rosa. Y, por último, unas botas brillantes también de tonos rosa.
Por último, vemos un conjunto al más puro estilo Carrie. Para ello, Field combinó unos pantalones blancos tobilleros acampanados, junto con una camisa de rayas rosa y un chaleco del mismo color que el pantalón. Pero, sin duda alguna, la corbata es la quintaesencia del look. Gracias a este complemento, el outfit consigue un aire muy masculino.
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