Lucía Piedra: «El diseño y la moda deben subvertir, dinamitar e implosionar las dinámicas coloniales y de explotación»

04 / 10 / 2024
POR Paula Rodríguez

Sustainable Challenge es un proyecto que busca generar conocimiento y propuestas para promover la sostenibilidad en la industria de la moda. Hablamos con la investigadora, curadora independiente y profesora Lucia Piedra, comisaria de la 6ª edición titulada ‘Carnaval de costura insurrecta, una práctica decolonial’. Inscripciones abiertas hasta el lunes 7 de octubre.

Retrato Lucía Piedra

Más allá de ser una industria creativa, la moda es un espacio de poder que refleja y perpetúa dinámicas sociales, económicas y culturales, pero ¿hasta qué punto se pone al servicio del pensamiento crítico? La moda se encuentra atrapada en los mismos ciclos de explotación y colonialidad que afectan a otras industrias, dejando de lado su potencial para cuestionar y transformar estas estructuras.

El Sustainable Challenge, organizado por MODA FAD, pretende cuestionar estas dinámicas y abrir un diálogo crítico sobre las relaciones entre colonialidad, crisis medioambiental y prácticas antirracistas en la moda entre les participantes, dándoles la oportunidad de explorar cómo el diseño y la producción de moda pueden convertirse en herramientas para, en palabras de Lucía Piedra, “subvertir, dinamitar e implosionarlas”.

El evento se llevará a cabo presencialmente en el Disseny Hub Barcelona del 14 al 16 de noviembre de 2024, en una edición que bajo el título, ‘Carnaval de costura insurrecta, una práctica decolonial’, contará con tres comisarias destacadas: Roberte Piqueras, Lucía Piedra Galarraga y Frank Trobok, quienes se encargarán de guiar el debate y la creación colectiva en torno a un enfoque de moda más ético y crítico. En #VEINDIGITAL hablamos con Lucía Piedra.

Entiendes tu práctica como un «posicionamiento» y una «metodología abierta». ¿Cómo logras mantener la flexibilidad y permitirte desviar el rumbo cuando estás investigando o creando?

Así es, entiendo que cuando decides investigar desde el pensamiento crítico, el antirracismo, los feminismos o el pensamiento decolonial/postcolonial asumes un posicionamiento. Aunque puedas convivir con referencias distintas hay una forma de “leer” el mundo que se abre desde todas estas perspectivas. Y esto mismo te conduce a trabajar metodologías de investigación que están vinculadas a prácticas muy concretas. Con metodología abierta me refiero a las diversas formas de articular las investigaciones en las que trabajo: un grupo de lecturas, un recorrido, una enunciación y estudio sonoro, un texto, un seminario. Esto es los me permite dibujar un recorrido entre un proyecto y otro que suele ser mas bien irregular, que puede ser un desvío. 

Has experimentado con la mezcla de sonido, texto y visuales en tus proyectos. ¿Qué te inspiró a explorar estas conexiones y cómo llegaste a esas intersecciones? 

Este es un trabajo que está en curso. Y la motivación viene muy de cerca. Parte de mi formación y años de vida han transcurrido en la Habana, Cuba, dónde el vínculo con lo sonoro es casi inevitable. Y no lo menciono como algo que dibuja una suerte de identidad exótica caribeña, sino como algo constitutivo de una forma de vivir, estar y entender la realidad. El espacio sonoro es aquel donde, en la realidad Cubana, se debaten y airean muchos aspectos sociales y sobre todo políticos. Es a la vez espacio de imaginación y discusión, de liberación y gestión del deseo. Y sobre todo un código de difícil captura. Esta operativa de lo sonoro en Cuba me hizo pensar en un aspecto de lo intraducible que me interesa trabajar, que no tiene la rigidez de un texto académico. Y también me hizo pensar en la importancia de sacar del texto a otra materialidad (sonora) nuestras reflexiones. En este sentido tu pregunta me ayuda a explicar porque decidí aceptar el encargo de comisariar un hackaton investigativo que está enmarcado en el sector de la moda y el diseño. Esta decisión se corresponde con el deseo de mover argumentaciones teóricas al espacio pragmático, en este caso de la producción textil. Y experimentar que nuevas materialidades pueden surgir allí. 

