¿Por qué es tan difícil hacer una película sobre la anorexia?

21 / 07 / 2017
POR Verónica Martín

A pesar de ser un problema latente en la sociedad actual los transtornos alimenticios no han tenido apenas reflejo en la historia del cine.

 

Era la década de los 70 cuando se empieza a diagnosticar la anorexia tal y como la conocemos ahora y no fue hasta 1979 cuando un informe médico hizo referencia a la bulimia nerviosa. En 1981 la película «The Best Little Girl in the World» hacía referencia a la enfermedad tratando de explicarla y de reflejarla como el problema que es.

Jane Fonda había hecho público ese mismo año en un libro su problema con la bulimia y el poco material que hay de la época con relación al tema no es muy explicativo sencillamente por una razón: aún no se entendía muy bien lo que suponía.

Tal y como explican en el portal Jezebel, pocas alusiones más a este contenido podemos encontrar cinematográficamente hablando hasta las décadas de los años 80 y 90 y aún así la representación se reducen a unos pocos filmes, en su mayoría tv movies con demasiados clichés y de corte moralista justificados por el momento. «The Karen Carpenter Story» y «For the Love of Nancy» son dos títulos influyentes que tratan abiertamente este problema, especialmente la segunda.

En los últimos años tan solo «El Cisne Negro» y «El Maquinista» aluden al tema y de una manera transversal. Por ello la plataforma Netflix se anima a producir «To the bone», una película en la que la anorexia se sitúa en el centro de la trama. Ellen (interpretada por la actriz Lilly Collins, quien no hace muchos declaró su trastorno alimenticio), su protagonista, es una ilustradora de 20 años que conoce a un doctor con un método poco ortodoxo que puede ayudarle a salir de esta espiral autodestructiva.

Marti Noxon debuta como directora con esta cinta en la que cuenta su experiencia con la enfermedad. Ha sido la propia Noxon la que ha declarado que a la hora de rodar no ha encontrado referentes anteriores del tema con la anorexia como protagonista, ni películas buenas ni malas.

Como era de esperar las opiniones encontradas no han tardado en llegar e incluso en la plataforma Change.org ya se recoge una petición para que el filme sea retirado. Se le acusa principalmente de frivolizar por una parte con el problema y por otra de estereotipar el perfil de las personas que sufren esta enfermedad: mujer blanca, extremadamente delgada y bien posicionada económicamente, más allá de que en el centro de rehabilitación Ellen coincida con diversos perfiles de personas enfermas.