¿Qué hay de nuevo? Vida de rico

03 / 07 / 2023

¿Qué hay de nuevo? La columna de Estel Vilaseca en VEIN MAGAZINE

Ya sea desde el lujo silencioso o el exceso del bling, bling, de lo que no hay duda es que ahora la máxima aspiración es llevar vida de rico – que no es lo mismo que serlo. La ostentación campa a sus anchas y parece que al algoritmo, alimentado por nuestros anhelos, le gusta. Slim Aarons, fotógrafo que se hizo célebre con sus retratos de “personas atractivas haciendo cosas atractivas en sitios atractivos” es a día de hoy toda una fuente de inspiración. Aarons, tras luchar en la Segunda Guerra Mundial, decidió que no quería ver más cosas horribles, dejó atrás el fotoperiodismo y enfocó su objetivo a lo bello para capturar la vida de la jet set, que en esa época disfrutaba de su privilegió desde la privacidad: “los famosos eran más discretos en ese momento; es un retrato de ese mundo social diferente, más rico” explicaba su editor a The Guardian.

Este verano, Jacquemus, Dior y Gucci han plantado sombrillas y tumbonas con sus logotipos en algunas de las playas más exclusivas ofreciendo así una experiencia muy Aarons a sus clientas. Jacquemus ha instalado su chiringuito de lujo en la playa de Pampelonne de Saint Tropez – también ha abierto tiendecita veraniega en Portofino. Dior, por su parte, ha desembarcado en Malasia para mostrar su colección cápsula Dioriviera en la One&Only Desaru Coast con una tienda efímera y un pop up. Pero este no es el único punto donde recalará, la Marina de Ibiza, el Lago Como o el emblemático Hotel Beverly Hills son otros de los emplazamientos escogidos. Gucci no ha querido ser para menos, y también en Saint Tropez y hasta finales de septiembre, ha montado su propio resort de lujo en el Loulou Ramatuelle Beach Club.

No sería extraño encontrarnos en alguna de estas instalaciones efímeras a Bad Gyal, que este año ha sido la escogida para protagonizar el ya famoso sport de #Mediterráneamente de Estrella Damm. Si hasta ahora la línea argumental había sido un elogio de la sencillez a pie de playa, en esta ocasión y al son de los aires que corren, el argumento se desarrolla entre Japón y el “Pussy K Mana”, un flamante yate al que regresa para estar “donde quiero estar” ya que es “tiempo de celebrar” y “el agua está nice”. Más allá de Gyal, no hay duda de que el gran protagonista de este anuncio es el yate y todo lo que simboliza en la actualidad. Y es que además de contaminantes, “los yates son un indicador muy visible de la desigualdad, la concentración de ingresos y riqueza en manos de unos pocos” escribía el economista Paul Krugman en The New Times.

Pero la riqueza no campa a sus anchas sólo en las cubiertas de lujosos yates, nos la encontramos muy a menudo en las redes, normalizándola, abrazándola, deseándola y, al mismo tiempo, contribuyendo a que los problemas  – ¡Atención en España sin ir más lejos 1 de cada 3 niños vive en riesgo de pobreza y exclusión social! – desaparezcan debajo de la alfombra.


El periodista Martin Bianchí firmaba a finales de mayo un fantástico artículo sobre el inquietante fenómeno de las influencias ultraconservadoras: Tamara Falcó, María Pombo o Grace Villarreal. En él, la doctoranda Naira López Cañellas, reflexiona: “Puede parecer más fácil crear hijos y llevar una casa que imaginar una vida de precariedad, trabajos aburridos, monótonos, abstractos, sin futuro o posibilidad de crecimiento”, al mismo tiempo que se cita el término “hedonismo depresivo”, acuñado por el escritor Mark Fisher como antídoto a “el daño de un sistema que hace de la vida algo cada vez más insufrible”.

Para terminar esta columna que empezó hablando de moda y ha terminado hablando de política os dejo con este vídeo de Pol Andiñac en el que de forma muy didáctica nos explica porqué “los ricos siempre ganan”.