¿Cómo crees que estas combinaciones contribuyen a nuevas formas de representación?

Has mencionado una cuestión relevante que es la de la representación. Sobre esto quiero decir que normalmente se intentan solucionar problemas estructurales mediante “la representación”. El filósofo Yuk Hui en un entrevista reciente que le hicieron en Tabakalera, Donostia decía, a propósito de los fallos de la inteligencia artificial al leer los rostros de los las personas negras, que la solución no era ingresar millones de imágenes “representando” rostros de personas negras. O sea, el problema no se soluciona con datos que representan. La solución está justamente un paso más atrás. La solución está en quienes-como-desde donde se entrena a esta inteligencia. Por eso me parece interesante sacar de el estado de texto a ciertos contenidos. La medida en la que contribuyen estas combinaciones a otra formas de representación es en la articulación de otra relaciones son esos contenidos ¿Cómo sonaría Fanon? ¿Como huele el Atlantico negro?

A lo largo de tu carrera, has explorado las formas en que se representa a los cuerpos racializados. ¿Qué medios o formatos consideras más efectivos para subvertir las representaciones hegemónicas de las identidades afro/negras?

Mi trabajo tiene que ver mucho con el trabajo de archivo, con las propias arquitecturas que vas creando en esos archivos. Si fuera a dibujar un mapa que organice visualmente lo que hago, el archivo estaría en el centro. Me gusta ponerle nombres a los archivos porque estos explican la relación que guardo con ellos como, By any means necessary: una anatomía para lo negro o Cosmopolitique detox. Todos los materiales que se almacenan allí luego pueden ser fuentes de investigación y articulaciones muy disímiles. De estas fuentes me han interesado el “como” se ha representado el cuerpo negro, pero también me han interesando las forma de auto-representación y respuesta a esas representaciones de las identidades afro/negras y ahora también de las marrones. En esa sentido he podido observar que las formas de subvertir son muy dinámicas y están sujetas a la intersección de disímiles factores. No hay medios o formatos considerados mas efectivos para las contranarrativas, sino que es una batalla que se libra en todos los frentes, desde lo legislativo hasta lo político y lo social, lo cultural. Me gusta pensar en la idea de Andrade de antropofagia, aquello que se incorpora mediante este especie de canivalismo que pone al otro dentro de mi y a través de mi digestión se “confunde” conmigo, con lo que soy. Pienso también en el parasitismo, en lo absurdo o en ese «Look how far we’ve come» l’artista choctaw-cherokee Jeffrey Gibson que inserta ese fantasma del otro en el presente o en la propuesta de Gilroy de una cultura que no es específicamente africana, americana, caribeña o británica sino todo ello a la vez o en el sentido de lo marrón del que habla José Estéban Muñoz. Antes estas complejidades es difícil cerrarse a formatos y medios.   

¿Cómo definirías el «decolonialismo» y en qué se distingue del “anticolonialismo»?

Esta es una pregunta interesante y útil. Durante el mismo proceso de escritura del texto curatorial para definir los contenidos han surgido conversaciones entorno al uso de “descolonial” y “decolonial” y ahora tu sumas este otro término “anticolonial”. De la misma forma que la gente (normalmente gente blanca) confunde lo político con lo ideológico cuando une habla de antirracismo o de interculturalitat, también se sustituye lo descolonial por lo decolonial y viceversa. Y esto no es mas que otras de las violencias de la colonialidad: la traducción, como seguramente diría Ngugi Wa Tiong’o.

Lo decolonial se refiere a una línea de pensamiento, el pensamiento decolonial.

El anticolonialismo implica una linea de acción, la acción de liberación por ejemplo. 

¿Cómo entiendes el rol de los museos e instituciones culturales en la perpetuación o subversión de estas representaciones? 

