Moisés Nieto presenta, en la plataforma Madrid Es Moda, su propuesta para la temporada primavera-verano 2025, con el pintor Giorgio Morandi como fuente principal de inspiración. En #VEINDIGITAL hablamos con el diseñador.
La nueva colección de Moisés Nieto se convierte en una interpretación textil de la obra de Giorgio Morandi, cuya esencia y forma de trabajar han cautivado al diseñador desde siempre. A través de tejidos, patrones y colores cuidadosamente seleccionados, su nueva propuesta busca, y consigue, capturar la serenidad y sutileza del artista, dispuesta en una escena que invita a situarnos en su piel.
Nieto considera sus colecciones como una evolución natural de las prendas que definen su marca. Para él, la moda no debería ser una tendencia fugaz que cambia cada seis meses, sino una progresión constante hacia la excelencia en lo sutil, y esto lo vemos en la pasarela, en prendas que perfecciona colección tras colección.
En su propuesta para la temporada primavera-verano 2025, Moisés Nieto no solo fusiona arte y moda, sino que encuentra una conexión profunda e íntima entre el proceso creativo de pintar un bodegón y el de construir una prenda de ropa. Ambas disciplinas comparten la misma dedicación al detalle, a la belleza sutil y a la sencillez. Algo muy Morandi, algo muy Moisés Nieto.
Hola Moisés, es un gusto hablar contigo. Cuéntanos, ¿cómo te sientes a unas horas antes de empezar el desfile?
Relajado, cada vez me lo tomo con mucha más calma, para mí los desfiles son una herramienta más de comunicación, no es el objetivo de hacer la colección, el objetivo es venderla.
Me gusta hacer los desfiles en formato pequeño, con invitados muy de la familia, clientas y prensa, es la forma de trabajar que llevo haciendo los últimos cuatro o cinco años. Imagino que una hora antes del desfile me pondré nervioso, pero es normal, forma parte del proceso de presentar una colección porque me exhibo de alguna forma y me da un poco de reparo. Pero seguro que saldrá todo bien y lo disfrutaré.
Háblanos del espacio, parece una instalación de arte.
Sí, la colección está inspirada en Morandi, que para mí es uno de los más grandes por su forma de expresar la pintura. Me veo muy reflejado en su forma de trabajar. Es alguien que no salió de Bolonia, su ciudad natal, que solo pintaba bodegones de naturaleza muerta desde su casa sin buscar el éxito, siempre intentando mejorar la técnica. Ese aspecto lo veo muy similar a las colecciones que hago, porque mis colecciones no son novedosas, ni intento ser disruptivo con ellas, sino ir mejorando cada prenda para que a la clienta le quede mejor, seleccionar mejores tejidos para que perduren en el armario, huir de las tendencias… Con lo cual me siento muy reflejado en él. La colección está inspirada en sus colores, en sus formas rectas… Es todo muy Morandi.
¿Estos serían los aspectos de la colección y la puesta en escena que más te emociona mostrar al público?
Lo estoy deseando, aunque normalmente no es algo que disfrute, cada vez le tengo más respeto el enfrentarme al público. Es por eso que, con el tiempo, he decidido hacer desfiles más íntimos, con menos modelos y menos personas, todo mucho más en petit comité. Ya no me siento tan cómodo como cuando empecé, y no sé si eso refleja mi estado de ánimo, mi manera de entender la moda o mi visión sobre ella. Pero así es como quiero hacerlo y como quiero expresarlo. Por eso, la bola es el reflejo de lo que me transmite Morandi; es como mirarme en un espejo y sentirme como él.
Y a la vez, el reflejo de mirar algo para ir perfeccionándolo.
Efectivamente, consiste en mirar y mejorar. Poner y añadir es muy fácil, pero eliminar costuras, elementos, aquello que sobra, es lo más complicado. Por eso el diseño italiano está tan bien hecho: en su simplicidad encuentras belleza, y eso requiere un gran trabajo detrás.
