La Mala: «mi feminismo, como el movimiento, se demuestra andando»

30 / 06 / 2021
POR Olaya García

Familia, carrera musical, feminismo, salud mental… Hablamos con La Mala Rodríguez sobre su primer libro, ‘Cómo ser Mala’ (Temas de Hoy)

Hablamos con la Mala Rodríguez con motivo de la publicación de su autobiografía, Cómo ser Mala’ (Ed. Temas de Hoy) un libro en el que realiza un recorrido por su vida y su carrera sin tapujos, sincera y directa. Nos encontramos con ella en el centro de Madrid donde nos recibe llena de energía, cercana. Pese a la carrera que tiene a sus espaldas, con dos Grammys, el Premio Nacional de músicas actuales, trasmitiendo humildad, nos responde entre bromas, pero a la vez transmitiendo el conocimiento de alguien que ha vivido mucho y ha parado a reflexionar sobre ello.

En el libro hablas mucho de las dos caras: la niña que juega y la mujer que se lo ha tenido que currar mucho, ¿cómo llevas este equilibrio?

No sabría cómo llamarlas, pero desde luego que ha habido muchos momentos en los que he tenido que entender que existía una persona y un personaje. Entonces cuidar de esa persona me ha llevado mi tiempo. A eso me refiero con que La Mala, eso que yo he creado, con la que me he bautizado, ha ayudado a María. Y es muy bonito porque debería ser al revés, que María calcula y dice «voy a inventar un personaje que haga esto y lo otro», y no, al revés, surgió este personaje de mí porque a lo mejor era tímida, o a lo mejor tenía complejo, por lo que sea, y es La Mala la que siempre ha ayudado a María a atreverse a hacer todo tipo de cosas, a mandar a la mierda un montón de asuntos y aplicarse con temas.

Hablas de otros cantantes que igual están de moda porque cumplen ciertas cualidades, o gente que te has cruzado en el camino que igual no ha llegado por lo mismo. Crees que a ti en parte también te han ayudado unas características que van más allá de tu elección.

Obviamente sí, sí. Por ejemplo siempre he tenido buen culo, creo que es lo que más me ayudó en mi carrera, podríamos decir que sí, siempre me lo han dicho en el barrio. Tristemente esas cosas son importantes, el darte cuenta de que no todo es wow, ¡qué talentazo!, o es que soy una persona iluminadísima. No. Estás en el sitio, en el momento, y también tienes suerte y tienes talento y reúnes X condiciones que en ese momento son relevantes o son llamativas.

Todos nos referimos a ti como pionera en muchas cosas, la primera rapera de España, ¿cómo lo afrontas?

Pues es que realmente ni yo misma me daba cuenta, estaba igual actuando en Perú con un grupo de tías que se llamaban Las menores de edad, y a lo mejor yo estar rapeando que es lo normal ahora, que una tía tenga un micrófono, y luego tocaban ellas que hacían una mezcla entre cumbia y electrónica, y cantaban letras combativas o sociales, pero sí es verdad que he estado en muchísimos sitios de América donde era la única rapera con cultura de hip-hop, que ha entendido la cultura que la ha hecho suya. En verdad no había muchas, éramos muy poquitas. En el momento no lo veía, en el momento veía tías haciendo cosas diferentes o extravagantes, pero yo me veía que a pesar de ser rapera no era la típica rapera, porque las hay más clásicas o que iban por el librillo. A mí me encantaba ponerme corsés, vestirme como si fuera una dominatrix, y era raro y yo cantando, todo un poco friki. Pero ahora es lo más normal del mundo.

¿Y crees que les has influenciado?

A lo mejor no las he influenciado yo. A lo mejor es que el correr de los tiempos las ha llevado ahí, o que también eso es divertido. Yo sé que me llevó ahí, a mi me llevó claramente un deseo de liberación físico horrible, yo quería estar en pelotas en el escenario, de hecho actuaba en bragas y sujetador, tenía ganas de quitármelo todo, pero es que a lo mejor a otra persona le ha llevado otro tipo de deseo, o de inspiración.

 

@malarodriguez

 

Hay una frase de tu libro que me gusta mucho, «si yo encarno alguna clase de feminismo es el cinético: mi feminismo, como el movimiento, se demuestra andando». ¿Notas presión en ese sentido?

Es que hay tantísimo debate, se habla de feminismos y me encanta que por fin se hable de eso. Es muy intenso. De repente es: yo soy feminista, cuando antes no se podía decir, y ahora por ejemplo cuando ha salido ‘Gitanas’ dicen que es el himno feminista gitano, y para mi fue un bajón porque en ese momento justo no era agradable hablar de eso. Ha sido, y sigue siendo, un tema muy delicado del que todavía entre nosotras no nos sentimos todas a una, y por eso me parece importante que el camino se hace andando, que por encima de todo tenemos que ayudarnos. Si ves a alguien que le pasa algo hay que ayudar. Pero ser un referente para algunas cosas está guay porque a mi me obliga también a ser más responsable, es como tener hijos en ese sentido. Es cuando dicen: yo no soy un role model. Bueno, yo no lo soy pero sé que me escucha mucha gente y acepto el reto de cuidar lo que digo, lo que hago, trato de ser coherente.

Ya que hablas de tus hijos, en el libro cuando los mencionas se percibe un sentimiento de culpa, por tu trabajo a veces no estar. ¿Crees que es algo más asociado a la mujer?

