Durante el desfile de la colección pasada, Gypsy Sport, cerraba la pasarela con una modelo embarazada. De nuevo el show de la propuesta otoño-invierno 16/17 ha puesto el broche final con la misma modelo pero esta vez con su bebé en brazos. En ambos casos, los diseños siguen siendo extremadamente eclécticos, tanto en las piezas como en la diversidad de modelos. No solo el género fluye sino también cualquier estereotipo de belleza preconcebido o, incluso, volúmenes y estructuras. Parece como si Río Uribe, su diseñador, quisiera crear la nueva etnia cósmica del futuro, única y dispar, cargada de códigos que son, al mismo tiempo, reconocibles e indescifrables. El chándal sigue marcando las pautas de este estilo gitano que es urbano y romántico, que tiene algo de caribeño y alguna referencia a la moda de los años 70.
Todos los que forman esa nueva tribu son tan dispares con las tonalidades de sus pieles que encuentran, en cierto modo, reflejo en esta colección en la que los bordados, el tricot o el cuero se mezclan cómodamente hasta generar un atuendo que ya comienza a tener una entidad propia ya fácilmente reconocible.