Una dieta climática para la Tierra

04 / 08 / 2021
POR Julia González

Si queremos enfriar el planeta, debemos reducir nuestro consumo de carne al 60% para el 2030.

Ilustración de Cristina Jiménez para Amigos de la Tierra

La ONG Amigos de la Tierra, ha hecho público un informe donde establecen que el consumo actual de carne por persona está en 53,2 kg al año, pero esta cifra debería descender a 21kg si queremos ralentizar el cambio climático. Lo que tratan en el documento son los principales impactos climáticos, medioambientales, sociales y de salud del modelo de producción y consumo dominante en nuestro país. Buscan alcanzar un modelo alimentario más justo, saludable y sostenible basado en recomendaciones nutricionales con el que rebajar el consumo de carne al 60% con una dieta climática.

Su propuesta es que la producción de origen animal provenga de ganadería extensiva, ecológica y ligada al territorio. Esto supondría pasar a un modelo de ganadería que contempla la utilización de razas autóctonas, la movilidad del ganado y tiene en cuenta el bienestar animal. No sólo genera productos de calidad, sino que ayuda a controlar los incendios forestales, regula los ciclos del agua y la calidad del suelo.

Además este tipo de ganadería también ayuda a potenciar la biodiversidad, a conservar el patrimonio cultural y la identidad territorial. Amigos de la Tierra también incide en la importancia de aumentar el consumo de legumbres y cereales, que junto con las hortalizas y las frutas deberían ser la base de nuestra dieta habitual. Otro de los puntos que tratan en el análisis es cómo el consumo de carne procesada puede amenazar gravemente nuestra salud y el clima. «Teniendo en cuenta las recomendaciones nutricionales internacionales, sostenemos que se consuman 21 kg de carne al año. Y apuntamos que el consumo de carne roja no debe superar los 10 kg por persona al año, frente a los 20,78 kg actuales».

Y recuerdan que la carne de vacuno en España está bajo sospecha por ser un potencial causante de la deforestación del Amazonas. La dieta climática haría frente a la cifra de impacto económico de 1,3 billones de dólares que Naciones Unidas da para el año 2030  en costes de atención sanitaria, cuidados y baja por enfermedad. Andrés Muñoz, responsable de Soberanía Alimentaria reivindica que desde Amigos de la Tierra que «las políticas públicas deben ir encaminadas a posibilitar esta transición agroecológica, por el clima, por el medio ambiente y por la salud de las personas».