Es horrible, pero creo que con el tiempo a los hombres les pasará también, sí, porque aún no hay muchos tíos que dejen sus carreras pero depende mucho de la persona, conozco a muchas personas que sí que se dedican a tener una carrera de éxito y son súper madrazas y entienden perfectamente que están haciendo todo lo que es correcto para su familia. Lo que está claro es que nunca puedes estar al mismo nivel profesional que una persona que no tiene familia. Es muy difícil, mucha gente dice que le encantaría poder ascender, subir, pero no, no vas a poder, tienes tres hijos, a no ser que alguien se encargue de los niños y tú puedas avanzar en tu carrera laboral. Es así, es tiempo, es dedicación, no se puede estar en misa y repicando.

Yo he tenido suerte de rodearme de gente maravillosa, y hemos podido siempre crear una comunidad y tirar adelante, sino es muy difícil. También han cambiado los modelos de familia, papá, mamá, y los hijos. Yo he tenido la suerte porque lo aprendí de pequeña que la gente que te quiere formáis una familia, y se ayuda y se construyen cosas muy lindas.

Transmites en tu libro mucho agradecimiento siempre a la gente que te rodea, ¿es importante saber pedir ayuda?

La gente que me rodea ha sido pura magia, me he encontrado con gente con ganas de probar cosas y las cosas han salido muy bien, porque no hay un modelo ideal: tus hijos, tu marido…hay que abrir la mente. No puedes creer que te va a ir mejor si vives en un dúplex en Boston como nos dicen las películas.

En el libro, sobre todo en la sinopsis, hablan mucho de fiestas, sexo, drogas, ¿qué opinas que te relacionen con eso?

Yo creo que este es un libro de autoayuda, Cómo ser mala, esto es lo que he hecho yo y a ver si a ti te puede funcionar. Esas cosas se resaltan porque bueno, es cierto que yo siempre he hablado claramente de muchas cosas de lo que he probado, me atrevo con todo y no pasa nada. Hablo de toda mi experiencia.

Resaltas lo importante que es tener estilo como artista, ¿con estilo se nace o se hace?

Yo creo que tú tienes que pulirlo. Es como cuando Miguel Ángel ve una piedra y ve una imagen y lo pule y crea algo. Se trata de descubrirte, de ir quitando capas y encontrarte.

Uno de los momentos de los que hablas con mayor emoción es el día en que te comunican que eres la ganadora del Premio Nacional de Músicas Actuales. Tenías el apoyo de toda la industria internacional con dos Grammys, ¿por qué es diferente este momento?

Vino la pandemia y no quería que el libro siguiera contando esos meses, quise acabarlo con un momento dulce, porque después de tanto tiempo haciendo algo y pensar en tirar la toalla, que nos pasa a todos los artistas, sentir que eso no le importa a nadie. Que puedes creer que sí que molas mazo pero en verdad sentir que pierdes el flujo de energía, o la esperanza, ahí fue cuando me fui a Estado Unidos y digo, mira, paso de todo. Y volví y me pasa eso, y fue como: ¡hala! Yo pensaba que en España era una cucaracha, sí, sí, artista de culto, qué guay, pero yo quería salir en la radio y que me escuche todo el mundo. ¿Y por qué no? Me sentía desubicada, entendía que no querían que se escuchara mi mensaje, y ahí me di cuenta de que sí, que había llegado otra generación y ha recogido el mensaje, que igual yo no estaba llegando en tiempo. Y ahí me sentí bien, y por eso estoy tan contenta ahora, siento que me entienden, me gusta la música de mi alrededor, conecto con otras chicas que están haciendo música ahora. Fue como un abrazo, llegó esa nueva ola de artistas que sentían respeto por mi trabajo y entendí que me estaban escuchando, lo que pasa es que no podían venir porque eran muy pequeños, fue muy guay, tuve que irme de mi país para hacer cosas y esto me hizo sentir muy querida, muy amada.

En el libro mencionas un par de veces una alegoría sobre esperar el autobús, vives esperándolo para que te lleve más lejos. ¿Crees que desaparece en algún momento ese sentimiento?

No. Yo creo que ahora mismo estoy en un momento en el que entiendo perfectamente lo que sucede porque he vivido crisis, entiendo la depresión que pueden sentir las generaciones más jóvenes, entiendo como la historia se repite con muchos artistas que veo, o incluso en mi propio barrio, veo todo desde un punto de vista que entiendo mejor las cosas y me da ternura porque siento mucha conexión con el momento en el que estamos. Sobre todo con los más jóvenes, los de doce, quince o veinte.

Hablas mucho de la salud mental, ¿crees que se está rompiendo el tabú?

Es incómodo, te obliga a tener mucho cuidado, no se puede banalizar, decir que tienes un breakdown cuando no es nada pero se debería normalizar que nos ayudásemos más, con muchísima más información, pero está pasando, se habla mucho más, y hay muy buena información en Internet, puedes informarte, buscar, y yo encuentro que hay niñas con dieciocho años que son súper maduras y están súper bien amuebladas. Yo desde pequeña he visto cosas «raras», mi madre trabajaba en un psiquiátrico, y algunas cosas no las entendía, y me daba miedo porque pensaba que no estaba conectado espíritu y cuerpo. Por eso pensaba cómo estar mejor tu cuerpo físico y la parte mental. Yo siempre he estado pendiente por eso de cómo buscar herramientas y aprender para estar bien y estar pendiente.

Ya disponible: La Mala Rodríguez: Cómo ser mala 

Presentaciones: Jueves 1 de Julio en Madrid, Sábado 3 Julio en Málaga, Domingo 4 de Julio en Granada, Lunes 5 de Julio en Sevilla, Miércoles 7 de Julio en Barcelona.