La exposición, a cargo de la Fundación Mapfre, expone el trabajo de una de las fotógrafas más importantes de todo el siglo XX. Experta retratista, pasó su vida a caballo entre París y Nueva York inmortalizando la realidad con su cámara.
Sin lugar a dudas, Berenice Abbott fue una figura clave y esencial en el transcurso y evolución de la historia de la fotografía. Gracias a sus instantáneas podemos hacer un viaje por los cambios que sufrieron ciudades como Nueva York en las décadas centrales del siglo XX, así como observar retratos de grandes personajes de la escena intelectual mundial, en especial durante su estancia en París.
Las imágenes de la fotógrafa estadounidense han marcado un antes y un después en la forma en la que retratar la realidad ante los ojos del que la ve. Es por ello, que la Fundación Mafre, buscando reivindicar el nombre de una de las fotógrafas más trascendentales del siglo XX, ha reunido un total de 185 imágenes en la exposición ‘Berenice Abbott. Retratos de la modernidad’. La muestra está comisariada por Estrella de Diego, catedrática de Arte Contemporáneo de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Desde VEIN os presentamos 4 claves para conocer y entender la vida y el trabajo de Berenice Abbott, una mujer sin precedentes en el mundo de la fotografía.
Aprendió de los mejores
Berenice Abbott fue una amante de la fotografía desde bien pequeña. En 1918 se instaló en Nueva York donde conoció al dadaísta Marcel Duchamp. Pronto se trasladaría a París donde comenzó, propiamente dicha, su carrera profesional. Pronto pasó a ser ayudante de dos de los hombres más importantes de la fotografía del momento, Eugene Atget y Man Ray, en cuyo taller aprendió a hacer retratos.
‘Self Portrait – Distortion’ (1945-1950)
Experta retratista
Con los años pasó a convertirse en una fotógrafa relevante por derecho propio. Y retrató a numerosos personajes de la escena intelectual durante su estancia en París en los años 20. Por su objetivo pasaron algunos de las personalidades más destacadas del momento: Jean Cocteau, James Joyce, Max Ernst, Jules Romain, André Gide. Además fue una acérrima defensora del papel de la mujer en la sociedad y fotografió a varias que le inspiraron como la periodista Janet Flanner. En pocos años, llegó a ocupar un lugar importante entre los retratistas europeos y se convirtió en uno de los enlaces entre la vanguardia del viejo continente y la creciente escena artística estadounidense.
Retrato a Eugène Atget (1927)
Amante de las grandes urbes
Pasó su vida a caballo entre París y Nueva York retratando los cambios que estaban sufriendo estas ciudades en ese momento. Pero sin duda, siempre llevó a la Gran Manzana en su corazón y fue protagonista de uno de sus trabajos más reconocidos: ‘Changing New York’, un trabajo de documentación acerca del enorme crecimiento de la ciudad con la llegada de los rascacielos. A partir de 1929 retrató edificios icónicos como el Flatiron o las obras del complejo Rockefeller Center, los muelles y puentes, para lo que tuvo que superar su miedo a las alturas.
‘Obras del Rockefeller Center’ (1936)
‘Vista aérea de Nueva York de noche’ (1936)
Fotografió la ciencia
Otra de las grandes pasiones de Abbott fue la ciencia. Desde 1950 formó parte del Physical Science Study Committee (PSSC) del Massachusetts Institute of Technology (MIT). En la exposición podrá verse la presentación fotográfica de los fenómenos científicos que la estadounidense inmortalizó para este instituto.
Conoce a la apasionante Berenice Abbott y la realidad del momento a través de sus fotografías. La exposición estará abierta al público hasta el 25 de agosto. Se sitúa en el Paseo de Recoletos 23 en Madrid y su visita cuesta 3€.
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