Entrevistamos a la cantante por el lanzamiento de este último trabajo de estudio que gira en torno a la montaña rusa emocional que es vivir en los nuevos tiempos.
Componer Onírica le sirvió a Eva Ryjlen de refugio. En este nuevo disco pudo plasmar la maraña de sentimientos que estaba viviendo. Un momento que parecía significar un punto final, fue en realidad un comienzo, que desembocó en doce canciones íntimas y sinceras. Hablamos con ella sobre el proceso de composición, el significado de sus canciones y alguna sorpresa más.
¿Qué puedes contarnos de ti para quienes aún no te conozcan?
Ufff! Qué difícil es hablar de uno mismo! Me cuesta muchísimo definirme o ponerme etiquetas, porque al final suponen una limitación, y lo de los límites es una cosa que me aterra bastante. Digamos que soy una persona que hace canciones. 🙂
¿Y qué vamos a encontrar en ‘Onírica’? ¿A qué se debe el título?
Tiene que ver con ese mundo subconsciente al que sólo podemos acceder a través de los sueños, y en el que se esconden cosas increíbles, sobre todo a nivel creativo. En mi caso muchas de las primeras ideas que se convierten en canciones vienen de ahí, de un impulso, una sensación o un sentimiento que surge en ese espacio entre el sueño y la vigilia en el que tenemos una conexión más directa con nuestro mundo interior. De ahí el título del disco.
¿Qué diferencias vamos a encontrar en este nuevo proyecto en el que te has embarcado?
Para empezar este es un disco que no ha sido planeado. ‘Onírica’ me ha saltado de alguna manera a la cara. Durante el confinamiento me dediqué a escribir canciones para mí, a modo de terapia y de repente un día, las tuve todas delante, y me di cuenta de que casi todo el mundo había pasado por los mismos estados que yo, así que decidí agruparlas en un disco y compartirlas.
Para este disco te has adentrado en nuevos terrenos musicalmente hablando, imaginamos que no ha tenido que ser fácil, pero ¿qué aprendizajes te llevas?
Me gusta pensar que vivo en un continuo aprendizaje, y no soy muy amiga de las zonas de confort. Si algo me hace sentir cómoda huyo de ello como de la pólvora. Creo que el trabajo creativo va de arriesgar, de investigar terrenos desconocidos, de reinventarse una vez tras otra. Este disco fue pergeñado en soledad, quería que fuese lo más honesto posible y para eso tenía que dedicarme tiempo, escucharme y sentir todo lo que estaba pasando a mi alrededor. Una vez que las canciones fueron tomando forma y tuvieron una identidad propia, empezó el trabajo de pre-producción con Jave y con la banda donde fuimos poniendo cada cosa en su sitio y le fuimos aportando a cada canción lo que nos estaba pidiendo. Fue un trabajo muy intenso a todos los niveles y me siento tremendamente agradecida por haberlo podido sacar adelante en las circunstancias en las que nos encontrábamos.
¿El ambiente general, los altibajos emocionales por los que todxs hemos pasado, han influido a la hora de componer?
Totalmente, han sido el leitmotiv de este disco. Estas canciones han supuesto para mí una válvula de escape para asimilar todo lo que estaba pasando, y una forma de liberación emocional.
Estábamos acostumbradas a escucharte cantar en inglés, pero ahora llegas con un disco íntegro en castellano, ¿qué supone ese cambio?
El paso al castellano en ‘Violencia Posmoderna’ supuso un reto para mí. Cantar en tu lengua materna supone desnudarte completamente, y eso da bastante miedo en un primer momento, pero curiosamente, cuando lo hice, me sentí más libre, sentí que estaba rompiendo algunas barreras que yo misma me había impuesto, y lo viví como un nuevo comienzo.
También te digo que no descarto en ningún momento volver a cantar en otros idiomas. Últimamente me ronda mucho la cabeza hacer algo en francés o en catalán, ya que ambos idiomas están muy ligados a mi infancia, y me apetece investigar por ahí.
En este disco te adentras en el mundo de la producción, pero no lo haces sola, ¿cómo ha sido el proceso?
En general siempre he estado muy encima de todas las partes del proceso, pero en este disco era muy importante para mí no desvincularme de las canciones y darles la forma que tenía en la cabeza. Ha sido muy fácil porque el trabajo lo he compartido con Jave que es la persona que mejor me conoce en el planeta y con Paul Grau con quien llevo trabajando en los últimos 5 discos, ambos son para mí un referente y un ejemplo a seguir.
¿Quiénes son tus referentes a la hora de componer?, ¿quién te inspira?
No me gusta buscar inspiración, soy más de dejar que llegue en el momento oportuno. Por supuesto hay referentes musicales como Patti Smith, Lou Reed, Bob Dylan, Bowie o David Byrne que han sido una fuente de inspiración durante toda mi carrera o más recientes como Annie Clark, Olivia Jean, Jack White o los hermanos Durham. Pero puede despertar mi curiosidad desde una película, un libro, un paisaje o el camarero que me pone el café por la mañana. Puedes encontrar belleza en cualquier parte, si sabes cómo mirar.
En tu nuevo disco tocas muchos sonidos diferentes, ¿cómo definirías el estilo de Onírica?
Onírica es un disco muy ecléctico, y es lo que me gusta de él. Puedes encontrar un montón de sentimientos diferentes, que son parte de un mismo todo. Vaya, como la vida misma.
¿Dónde vamos a poder escuchar a Eva Ryjlen?
¡Pues espero que en muchas partes! De momento estaremos en Guadalajara dentro del ciclo Ferial 21 y el 4 y 5 de Junio ponemos rumbo a León y Zamora. Vamos colgando todas las fechas en mi web y en mis redes para que nadie se pierda nada.
Y en esos directos, ¿habrá alguna sorpresa que nos puedas desvelar?
Pues hemos preparado varios formatos, y creo que cada uno tiene un encanto especial. El 21 en la Sala el Sol, fuimos a lo grande, con toda la banda, y estoy segura de que para todos fue una noche muy especial ¡Que no se pierda nadie lo que viene! 😉