Creo que el diseño reside ahí, en pensar cómo hacer cosas, elementos, diseños que tengan una utilidad, más que en hacer cosas locas.
En tus colecciones no solo se trata de reducir lo innecesario, sino de resaltar cada detalle sutil, siempre manteniendo la más alta calidad. ¿Dirías que eliminar los excesos, sin sacrificar la funcionalidad ni la belleza, es fundamental en tu proceso creativo?
Totalmente, lo has descrito perfectamente. Es eliminar hasta quedarte con algo casi perfecto que puedas ponerte.
¿Qué puntos en común encuentras con la nueva colección y tus anteriores propuestas?
Creo que es muy similar a lo que llevo haciendo hasta ahora. Cuando pienso en las prendas, siempre tengo en mente a mi clienta; la escucho mucho. Los largos de las prendas suelen ser por debajo de la rodilla, no se ajustan demasiado al cuerpo, usamos colores neutros, que no pasan de moda, y tejidos sostenibles, algodón, lino… Nuestro objetivo es crear prendas que usen mucho, que realmente sean útiles, porque la moda hay que utilizarla.
Eso también es sostenibilidad al fin y al cabo, pensar en el ciclo de vida de la prenda.
Sí, en reducir el consumo. Lo veo mucho en mis clientas, compran una prenda porque saben que la van a utilizar siempre, que no es una tendencia pasajera. Para mí es genial verlas por la calle con mis prendas. Tenemos tienda en Conde Duque y muchas de las clientas que viven cerca vienen a menudo y también me las cruzo con frecuencia, se establece una conexión muy guay. También veo cómo se mueven ellas y el tejido, más que en la pasarela, porque la pasarela son 60 segundos y no te da tiempo a analizar la prenda en detenimiento, y además, lo lleva una modelo. Mis clientes son mujeres con cuerpos, estaturas y, en definitiva, fisonomías diferentes. Me encanta el proceso de convertir una prenda en algo real, no tanto para la foto, que es de lo que intento huir.
Abrir la tienda en ese aspecto ha jugado un papel muy importante.
Tener un punto de venta físico ha sido un punto de inflexión. Que las clientas puedan venir, tocar las prendas, ver cómo es el patronaje y cómo queda el fitting, es algo que valoro mucho. Sobre todo, agradezco poder escuchar directamente de ellas lo que realmente necesitan. Muchas veces, los diseñadores nos enfocamos solo en romper esquemas y llamar la atención. Yo soy todo lo contrario: busco pasar desapercibido y hacer prendas lo más limpias posible, pensadas para vestir a una mujer que no quiera llamar la atención.
Me recuerda un poco a Raf Simons, Jil Sander…
Sí, y Dries Van Noten. Para mí es un ejemplo a seguir, tanto por sus diseños como su forma de pensar.
¿Cómo ha evolucionado esta idea en la colección que presentas hoy?
Creo que es más un ejercicio de reconstruir y adaptar los patrones y tejidos a una nueva temporada. Siempre pensando en la utilidad de la prenda y cómo puede sentar mejor. No siento que haya sido un proceso de diseño, más bien, de rediseño: dar una vuelta para ver cómo podemos mejorar el escote, como quitamos ciertos elementos, en definitiva, cómo hacer que la prenda sea cada vez más perfecta. Por eso mis colecciones son una evolución continua de la anterior.
¿Qué hay colgado en el moodboard de inspiración para esta colección?
Tengo muchas fotos de la obra de Morandi, trozos de tejidos que se asocian a los colores de su paleta, bocetos y muchas fichas técnicas, me gusta trabajar con ellas. Mucho orden, mis moodboards siempre están muy ordenados, me da paz.
¿Cómo se alinea la estética de la colección con la obra de Giorgio Morandi?
A través del color, diría que es la base de la inspiración en Morandi, y la silueta. Si te fijas, siempre pinta los objetos muy verticales, apiñados, con poco espacio entre ellos, y con un horizonte perfecto. Líneas rectas, prendas que no se ajustan al cuerpo, hay un par que hacen una ligera forma de botijo, más orgánicas, pero todo es muy vertical, fluido. No es nada pesado.
