Las dobles vidas de Alejandro Jato y Lola Rodríguez

10 / 03 / 2022
POR Juan Marti

Los dos actores protagonizan la pieza teatral, “La gaviota o los hijos de”, la personalísima creación del joven director Pablo Quijano. En el espacio Exlimite de Madrid hasta el 13 de marzo.

Alejandro lleva camisa CARLOTA BARRERA y anillos UNODE50. Lola lleva mono de BERSHKA, zapatos MANGO y pendientes y pulsera de UNODE50

 

A veces, en la vida, da la sensación de que hay cosas de las que no se puede escapar y hechos que inevitablemente debían producirse. Es el caso, precisamente, de Alejandro Jato y Lola Rodríguez, quienes parecen haber estado destinados a encontrarse en escena. Ambos, actores de gran fuerza y carisma, cuando se juntan en el escenario para dialogar, pelear, odiarse o desearse, logran desprender una química indiscutible capaz de hacer vibrar al espectador. Y es que en la compleja función, “La gaviota o los hijos de”, una versión libre del clásico de Chéjov ideada por el director y guionista Pablo Quijano, Lola y Alejandro, en compañía de Tábata Cerezo y Xoán Fórneas, encaran los demonios más profundos de unos atormentados personajes. Entre ellos, se libra una batalla de emociones digna de un coliseo. La ambición, el deseo, la vanidad o el rencor son los temas principales de una obra incapaz de dejar indiferente a nadie y donde es imposible no levantarse a aplaudir una vez ha caído el telón.

 

Alejandro, tú llevas encabezando “La gaviota o los hijos de” desde su comienzo el año pasado, háblame un poco de como se formó este proyecto.

Alejandro: Conozco a Pablo Quijano, el director, desde que estudiamos juntos en la escuela y desde entonces somos muy amigos. Siempre hemos compartido la idea de, después de un tiempo trabajando por nuestra cuenta, juntarnos para levantar nuestros proyectos juntos. Hemos estado presentes en las ideas que se nos han ido pasando por la cabeza a los dos y hemos compartido las ganas y el gusto por un mismo tipo de teatro. En un principio tanto el texto como la idea de la función iban por otro lado completamente distinto, pero hace un año y medio aproximadamente, Pablo vio claro que el rumbo que le quería dar tanto a la obra como a la compañía, funcionaba mejor con un equipo joven que contase la historia original que él había pensado. Así me lo contó y yo me uní sin pensarlo. Y de esta manera nació la función, y un poco a la vez y de manera natural, la compañía.

 

Alejandro lleva traje CARLOTA BARRERA y zapatos DR. MARTENS. Lola lleva chaqueta BIMBA Y LOLA, pantalón MARIA HIDALGO, zapatos MANGO y pendientes UNODE50.

 

Mientras que Alejandro lleva desde el principio, tú, Lola llegaste en el relanzamiento de la obra en 2022. Ahora que los dos protagonizáis juntos la obra, contadme, ¿qué os atrajo de éste proyecto?

Lola: Lo que me atrajo fue definitivamente Pablo. Tenemos muchas amigas en común y desde hace un año nos seguíamos la pista. Él me lo propuso, quedamos a principios de año y se formó una conexión instantánea. Pablo apuesta mucho por los actores, confía mucho en ellos. Su trabajo es colectivo y él goza de una mirada preciosa sobre el arte. Sinceramente, me quedé prendada de él y de la ilusión que siente por esta profesión. No pude negarme, además es que me moría de ganas de poder participar.

Alejandro: A mi algo que me encanta de su universo es que es absolutamente distinto al mío, a priori, y sin embargo es capaz de emocionarme e interesarme tanto o más que el mío. Admiro su enorme talento, lleno de referentes de otra época mezclados con un gusto por lo contemporáneo, y con una cultura cinematográfica y teatral poco comunes en alguien de nuestra edad. Y en este caso, la búsqueda de un lenguaje entre lo cinematográfico y lo teatral con un interés en lo que el ojo teatral no ve pero el cinematográfico sí. Y sobretodo, me atrajo la idea de poner en pie algo nuestro, contado, levantado y construido por gente joven, que además son mis amigos, a los que encima admiro como artistas.

 

Lola, Georgina Amorós era quien interpretaba a tu personaje durante las funciones del año pasado, ¿verdad?

Lola: He sentido muy cerca a Georgina, muy querida por ella y eso ha sido precioso. Lo bueno que tiene mi personaje es que según fuimos ensayando, comenzó a crearse un personaje distinto al de Georgina. La obra ha cambiado un poco al cambiar nosotras. Me encantaría que ella volviera a retomar el papel y que, por lo tanto, la obra cambiase de nuevo. Cada una hemos aportado algo nuestro a el personaje que ambas hemos interpretado. Pablo busca que la obra se adapte a los actores, no hay nada rígido. Cada actor crea el personaje.

