«The Fragile»: lactancia y vulnerabilidad en la obra de Louise Bourgeois

18 / 01 / 2021
POR Elisa Sanz

A través de esta serie de autorretratos, nos adentramos en la idea de lo femenino de la artista francesa.

«The Birth» and Untitled, The Fragile, 2007

 

No es la primera vez que hablamos en VEIN de Louise Bourgeois (1911-2010). La artista es considerada una de las mayores influencias del arte contemporáneo. Además, es mundialmente conocida por sus esculturas. Las más famosas son sus obras arquitectónicas de arañas.  Una de ellas es la escultura arácnida tan representativa del Museo Guggenheim. Sin embargo, hoy nos centramos en sus trabajos pictóricos. Concretamente en su colección, “The Fragile” (2007). Una serie de autorretratos que van desde su juventud hasta su vejez.  En ellos, Louise continúa haciendo arte conceptual en los que plasma sus propios traumas y preocupaciones. La mayoría dedicados a la mente y cuerpo femenino.

Aunque la artista nunca se haya llamado a sí misma “feminista”. Sus creaciones siempre han estado al servicio de las emociones e ideas de la mujer. Su expresión artística se ha convertido en un símbolo de feminidad y de oposición al sometimiento. Esta vertiente feminista comenzó en el 1950 debido a que el género del expresionismo abstracto estalló. Surgieron figuras como Jackson Pollock y Mark Rotho que anularon las obras de Bourgeois. Este fue un momento crucial en la carrera de la artista. Comenzó a través de su trabajo a rebelarse contra el patriarcado. A su vez, estuvo muy influenciada por los problemas de su niñez que la atormentaron hasta sus últimos años y no tuvo reparo en plasmar en toda su obra.

El Museo MOMA de Nueva York ha sido cómplice de varias colecciones de Bourgeois. Una de ella, “The Fragile”. Compuesto por 29 impresiones digitales y 7 serigrafías, impresas todas en tela. Organizados temáticamente, los grabados representan la maternidad, la lactancia o la vulnerabilidad. Continuando con su arte abstracto, la fertilidad la plasma a través del cuerpo desproporcionado de la mujer. Sus amplias y sueltas pinceladas nos evocan a las pinturas ancestrales, como la Venus de Willendorf. La artista dibuja grandes senos que a veces carecen de extremidades. En otras ocasiones el cuerpo femenino no tiene cabeza. Y en muchas otras, vemos dibujado el cuerpo del bebé en la barriga de la mujer.

Untitled, no. 7 of 36, The Fragile. 2007

Tampoco podemos pasar por alto la gama de colores que Louise ha utilizado en esta colección. Vemos como el rojo y el azul impregnan toda la obra y ponen en primer plano las preocupaciones de la artista. Resalta los senos, genitales y arterias que forman el cuerpo femenino. Además, el rojo enfatiza el dolor y fortaleza de las mujeres, la sangre del parto o del periodo.

En definitiva, Bourgeois se ha convertido en una artista que consigue plasmar a la perfección las inquietudes y la psique femenina. Siempre ha poseído la libertad para ser ella misma, adaptando sus ideas, emociones y dificultades en un arte que en la actualidad sigue emocionando a miles de mujeres.

«The good mother», The Fragile (2007)
Sin título, The Fragile (2007)