Según un informe, en tan solo una década el crecimiento de la moda de usar y tirar se estancará. ¿Se animará la gran mayoría a vestir prendas ya usadas?
Foto Tienda Vintalogy Madrid
La industria de la moda se enfrenta a un 2019 que se inclina hacia la sostenibilidad. La conciencia del uso indiscriminado de prendas de ropa, está igualándose en dimensión a la del plástico. Si evitamos bolsas, botellas, envases…¿por qué no frenamos la sobre producción de prendas throwaway que apenas nos sirve para una foto en nuestro perfil?
Algunos expertos dicen que poco a poco, esta tendencia está cambiando y los datos hablan por sí solos. Según una investigación realizada por la tienda online de artículos de segunda mano Therd Up el mercado de ropa de segunda mano crecerá casi 1.5 veces el volumen de fastfashion para el año 2028. Parte de ese trabajo está hecho por las grandes empresas, que con sus cápsulas eco se han colado en nuestro armario para hacernos más conscientes y reducir el impacto en el medio ambiente con materiales sostenibles.
Otro de los factores que apela a la responsabilidad y está en pleno crecimiento es, sin duda, la ropa de segunda mano. Según el informe de 2019 de Therd Up, en 2028, este tendrá un valor de 64 mil millones de dólares frente a los 44 mil millones del fastfashion. Estos datos hay que compararlos con los de 2018, cuando este último tuvo un valor de 35 mil millones de dólares y el mercado de segunda mano 24 mil millones.
De mercadillos en la calle a tiendas especializadas donde encontrar prendas clasificadas incluso por décadas, aprender a darle una segunda vida a la ropa es una realidad creciente desde 2008, según la investigación. Y aunque el fastfashion siga creciendo casi a la par, el informe predice que este rápido crecimiento de la moda se estancará en la próxima década dejando al mercado de segunda mano su crecimiento incesante.
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