Hay una frase de Jaques Derrida que dice algo así como que “quien controla el archivo tiene el poder”. Y los museos se pueden entender como grandes archivos que arrastran volúmenes de información y se articulan como una de las “bocas” del poder económico, político, hablan por el. El ArchivoMUSEO al fin y al cabo no constituye en si mismo un espacio de reparación de la memoria histórica. Y tengo serias dudas de que algún día lo llegue a ser. Por el contrario siguen siendo un dispositivo de narración, de representación de la una violencia colonial constitutiva. Y esto se explica porque sigue operando en términos de meros enunciados, aún y cuando trata de introducir cuestiones como la “decolonialidad” o la “interculturalidad” o la “diversidad”, sin tocar sus estructuras. Sin dejar que estas perspectivas modifiquen sus estructuras. Esa capacidad de emisión narrativa, siempre ha sido intrínseca a la empresa colonial desde sus orígenes. La lógica operativa de este ArchivoMUSEO sigue siendo la de la separación o selección y mucho más importante, la de asignación ¿De que color es la colección? ¿De qué color son los programas de las instituciones? ¿Para quienes? Si en Barcelona vive una población de mas del 30% que son agentes culturales y personas migrantes, racializades, ¿Por qué no se ven en las estructuras museísticas? ¿Por qué esta población de agentes siempre flota en los márgenes de las instituciones y en la periferias del sector cultural? ¿Qué resonancias hay entre “Descolonizar el museo”, unas políticas locales para incorporar a estos agentes con igualdad de derechos y participación, unas normativas para hacer válidos sus estudios, formas de regularización como la ILPRegularizaciónYa? Ninguna. No hay ninguna resonancia, porque no hay nada estructural que modifique la relación extractiva que tienen ahora estas instituciones con estos contenidos y agentes. 

Crear “nuevas narrativas” se a convertido en un pretexto vacío, en nuevas formas de  precarización y sobre todo, en la despolitización y perdida de músculo critico necesario para tirar del freno ante la tematización de problemáticas que atraviesan a colectivo concretos.

Has hablado de “pedagogías excéntricas” en tu trabajo. ¿Nos podrías contar un poco más sobre qué significa eso y cómo lo aplicas en tus clases y proyectos curatoriales?

Dentro de lo que considero mi practica como agente cultural, se enmarca la docencia. Fue algo que empece hacer primero de forma dispersa y luego de forma continuada. Entre las asignaturas sobre las que he trabajado están la teoría postcolonial, la historia del arte, la escritura creativa y de ficción, la metodología de la investigación, y casi siempre en formatos de seminarios. De esta practica me interesa poner en valor la posibilidad que me permite de abrir los propios proceso de investigación que llevo, para ponerlos en debate y reflexión con les estudiante. También esto me lleva a diseñar mis propios syllabus con cada seminario y proponer metodologías para acercarnos a lo contenidos. Y es aquí donde aparece lo que no gira sobre un centro fijo. Estas metodologias pueden articularse en la colaboración con un Grafitero para la construcción de una genealogía gráfica y ficcionada – como la intervención que coordiné con el sindicato de vendedores ambulantes en la Fabrica de creación Roca Umbert en el marco del festival Panoramic; o la recuperación de recetas para entender y cuestionar el apropiacionismo cultural en un proceso colonial como hicimos en uno de mis últimos seminarios en Metafora Arts Studio. En general me interesa traer siempre autores que muchos de elles no son europeos, y practicas de los sures globales, que ayuden a salir del texto a les estudiantes. Y a entrar en espacio excéntricos a donde poder desplazar la mirada para intensificar el pensamiento critico.

Como comisaria de la Edición 2024 de Sustainable Challenge: Carnaval de costura insurrecta, una práctica decolonial, ¿cómo planeas aplicar tus investigaciones sobre decolonialidad y activismo antirracista al proyecto?