 

Lola lleva chaqueta BIMBA Y LOLA, pantalón MARIA HIDALGO, zapatos MANGO y pendientes UNODE50

 

El resto de actores que forman parte de “La gaviota” ya se conocían por haber estado presentes en las anteriores funciones, ¿qué tal fue ser “la nueva” por así decirlo? ¿recuerdas el primer día en el que estuvisteis todos juntos?

Lola: Ser “la nueva” lo he vivido de manera increíble. Me abrieron sus brazos, me acogieron… creo que la buena relación entre nosotros ha surgido de manera natural. El primer cie fue cuando realizamos las fotos del cartel promocional y estar todos así vestidos en medio del Retiro fue muy guay.

 

Ésta es tu primera experiencia en el mundo del teatro, imagino que has sentido nervios, ¿cómo has afrontado el vértigo? ¿dirías que eres una actriz sin miedo a los nuevos retos?

Lola: El vértigo lo he afrontado apoyándome y confiando en lo que hemos estado trabajando. He querido disfrutarlo por mi misma, currar todos juntos y hacer algo colectivo. Eso último ha sido primordial.

 

Contadme, en la obra interpretáis a unas versiones ficticias de Lola y Alejandro, ¿en qué se diferencian de vosotros, los de verdad?

Alejandro: Quiero creer que en todo. Es un personaje ficticio inspirado en unos pocos datos reales. Mi edad, que tengo el mismo novio que en la ficción y que soy actor. Por lo demás, aunque haya hecho el ejercicio de entender cuál es su proceso mental y de donde nacen sus impulsos, creo que no tenemos mucho que ver.

Lola: El núcleo del personaje es el deseo de que la admiren más allá de algo que no puede elegir, que es el hecho de ser hija de una actriz famosa. Ella no quiere etiquetarse, o estar a la sombra de la visiones de los demás sin que nadie la mire tal y como es. Yo también me he sentido a veces así, etiquetada o bajo la sombra de un pensamiento peyorativo simplemente por mi identidad. Claro que he empalizado con ella, con el que no la valoren por ser quien es y simplemente la prejuzguen y presupongan cosas sobre ella.

 

Alejandro lleva chaqueta MANGO, jersey BERSHKA y pantalón GANT

 

Alejandro, también interpretas a un personaje inspirado en el actor Jorge Suquet. ¿Cómo te preparaste para llevarlo a cabo? ¿Recibiste el apoyo del propio Jorge?

Alejandro: Como te decía, aunque jugamos al juego de llamarnos igual, los personajes no tienen nada que ver con las personas reales. Lo de los nombres ha sido también parte del proceso de escritura de Pablo, por que en una versión muy inicial Jorge iba a estar en el proyecto e interpretarse a sí mismo. Bueno, a su alter ego, que por suerte no tiene nada que ver con él. El Jorge Suquet real nos ha dado apoyo y ayuda a todos como amigo y actor al que admiramos tremendamente. La manera de prepararme ha surgido durante el proceso de ensayos, con alguna inspiración del personaje que había construido Jorge en el cortometraje que se proyecta en la función y que viene inspirado por el personaje original de Chéjov. Y también me he dejado mucho llevar por lo que Pablo proponía y sobretodo por un texto muy bien escrito y dialogado.

 

Y tú, Lola también interpretas una versión ficticia de la actriz Tábata Cerezo, que a su vez también protagoniza la propia obra, es todo un poco metafísico… ¿qué tal la experiencia de hacer de alguien con quién estás trabajando?

Lola: Interpretar a la Tábata Cerezo ficticia es muy divertido pero si mostráramos como es Tábata en la vida real, la gente se enamoraría de verdad.

 

Alejandro lleva traje CARLOTA BARRERA y zapatos DR. MARTENS. Lola lleva chaqueta BIMBA Y LOLA, pantalón MARIA HIDALGO, zapatos MANGO y pendientes UNODE50.

 

Uno de los temas principales de “La gaviota o los hijos de” es la fama y de como corrompe a las personas. ¿Uno puedo ser actor y que el aplauso no se te suba a la cabeza?

Alejandro: Pues imagino que depende de la persona y del momento. Yo creo que sí. En el caso del teatro, la respuesta del público es tan inmediata que es muy fácil dejarse guiar por la reacción de la gente al salir. Tanto para bien como para mal. Eso genera subidas y bajadas de emoción y de autoestima que no creo que sean muy sanas. El otro día en terapia, hablando con la psicóloga, ella decía una cosa muy interesante en relación a esto. Decía que es importante para cada uno poder estar en su centro. No colocarnos en lo increíbles que nos hacen sentir las buenas críticas o comentarios, ni en el lugar de fracaso absoluto dónde nos colocamos cuando creemos que las cosas no nos han ido bien. Ni somos tan terribles, ni tan maravillosos. Somos. Con mucho aprendido a nuestras espaldas y muchísimo por aprender todavía.

