Censurado cien años después de su muerte en países como Reino Unido y Alemania, ahora la Fundación Louis Vuitton organiza una exposición en París. Te damos algunas claves imprescindibles para entender su obra.
Figura masculina de pie (autorretrato, 1914)
Egon Schiele (1890-1918) es uno de los expresionistas más reconocidos del siglo pasado. Murió muy joven, con tan solo 28 años, pero con más de trescientas obras y miles de pinturas a sus espaldas.
El discípulo de Klimt hacía hincapié en la defensa del individualismo de los artistas, algo que se tomó muy en serio y se puede ver reflejado en sus obras. No le importaban las normas establecidas, solo quería expresar la sexualidad y no tenía miedo en arrasar con las convenciones morales y culturales de la época. Por ello, sus pinturas son una interpretación personal de la figura humana, lo que le llevó, incluso, a obsesionarse con los autorretratos.
Autorretrato con un physalis, 1912
Ahogado bajo un ambiente convencional fundó Neukunstgruppe en 1909, que le hizo conocer a Gustav Klimt. Poco después fue acusado de corrupción de menores, lo que, indudablemente, oscureció su carrera y por ello estuvo tres semanas en la cárcel. Algo que artísticamente le favoreció porque le hizo centrarse en su obra.
La chica del sueño, 1911
En la actualidad, podemos apreciar sus cuadros en la exposición de la Fundación Louis Vuitton, la primera en París tras veinticinco años y en la que se muestra cien de sus obras divididas cronológicamente en cuatro salas. Recoge cuatro capítulos:
La línea ornamental (1908-1909) en la que se reúnen obras que hacen referencia a Klimt.
La línea existencial del expresionismo (1910-1911), que condensa obras imposibles de separar del expresionismo del artista, con toques sensuales y de color.
El equilibrio físico de la línea combinada en el alba de la primera guerra mundial (1912-1914) que expresa el miedo por el conflicto.
La línea fragmentada durante los años de esta guerra (1915-1918) denota un cambio en el que se introducen las representaciones corporales.
El abrazo, 1917
Todas estas obras que recopilan los deseos de Schiele y expresan su forma de perseguir lo que quería, son algo que no puedes perderte si viajas a la ciudad del amor antes de enero del próximo año.
Wally con blusa roja y piernas levantadas, 1913
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