El esquema del hackaton consiste en varios momentos, durante los días 14, 15 y 16 de Noviembre, en los que les estudiantes van a entrar en contacto con los contenidos de forma teórica y practica. Dentro de este esquema, hay una masterclasse con la cual les participantes podrán definir el concepto o idea con la que quieren trabajar. Les expertes también aportarán desde el punto de vista teórico su miradas y su prácticas. En este momento de masterclass me interesa establecer un lenguaje común desde donde entender el alcance del pensamiento decolonial, también ofrecer un estado de la cuestión de la relación colonialidad-crisis medioambiental y luego conceptos como “lo carnavalezvo” y “lo insurrecto”, desde donde pensar metodologías de abordajes del trabajo. Al iniciar el trabajo en este proyecto me parecía relevante destacar como hay una materialidad en el racismo, en el colonialismo y en la racialización de los cuerpos y los territorios. Y como eso, a través del diseño y la producción criticas de moda, con estos conceptos, se puede subvertir, dinamitar, implosionar. Y finalmente las selección de agentes, el diseño de las formas de acceso a la convocatoria y la revisión de las dinámicas de trabajo en equipo, son maneras de aplicar estas miradas al proyecto. 

El enfoque del proyecto es fomentar el conocimiento y la experiencia compartida. ¿Cómo crees que este hacer impacta en la forma en que les estudiantes abordan los problemas de sostenibilidad y moda durante el hackathon?

El objetivo de introducir a les estudiantes en esta linea de pensamiento critico y acercarles a practicas antirracistas y decoloniales, es que puedan llevarse a su terreno estas reflexiones, para que las apliquen en sus futuros proyectos. Hay ahora mismo en el sector de la moda pocos enfoques que den espacio a denunciar la relación que tiene esta industria con los procesos de colonialidad, de extracción, de expolio y racismo. Pienso que desde el FAD quieren dar espacio a esta perspectiva. Creo firmemente que el acercamiento a los contenidos que vamos a trabajar impactarán en las prácticas futuras de estos estudiantes en la medida en que modifiquen sus propias forma de hacer, los recursos que utilicen, las redes de trabajo que creen, los cuerpos para que los proyecten, los espacios, los materiales. O sea, esperamos que esta experiencia no solo les ayuda a trazar estrategias de resistencia, sino también de corresponsabilidad. 

¿Qué metodologías pedagógicas se utilizan en esta edición para garantizar una experiencia de aprendizaje interdisciplinar y transversal?

En esta edición un aspecto importante de la metodología fue por ejemplo la selección del equipo de expertes que acompañaran el proceso. Todas este personas cumplen con el requisito de ser personas con prácticas relacionadas a la perspectiva decolonial, antirracista y sexodisidente y son personas provenientes de los sures globales.  Les expertes abordan los textil desde lugares muy distintos como pueden ser, la tradición india, la experiencia del caribe negro o las manufacturas árabes. Por otra parte durante de la experiencia de trabajo se espera que les estudiantes configuren equipos donde se equilibren por sus habilidades de diseño, patronaje o producción del resultado de su investigación. Nos interesa que les estudiantes, en su relación con les expertes y siendo asesórales por elles, entren a cuestiones las formas en las diseñan para los cuerpes no blanques, pero que también estos cuerpes tengan una capacidad y agencia en como se construyen las piezas finales.  

 

¿Cómo esperas que los participantes colaboren y aprendan de las comunidades afectadas durante el proyecto? ¿Qué tipo de conexiones o diálogos te gustaría que se generen?