No conocía a Morandi, pero al ver sus bodegones me parecía estar viendo prendas de ropa.
¿Verdad? Por la textura, los colores… Para mí es un ejercicio complicado porque los colores que usa son muy raros, no puedes ponerles un nombre. No es rosa, no es gris, no es azul, son mezclas de muchos colores. De hecho, su paleta es increíble, él decía que existen infinitos colores blancos porque es imposible ponerle un nombre a cada uno de ellos. Hemos conseguido una paleta muy especial en las prendas, porque son rosas muy empolvados, verdes grisáceos…
Para esta colección también has usado tejido dead stock, ¿cómo ha sido el reto de plasmar esta paleta en los tejidos?
Buscando, viendo muestras, hablando con Recovo, nuestro proveedor, y viendo cuáles son las mejores calidades para lo que estábamos buscando, es un trabajo de investigación. Un par de meses de buscar y buscar, hasta dar con los tejidos exactos para ver si funcionan en las prendas, porque si una prenda se arruga mucho o da problemas a la hora de confeccionar, tenemos que descartar ese tejido, pensamos mucho en cómo se va a producir y vender.
Es un trabajo muy escultórico.
No puedo imaginarme una prenda sin ver antes el tejido, porque lo que tengo en mente quizás no queda igual en la realidad. El tejido cae, se abre, tiene bies, pesa… No puedes buscar el tejido que imaginas, para mí es más sencillo verlos y decidir qué puede salir de ellos. Tienes que ir probando, entretelado, haciendo pruebas textiles… Es un proceso guay.
¿Qué mensaje comunican las siluetas en esta colección?
Fluidez, verano, relajación… Eso también hace mucho Morandi, cuando ves un cuadro suyo te da paz, no es agresivo ni estridente, son colores que te dan tranquilidad. Eso mismo hemos querido plasmar en la colección, que veas las prendas y que tengas ganas de ponértelas y que te abracen.
La inspiración puede ser como una semilla que se planta en uno y florece en el momento oportuno, en tu caso, dando pie a una nueva colección. ¿En qué momento diste con Morandi y cómo fue el proceso hasta convertirlo en la propuesta Spring Summer 2025?
Le conocí cuando estudiaba historia del arte, en un viaje a Bolonia visité su casa-estudio y el museo, he visto varias exposiciones suyas, tengo catálogos en casa, soy muy fan. Siempre tenía claro que tenía que hacer una colección inspirada en él, y este año ha pasado.
Es lo que tú dices, vas sumando ideas en tu cabeza y llega un momento en que le das forma y tiene sentido. Seguramente en el momento que conocí su obra no estaba en tal punto de relajación y paz mental en el que me encuentro. Me ha venido muy bien hacer esta colección ahora por mi forma de estar en el mundo y mi trabajo.
Lo artesanal en la moda no solo la hace más humana y relacional, sino que también es una forma de innovar. ¿De qué manera innova Moisés Nieto a través del uso de la artesanía en sus diseños?
Para mí no es tanto una innovación, es una puesta en valor del trabajo artesanal que hacen los artesanos en España. Creo que es necesario que las prendas que hagamos se relacionen con la artesanía, ya que nos diferencia de otra moda que se hace en el mundo. Me encantaría tener más tiempo para pensar realmente cómo mejorar las técnicas y adaptarlas a la actualidad y llevarlas a la moda, cómo cambiar ciertos procesos… no es fácil.
Hacer una prenda a mano tiene mucho que ver con la artesanía, considero que debe convertirse en una prioridad preservar estas técnicas que corren el riesgo de desaparecer.
Es algo que siempre recomiendas a quienes están empezando.
Sí, siempre. Ser sostenible, y vincularse con lo artesano y la tecnología.
Ya sé que no pones nombre a tus colecciones, pero si tuvieras que elegir el nombre de una persona especial para ti, ¿quién sería y por qué?
No sabría decirte, por eso no pongo nombres. La llamaría verano.
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