Lola: Yo no siento que viva la fama como algo que haga mella en mi vida. Que mi trabajo se exponga al público es algo que forma parte de mi profesión y la fama siento que es eso, un reconocimiento por mi trabajo, por mi arte. La validez personal viene de uno mismo, y dejar tu valía en las miradas de los otros es peligroso.

 

Durante un momento de la función, el personaje de Alejandro dice que la vida es aquello que pasa mientras intentas arreglar lo que te sucedió en la infancia, ¿estas de acuerdo? ¿qué tal llevas tu esa parte de tu vida, pesa o la abrazas?

Alejandro: Es una de mis frases favoritas de la función. No tengo ni idea de si estoy de acuerdo o no. Supongo que dependerá de la infancia de cada uno.  Sí creo que mucho de lo que somos, para bien y para mal, tiene su origen en la infancia, y creo que es bueno visitarla para entender temas del presente, más que para “arreglarlos”.

Lola: Está claro que en la infancia vivimos momentos que nos marcan para el resto de nuestra vida, hay aprendizajes que nos sirven más y otros que menos. En mi caso abrazo todos ellos y los utilizo para conocerme y mejorar.

 

Alejandro lleva camisa CARLOTA BARRERA y anillos UNODE50

 

Alejandro, pese a ser tan joven, gozas de una experiencia muy amplia en el mundo del teatro, llegando incluso a interpretar el papel de principal en la obra de Shakespeare, Ricardo III, un papel en las antípodas del que realizas en “La gaviota”. ¿Prefieres los textos y las historias más clásicas o prefieres explorar roles más contemporáneos?

Alejandro: En realidad la versión de Ricardo III era bastante contemporánea. Y el texto original y sus temas también están a la orden del día. He disfrutado mucho de todos los proyectos en los que he tenido la suerte de estar.

 

¿Dirías que España es un país donde se apoya el teatro lo suficiente? ¿Hay algo de la industria que cambiarias si pudieras?

Alejandro: Creo que tenemos una sector cultural fuerte y que se están dando oportunidades a personas y colectivos que antes no tenían un espacio. Aún así sigo echando en falta un lugar y apoyo claro a los jóvenes, tanto desde las instituciones como desde los teatros. Aunque sí hay producciones que cuentan con actores y actrices jóvenes en su reparto (no demasiadas), me falta que sean los creadores jóvenes los que den voz a esas historias. Estamos en un momento en que las personas de nuestra generación estamos empezando a vernos representadxs en el audiovisual y noto que hay unas ganas y una necesidad de vernos también representadxs en los teatros. Pero para que nuestras historias tengan una representación real en estos espacios, hace falta que se dé el lugar a equipos jóvenes, desde la escritura y dirección hasta los apartados técnicos. Para eso hace falta un ejercicio grande de confianza por parte de las instituciones, en el que dar el lugar a probar, a equivocarnos, a aprender y a seguir contando. Si los “creadores jóvenes” empiezan a tener su sitio a partir de los 35, ¿quién cuenta las historias de las personas que tenemos entre 18 y 35? Y la realidad es que no nos preocupan las mismas cosas a los 18, que a los 25, que a los 35. Creo que tenemos un vacío en las historias que ofrecemos a los espectadores que también contribuye a que los teatros no estén abarrotados de gente joven como pasa en otros países.

 

Lola lleva mono de BERSHKA, zapatos MANGO y pendientes y pulsera de UNODE50

 

Los dos habéis participado en series de televisión e incluso, tú, Lola en el mundo del cine, ¿qué medio te resulta más enriquecedor a la hora de desarrollarte interpretativamente?

Alejandro: He aprendido mogollón tanto en “Servir y proteger” como en el teatro. Aunque la manera de trabajar no tiene nada que ver, al ser un serie diaria dónde el rodaje dura tanto tiempo, también se genera una especie de familia y espacio seguro en el que poder probar y sentirte libre. He disfrutado mucho en ambos sitios.

Lola: Yo no podría decidir ahora mismo. Cada producción tiene algo que me encanta, por ahora quiero seguir explorando.

 

Después de “La gaviota o los hijos de”, ¿qué os depara el resto de 2022?

Alejandro: Seguir moviendo “La Gaviota o los hijos de” y un par de proyectos audiovisuales de los que todavía no me dejan decir nada.

Lola: Dentro de poco estrenamos Bienvenidos a Edén, producida por Netflix. Y como ya ha anunciado Atresplayer, “Vestidas de Azul”, la secuela de “Veneno”, es un hecho.

 

 

Créditos:
Alejandro Jato @alejandrojato y Lola RodrÍguez @rlolad
Producción y entrevista por Juan Marti @sswango
Fotografías de Jordi Terry @jorditerry
Estilismo: Carmen Millas @carmenmillas_ y Rodrigo Domar @rodrigoxdomar
Maquillaje y peluquería: Mar Muñoz @marmunyozz
Retoque Digital – Álvaro Corbalán @alcorbalan