Para este edición hemos prestado especial atención en propiciar que les participantes pertenezcan a esas comunidades que llamas “afectadas” -yo las llamaría “atravesadas”- por distintos ejes de opresión. Para conseguir este objetivo trabajamos directamente en el diseño del formulario de inscripción, pensando preguntas que nos permitan saber que vínculos o acercamientos tienen o han tenido con el pensamiento decolonial, o que relación tienen con alguna tradición festiva o carnavalesca; o si se identifican como persona racializada y como lo hacen, entre varias preguntas más. Esto quiere decir que les participantes ya van a estar en un marco de experiencias, desde el que pueden trabajar muy bien con la propuesta de contenidos, y con la perspectiva que nos interesa. En ese sentido es importante que apliquen esta perspectiva al trabajo de diseño y producción de moda, vehiculando los mensajes y cuestiones de las propias comunidades a las que pertenecen. Esperamos que surjan sinergias entre personas que vienen probablemente de tradiciones textiles distintas pero con estrategias de resistencia comunes ¿como combatir a apropiacionismo? ¿Como evitar o ser critico con la lectura de lo exótico como “disfraz”? ¿Cómo romper la cadena extractiva? ¿Como intervenir políticamente al atuendo festivo?

Además de la sostenibilidad medioambiental, el marco de la Edición 2024 de Sustainable Challenge: Carnaval de costura insurrecta, una práctica decolonial, también trata la inclusión social. ¿Cómo se entrelazan estas dos dimensiones en la industria de la moda?

A mí no me gusta el término “inclusión” ¿Inclusión en que, desde dónde? ¿Quienes son esos que están “afuera” y cual es ese “adentro”? … me pasa lo mismo que con “diverso” ¿diverso en relación a qué? ¿Por que yo puedo ser diverso y tú no?…una vez dicho esto quiero recordar los sucesos de …. Ocurridos en la india y como estos llaman la atención sobre la devastación que causa la industria textil en territorios del sur global. Hay una perversidad extrema en las relaciones coloniales o neocoloniales, que se articulan a través de la extracción y el uso de cuerpos y territorios. Y luego los proyectos de “inclusión” que vuelven a sustraer capital simbólico y tiempo, de los cuerpos racializados en los países del norte global. De la misma manera que se racializa un cuerpo, se racializa un territorio, una geografía, unas materias primas: conocemos las zonas de sacrificio existen en Chile; estamos viendo el genocidio en Palestina, etc. Entonces digamos que no existe tal inclusión. No te pueden incluir en algo que ya estas, en la opresión en la que ya vives.

Para abordar esta cuestión yo comenzaría por un lado por visualizar la estrecha relación que hay entre la colonialidad y la crisis medioambiental que hoy tenemos. Y por otro, optaría por hablar mas de participación y corresponsabilidad. Hablar de moda sostenible y participación real, activa, de colectivos infra-representados pasa por acudir a referencias de colectivos o proyectos que están fuera del eje industrial: Se me ocurre por ejemplo en Sindicato de vendedores ambulantes con su marca TOP MANTA o SofiaArcherLAB y sus jornadas RASSSIN que se estrenarán ahora en Noviembre. 

¿Cuál sería el mensaje principal que esta edición pretende dejar en los participantes?

Creo que hay un mensaje central en efecto pero, hemos trabajado esta edición de manera tal que fuésemos atendiendo tanto a los contenidos como a las dinámicas del trabajo en equipo, la selección de les estudiantes, la comunicación, la transparencia, los roles. Es por esto que la perspectiva con la que hemos trabajado quizás esté también transmitiendo un mensaje en estos niveles. O en esas áreas que pertenecen mas al backstage de la producción de un proyecto. Te diría entonces que el mensaje que pretendemos dejar tanto a les participantes como al FAD como institución que acoge el proyecto es, por una parte, es que es urgente que el sector de la moda se responsabilice con las formas en que genera narrativas y por la incidencia tan catastrófica que lo vincula con procesos de contaminación, de expropiación y robo de territorios, con la destrucción de especies, el desplazamiento de poblaciones y la extracción y en fin con la colonialidad. Y por otra parte el mensaje que nos gustaría dejar a les participantes es que activando la mirada critica y la corresponsabilidad podemos comenzar a plantear otras formas sostenibles de diseñar y producir moda. 

 

Descubre en la web de Sustainable Challenge toda la programación de la próxima edición que tendrá lugar en Barcelona entre el 14 y el 16 de noviembre. Inscripciones abiertas hasta el lunes 7 de octubre.

Imágenes de la edición 2023 por Isaac Flores